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viernes, febrero 16, 2024
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Cárteles matan a policías por ligas criminales

El agente Edmos Sánchez Lizárraga, asesinado el lunes 27 de julio, participó en la captura de Jesús Salvador Villavicencio Meza “El Rayder”, criminal con el que estaba vinculado desde 2019,  de acuerdo con reportes de las áreas de inteligencia. En cuanto al ataque en el que murió el agente Juan Martínez, autoridades investigan como presuntos responsables a un grupo de narcomenudistas identificado como “Los Cochis”


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Homicidas de Sánchez usaron 3 autos para huir.

Para las autoridades investigadoras, los ataques en contra de policías de Ensenada, perpetrados durante la semana que termina, tienen móviles diferentes: las agresiones a policías estatales están relacionadas con las capturas de cabecillas de célula; y la muerte del agente municipal, con temas de narcomenudeo.


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En 2016, investigaciones de inteligencia de la extinta Policía Estatal Preventiva (ahora Guardia Estatal de Seguridad e Investigación, GESI) ubicaban al agente Edmos Sánchez Lizárraga -acribillado el 27 de julio del año en curso- como parte del Cártel de Sinaloa, en la célula encabezada por René Arzate García. Sin embargo, durante cuatro años sus jefes no reunieron elementos para removerlo.

Traficantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) lo amenazaron a través de una narcomanta el 30 de noviembre de 2018: “A toda la gente que anda trabajando para el cártel de La Rana (Mercenario) y (90) y policías estatales de nombre ‘Elmo’, ‘Leo’, ‘Burgon’, municipales y min. Ya les cayó la barredora, nosotros somos gente de trabajo, no asesinos, ni rateros atte: Cártel de Ensenada”.

Los antecedentes de Sánchez Lizárraga incluyen una investigación en 2009 por comercio y posesión de drogas, en tanto que en 2010 se le acusó de allanamiento de morada y en 2011 por posesión de droga. En 2012 y 2016 lo acusaron de abuso de autoridad, y en 2013 lo investigaron por homicidio calificado.

En enero de 2019, el Grupo Coordinado de Seguridad informó que Sánchez Lizárraga servía a Los Arzate, apoyando y protegiendo la actividad criminal de cinco cabecillas delictivos, entre estos Jesús Salvador Villavicencio Meza “El Rayder”, líder del grupo de sicarios de la célula conocida como “Los Venados”. El mismo hombre que Edmos Sánchez y otros elementos de la GESI capturaron el 23 de junio de 2020 en la colonia Independencia de Ensenada como uno de los presuntos responsables del asesinato del agente ministerial Hiram Rivera Lizárraga, ocurrido el 28 de abril y su posible implicación en el atentado contra el coordinador de Ministerios Públicos en el puerto, Vicente Huerta (15 de mayo) y el homicidio del agente Manuel Avendaño (22 de mayo).

Por ello, la principal línea de investigación por su muerte se dirige al Cártel de Sinaloa, “a quienes tenía el compromiso de proteger, y no cumplió”.

Daniel Alberto de la Luz Rosales, “el Conejo”

Los sospechosos de organizar el asesinato del policía, son los hermanos del detenido: Germán “El Venado” y César “El Venadito”, ambos de apellido Villavicencio Meza. Al igual que su cabecilla de sicarios, Jesús Eduardo Osuna “El Osuna”, sobre quien pesa orden de aprehensión como uno de los responsables del asesinato del agente Avendaño.

Este homicida fue detenido el 17 de junio y liberado -por un tecnicismo- días después, el 23. En el inter, elementos de la GESI fueron amenazados: “… ahorita me sueltan al Osuna o se los va a cargar la pinche verga”.

En el caso del ataque armado contra Jaime Enrique Ruiz Hernández, baleado cuando iba a acompañado de su pareja y su hija adolescente, conforme a los primeros hallazgos, están investigando su relación con las actividades de Sánchez Lizárraga, con quien fueron informados, mantenía estrecha relación.

 

CJNG, SEGUNDA HIPÓTESIS A INVESTIGAR

“Estamos esperando el informe balístico y el reporte de las cámaras de video vigilancia en el seguimiento a las actividades de los agentes previo a que fueran

Catearán otros predios en búsqueda de Diana G. Piggeonountt

La Fiscalía General del Estado (FGE) presume que, con los elementos integrados en la carpeta de investigación, Juan Manuel de Mateo Uribe recibirá una sentencia de por lo menos 25 años de prisión por la desaparición de la joven Diana Laura Gómez Piggeonountt,  informó el miércoles 29 de julio el fiscal central Hiram Sánchez Zamora.

Detalló que dentro de las casas que catearon el viernes 24 de julio, donde  respectivamente vivían el hoy imputado y su madre en las colonias Divina Providencia y Rancho Las Flores, no se encontró lo que buscaban, como el teléfono celular de la menor, quien al momento de su desaparición tenía 15 años de edad. Pero se hallaron otros elementos que ya se incorporaron a la carpeta de investigación, incluso las evidencias presentadas son hasta el momento suficientes para que De Mateo Uribe sea sentenciado por la desaparición de la estudiante de la Preparatoria Federal “Lázaro Cárdenas”.

“No hubo los resultados que buscábamos, pero encontramos otras cosas que se van a incorporar a la carpeta de investigación. Creo que incluso con los elementos que contamos, son suficientes para ir a juicio y tener una sentencia condenatoria por desaparición forzada de personas”, reiteró Sánchez Zamora.

La pena mínima para Juan Manuel de Mateo Uribe sería de 25 años de prisión, sin embargo, la FGE buscará que se le dicte una sentencia superior a la media, ya que la víctima es mujer y menor de edad.

El fiscal afirmó que aún hay varias investigaciones por realizar antes que finalice el periodo que se otorgó para la próxima audiencia (21 de octubre de 2020), entre estas la inspección de otros predios.

Diana Laura Gómez Piggeonountt desapareció el 8 de junio de 2018 y, de acuerdo con la FGE, ese día tuvo comunicación por medio de su teléfono celular con Juan Manuel, con quien sostuvo una relación amorosa. El imputado negó haberse comunicado ese día con la joven, pero los registros de los aparatos de comunicación confirmaron que hubo intercambio de llamadas, aunado a que la pareja del de oficio taxista cambió su versión y negó que estuvo con él en la fecha de la desaparición de Diana.

Luego de casi dos años del incidente, Juan Manuel de Mateo Uribe fue detenido el 15 de julio de 2020 por el delito de desaparición cometida por particulares agravada; cinco días después se le vinculó a proceso. Luis Gerardo Andrade

atacados. Particularmente nos interesa saber si los sujetos que balearon a  Ruiz Hernández se trasladaron desde Ensenada, porque existe la posibilidad de que fuera gente de Tecate”, informó una fuente policiaca.

Edmos Sánchez, Gesi asesinado en Ensenada.

 

La sospecha surge por dos hechos:

– El 6 de julio, la GESI capturó en Ensenada a  Ismael Gómez “El Chiquilín”, cabecilla del CJNG en Tecate y brazo derecho de Danny Isaac Ortiz Covarrubias “El Moreno”, quien también podría estar buscando venganza.

-El 26 de julio, Jaime Enrique Ruiz Hernández resultó lesionado y existe la posibilidad de que la Policía Municipal de Tecate haya apodado la fuga de los fallidos homicidas en una camioneta Ram de color blanco.

“Reportaron la participación de un Jeep rojo en el ataque, después lo detuvieron y llamaron a todas las corporaciones que estaban participando en la búsqueda de los tiradores. Resultó ser un profesor con su familia a quien presuntamente le encontraron tres armas, una de postas y pequeñas dosis de marihuana y cristal.

“El detenido no encajaba en el perfil y pudo ser usado como distracción, pero eso es algo que también se está revisando”, informaron desde la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz y seguridad en Baja California.

LOS ASESINATOS DE LOS ESTATALES

El ataque contra Edmos Sánchez Lizárraga fue reportado a las 8:16 pm del lunes 27 de julio. Cuatro llamadas al C4 refirieron haber escuchado ráfagas de balas y detonaciones,  tener  a la vista a una persona herida por arma de fuego, y haber visto a dos hombres huir del lugar en un automóvil sedán de cuatro puertas.

Minutos más tarde, se informó que el hombre baleado en el estacionamiento de Calimax, establecimiento ubicado entre Bulevar Zertuche y Avenida Lázaro Cárdenas, a la altura del fraccionamiento Pórticos del Mar, era el agente Sánchez, quien ya había fallecido.

En la búsqueda de los sospechosos, los policías encontraron el vehículo usado por los asesinos en el  ataque: un Honda modelo 1999 que abandonaron encendido en el fraccionamiento Escritores.

Posteriormente, los uniformados encontraron un Mustang blanco, también empleado en la huida por los agresores. Este auto lo incendiaron en la colonia Popular, la cual, según testigos,  abandonaron para huir en un pick-up blanco.

Matan a policía comercial en Playas de Rosarito; detienen a dos presuntos responsables

Cuando el agente de la Policía Comercial de Playas de Rosarito, Adolfo Delgado Ramírez,  se encontraba comisionado al centro comunitario de la colonia Constitución, notó la actitud sospechosa de dos sujetos que lo enfrentaron a tiros. El elemento alcanzó a repeler la agresión lesionando a uno de ellos, sin embargo, pereció en el lugar de los hechos.

Fue alrededor de las 05:37 am del jueves 30 de julio cuando por denuncia anónima se reportaron detonaciones de arma de fuego a espaldas del centro comunitario “Tonantzin” en la referida colonia.

Al lugar arribaron tres unidades policiacas y recorrieron el área, una de estas visualizó que en el interior del centro se encontraba un vehículo tipo sedán color gris con las puertas abiertas. Al acercarse al automóvil se percató que se encontraba un oficial de la Policía Comercial con por lo menos cuatro impactos en tórax, además de cartuchos percutidos y balas en el asfalto.

Testigos señalaron que en el crimen participaron dos personas del género masculino, quienes huyeron a bordo de una camioneta tipo SUV color gris. Uno de ellos tenía bigote, el otro era de complexión regular, barba y vestía pantalón negro.

Minutos más tarde, a la central de emergencias se informó que al Hospital General del quinto municipio había llegado un masculino con heridas por arma de fuego y con las características similares a uno de los agresores Arribó en una camioneta Cherokee color gris, conducida por un hombre y en compañía de dos mujeres y dos hombres, todos de entre 18 y 19 años de edad.

Los jóvenes argumentaron que se encontraban en un domicilio de Calle Pachuca y que el padre de los varones, de nombre Josué Gabriel “N”, hizo su arribo en un vehículo tipo vagoneta color gris; transportaba a un lesionado por arma de fuego.

El hombre dejó el primer vehículo y pidió a los jóvenes y a sus respectivas novias que lo acompañaran al hospital, todos se fueron a bordo de una Cherokee con placas de California.

En el camino, Josué Gabriel les comentó que se había “salido de control un jale” y le habían disparado a un policía, pero este  respondió a la agresión lesionando a un hombre al que solo identificaron como “El Erick”, a quien trasladaron al nosocomio. Sin embargo, Josué  abandonó al herido, a sus hijos y las parejas de estos para después huir.

Tras la alerta se implementó un operativo policiaco que permitió la captura de Josué Gabriel sobre la calle Cedro, a bordo de la Cherokee con placas 7FNN773 del Estado de California. Los dos presuntos agresores del policía comercial fueron puestos a disposición de las autoridades a fin de deslindar responsabilidades.

Hasta la mañana del jueves 30 de julio, Playas de Rosarito registraba dos homicidios perpetrados en julio, 89 en el transcurso de 2020. El asesinato Adolfo Delgado Ramírez implica la primera baja en la corporación policiaca durante  la administración de la alcaldesa Araceli Brown Figueredo.

En esta agresión, los homicidas usaron un arma tipo R-15 calibre 2.23, y en el lugar se recogieron hasta 46 cartuchos percutidos.

De acuerdo con la investigación, Edmos había tenido contacto con un grupo criminal relacionado con el robo de droga de una avioneta que bajó en las inmediaciones del Rancho Meling rumbo a la Sierra de Juárez.  La aeronave y la mercancía pertenecían al Cártel de Sinaloa.

Un día antes, el 26 de julio, el agente estatal asignado a Ensenada, Jaime Enrique Ruiz Hernández, se trasladó a Tijuana, al autódromo conocido como Carpista en Quintas Campestre, Fraccionamiento El Florido, Carretera Libre Tecate-Tijuana. Como a sus hermanos les gusta correr autos, ese domingo participó en una carrera clandestina, así lo informó la fiscalía.

El ataque armado en su contra se reportó a las 3:25 pm,  indicando que en una brecha de terracería entre San Pedro y Valle de las Palmas, muy cerca de Tecate, el agente recibió impactos en cuello, rostro y mano derecha. Su esposa resultó lesionada en el hombro izquierdo.

Aunque testigos refirieron que los presuntos responsables habían huido en una camioneta Ram blanca, los policías de Tecate detuvieron un Jeep rojo.

En las primeras indagatorias los investigadores analizaron la posibilidad de que el ataque tuviera relación con la carrera o alguna apuesta, sin embargo, las victimas reportaron que la Ram de los homicidas había estado dando vueltas en el estacionamiento, vigilando los movimientos del policía desde que llegaron al autódromo.

Sobre estos últimos dos ataques, entrevistado por reporteros en Ensenada, el fiscal regional Hiram Sánchez Zamora declaró que una de las líneas de investigación está relacionada con la detención de líderes del crimen organizado como Ismael Gómez Sierra “El Chiquilín”, cabecilla del CJNG en Ensenada. El operativo se realizó el 6 de julio en Tecate.

La ola de ataques contra agentes estatales en Ensenada inició con el ministerio de Narcomenudeo de la Fiscalía General del Estado,  Hiram Rivera Lizárraga, el 28 de abril, y como avances en la investigación, el 24 de julio detuvieron en el fraccionamiento Valle Dorado a Daniel Alberto de la Luz Rosales alias “El Conejo”., policía ministerial en retiro a quien se vincula con la distribución de droga en el fraccionamiento Punta Banda, donde dominan los subgrupos de Sinaloa.

POLICÍAS AMENAZADOS
El 27 de mayo, la Guardia Nacional y efectivos de la Secretaría de Marina desmantelaron
una “narcobodega” donde se almacenaban químicos para la fabricación de droga, en la calle Reforma del Fraccionamiento Valle Dorado. Por varias semanas, el edificio fue custodiado por elementos federales, pero una vez que concluyeron su labor, se retiraron y fueron reemplazados por policías municipales, quienes recibieron amenazas de muerte: “Cayeron
unos armados y dijeron que la van a hacer efectiva”.

POLICÍAS MUNICIPALES

“Somos carne de cañón en esta guerra contra narcotráfico”, alzaron la voz los agentes después del homicidio del elemento de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, Juan Martínez Medina. “Nueve policías municipales y estatales han sido acribillados y sus homicidas siguen en libertad”, reclamaron.

Medina Martínez  estaba asignado -por los jefes-, a custodiar una de las zonas más conflictivas por la distribución y venta de drogas, la colonia Popular 89, Morelos y Cañón Buena Vista.

El martes 28 de julio, el agente terminó su turno y se fue a pie porque su auto no encendió, regresó a la zona de la caseta por la tarde, acompañado de dos hombres mayores y un adolescente que le auxiliaría para echar a andar el automóvil. Alrededor de las 5:45 pm, mientras trabajaban en el carro,  fueron atacados por tres hombres armados.

Al final, el policía, un adolescente y un hombre adulto perdieron la vida. El oficial recibió tres balas en la cabeza, el menor ocho impactos y el sujeto de 52 años fue alcanzado por doce tiros. En el lugar se hallaron 25 casquillos percutidos.

Martínez estaba indefenso al igual que el uniformado que en ese momento estaba de turno en la caseta de vigilancia y quedó como espectador sin poder repeler la agresión, porque ambos estaban desarmados, por instrucciones del director de Seguridad Pública.

Después de la masacre. Las instrucciones cambiaron y decidieron dotar de armas a los agentes las 24 horas, los siete días de la semana: “Oficiales de parte de mi superioridad, aunque los compañeros no tengan (derecho) a portación de arma pero estén en servicio, que se armen y que estén armados en el 10-20 (puntos establecidos). Para su propia seguridad”.

El mismo día que asesinaron al municipal, fue uno de los más violentos en Ensenada, con tres homicidios más en las colonias Morelos, Colina Escritores y Valle Verde.

Pese a las carencias de policías en activo, en los últimos meses el alcalde Armando Ayala Robles realizó actos protocolarios para inaugurar casetas de vigilancia sin patrullas ni armas para su defensa. Una en El Porvenir, del Valle de Guadalupe, Loma Linda, Ejido Uruapan y El Zorrillo.

El miércoles 29 de julio, el director de Seguridad Pública giró instrucciones para que los oficiales asignados desalojaran dichas casetas de vigilancia y ordenó a todos portar sus armas 24/7.

De acuerdo con los primeros indicios, la investigación por la muerte de Medina Martínez tiene como sospechosos a “Los Cochis”, grupo de narcomenudistas cuya zona de influencia es la colonia Bronce, ubicada en una zona opuesta a El Zorrillo, donde ocurrió el ataque.

Sin embargo, las autoridades no revelaron el móvil, solo que además del tema de la adicción, existen otros antecedentes poco claros que se están revisando como parte de la indagatoria.

En ese contexto, el oficial caído no recibió honores, solo fue despedido por su familia y algunos oficiales. “Muchos compañeros lo recuerdan como una persona muy amable y servicial, aunque no falta quien dijera que en el gremio policiaco se andaba portando mal, pero ayer estamos seguros que él estuvo en el lugar y la hora equivocada”, describió un oficial en retiro.

En enero, el ahora occiso había regresado al servicio, luego de once meses incapacitado por un accidente que sufrió a bordo de una patrulla -el 16 de febrero de 2019- cuando se dirigía a la delegación de Ojos Negros. La unidad se volcó y tanto el conductor como el copiloto resultados con lesiones.

También se desempeñó como agente de Tránsito en la delegación Maneadero y fue parte de los elementos reubicados, algunos en contra de su voluntad, el sábado 11 de julio.

Antes de Medina Martínez, fue asesinado a tiros el 10 de marzo el ex director operativo Juan Francisco Chávez Ibarra; el 13 de abril fue ultimado a balazos el oficial de Bomberos, Héctor Murillo Dávila; y el 4 de mayo asesinaron al entonces presidente de la Asociación de Policías y comandante en Francisco Zarco, Víctor Manuel Ruiz Ponce.  La FGE no ha detenido a algún sospechoso o implicado en los homicidios de los agentes municipales.

En el mes de julio, Ensenada se ubicó como el segundo municipio más violento de Baja California -después de Tijuana- , con 207 homicidios en los primeros siete meses de 2020, es decir, 85 crímenes más de los que se registraron en el mismo periodo el año pasado.3

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