Usuarios de la línea fronteriza denunciaron la venta de mascotas domésticas con el permiso de personal de Reglamentos, que, a cambio de una comisión, se “hacen de la vista gorda” y no infraccionan al vendedor ni incautan a los animales.
“Pedro” (el testimonio decidió cambiar su nombre por temor a represalias), un vendedor de artesanías en la garita de San Ysidro, confesó a ZETA que ha sido testigo de la llegada de Reglamentos con los vendedores de perritos; a cambio de 10 dólares, los dejan continuar con su “trabajo”.
“Vienen y hacen recorridos entre los carros, levantan algunas infracciones o incautan alguna mercancía; pero con los que venden perritos, ahí los ven. Les dan como 10 dólares y siguen su camino como si nada”, dijo el vendedor con más de 16 años laborando en la zona.
En un recorrido realizado por ZETA, se pudo observar a una persona ofreciendo a dos cachorros entre los vehículos; pero al detectar las cámaras de este Semanario, los escondió y se fue al cabo de unos minutos.
Leticia Coto, presidenta de la asociación Humane Society de Tijuana, comentó que los vendedores consiguen a los cachorros en los mercados sobreruedas, con letreros como “se compran perritos”, y los que parecen ser de raza, o mezcla de alguna, los revenden después en la línea a 100 dólares en promedio; pero si el animal está enfermo, rebajan el precio.
“De los perros que venden, el 99 por ciento están enfermos o al menos contagiados de algún virus o bacteria, como parvo, moquillo o sarna; según ellos, te dan un carnet con vacunas que ni un perro adulto tiene todavía”, afirmó.
Coto mencionó que en la administración pasada, encabezada por Juan Manuel Gastélum Buenrostro, sí era común el soborno de vendedores hacia el personal de Reglamentos. “Lo hacían muy a la ‘sorda’”.
Adolfo García Dworak, director de Inspección y Verificación Municipal, explicó a ZETA que en la línea fronteriza de San Ysidro trabajan diariamente seis inspectores, los cuales realizan operativos constantes no sólo contra vendedores de mascotas, sino contra cualquier persona que opere sin permiso.
“Nosotros hemos hecho un sinfín en la garita de San Ysidro; estamos coordinados con la Policía Municipal y hemos embargado a bastantes perritos, y los hemos puesto a disposición del parque Morelos”, afirmó.
En cuanto a la aceptación de sobornos, pidió a la comunidad reportar a los verificadores ante la Dirección o Sindicatura para proceder con una investigación, pues en muchas ocasiones son tratos que se hacen en lo particular, sin que los directivos se den cuenta.
Si logran detener a los vendedores, los animales se mantienen en resguardo como evidencia; de lo contrario, son trasladados a Control Animal, para recibir atención médica y posteriormente darlos en adopción, detalló Carmen Villarreal Alberich, presidenta de la asociación civil Abogados Animalistas.