El alarmante aumento de casos y muertes en el municipio obligó al gobierno al cierre de museos, centros culturales y malecón. La colocación de filtros en todas las entradas propició una nula ocupación hotelera y poco flujo vehicular. Del promedio de 50 mil o 60 mil vehículos de turistas que festejan el 4 de Julio en la ciudad, según datos de Seguridad Pública, este año solo cruzaron 6 mil 553 autos
La primera semana de julio fue decisiva para el gobierno de Ensenada, ya que la Secretaría de Salud detectó un ascenso en la curva de contagios por el virus SARS-COV2 (que causa la enfermedad COVID-19).
El incremento de casos en contraste con la capacidad hospitalaria, motivó a que el jueves 2 de julio el alcalde Armando Ayala Robles declarara estado de emergencia adjunto a una serie de medidas para garantizar el confinamiento de la población.
Desde el 14 de abril se confirmó en Ensenada el primer caso de contagio por COVID-19 y, casi tres meses después, el 10 de junio, la cifra de enfermos llegó a mil 100 casos positivos, con 117 sospechosos y 108 fallecidos entre Ensenada y San Quintín.
Hasta el 7 de julio, en el Hospital General la capacidad hospitalaria estaba a un 66.67% con 78 camas, 49 de estas ocupadas y 29 disponibles, con 53 ventiladores ocupados y 26 disponibles. Reportaron 22 pacientes intubados.
Fotos: Enrique Botello
La Clínica 8 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) tiene 43 camas COVID-19 con 13 de estas disponibles, además de 22 ventiladores (17 disponibles). Hay siete pacientes intubados.
Desde que inició la Fase 2 de la contingencia (24 de marzo) se tomaron medidas para reducir contagios como restringir el acceso a la ciudad a toda persona cuyos fines de viaje no sean esenciales.
Elementos de la Dirección de Seguridad Pública Municipal indicaron que durante la tarde y noche del viernes 3 hasta la madrugada del 4 de julio, en los filtros sanitarios de la Carretera Escénica, la Libre y Valle de Guadalupe, revisaron un total de 6 mil 553 vehículos.
Alrededor de 350 conductores decidieron retornar el viaje porque no pudieron justificar el motivo de su visita al puerto.
Cifras históricas de Caminos y Puentes Federales refieren que por lo regular un fin de semana del 4 de julio, cuando en Estados Unidos celebran el Día de la Independencia, por la caseta de San Miguel hay un flujo vehicular de entre 60 mil y 80 mil vehículos.
Fotos: Enrique Botello
CERO OCUPACIÓN HOTELERA
El sector turismo de Ensenada registró un fuerte golpe a su economía este fin de semana de asueto para los estadounidenses, cuando la ciudad permaneció desolada, a diferencia de otros años.
Una escena inusual se dio en un predio ubicado en el corazón de zona turística, a un costado de la terminal de cruceros y frente al edificio del Centro Cultural Riviera del Pacífico que fue subarrendando por la señora Claudia, quien sola, debajo de una colorida carpa, no podía creer lo que pasaba alrededor.
Como ella, más comerciantes estaban solas, lamentando que no es el momento para tener pérdidas económicas.
La servidora turística abundó que la familia no imaginó el impacto que tendrían los filtros sanitarios y de seguridad, así como el cierre de museos, centros culturales y del malecón por parte de la Administración Portuaria Integral (API), derribando así la posibilidad de obtener un peso de ganancias.
Durante el año, Claudia y su familia rentan por unos tres meses ese terreno en desuso con capacidad para 500 unidades, y este fin de semana del 4 de Julio, los estadounidenses pagaron la renta por adelantado.
“Hemos vendido de todo, electrodomésticos, alimentos, equipo que teníamos en casa, pero ya la cosa está muy difícil para nosotros, vea, no hay nada de turismo, es muy triste”, externó la mujer sobre lo que ha hecho para sobrevivir cuando su principal ingreso proviene de los servicios turísticos.
La escena de poco turismo se replicó en la Ruta del Vino, donde restaurantes y vinícolas lucieron con poca afluencia. Uno de los negocios de comida que no respetó el protocolo sanitario fue el restaurante La Cocina de Doña Esthela, por lo que los propietarios se hicieron acreedores a una sanción económica.
Lo mismo ocurrió en Casa Frida, por retirar sellos de suspensión que el Ayuntamiento colocó hace un mes al detectar irregularidades como la aglomeración de personas.
Los lugares lucen vacíos
CIENTÍFICOS LUCHAN POR LA DETECCIÓN DEL COVID-19
Un equipo de científicos del departamento de Nanociencias y Nanotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Campus Ensenada ha dedicado tiempo profesional en detectar casos positivos del virus SARS-CO2.
El 21, de abril el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Cicese) recibió la primera prueba para diagnóstico, y en 80 días llevan más de 2 mil exámenes, informó Rosa Mouriño Pérez, directora de la División de Biología Experimental y Aplicada.
Fue el 14 de mayo cuando arrancaron con 43 muestras para procesar. El trabajo derivó de una iniciativa de los investigadores de la UNAM, quienes de manera inmediata recibieron capacitación avalada por el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica.
750 PRUEBAS REALIZADAS HASTA FINALES DE JUNIO
Desde que inició la Fase 1 de la contingencia por coronavirus, las instalaciones de la UNAM Campus Ensenada quedaron prácticamente cerradas. A raíz de ello, investigadores y académicos cambiaron muchos de sus planes profesionales, suspendieron congresos, salidas, años sabáticos.
“Nuestra vida académica cambió por completo, hay muchos compromisos, los estudiantes no pueden ingresar al plantel, las investigaciones están detenidas, por lo que nos distraemos en el diagnóstico de las pruebas”, reconoció a ZETAAlejandro Huerta Saquero, investigador del área de Nanociencias y Nanotecnología.
Con recursos propios y de la Secretaría de Salud de Baja California, pusieron en marcha el laboratorio donde realizan el diagnóstico PCR en tiempo real.
Dentro del equipo que lidera el investigador, se encuentran la doctora Francisca Villanueva y el doctor Óscar González, ambos del centro de Nanociencias del Departamento de Nanotecnología.
Les acompaña también Armando Mendoza Flores, investigador del Cicese que los está apoyando y a distancia se halla Anahí Mesa, quien vacía los datos para enviar los informes.
Huerta destacó la importancia de apoyar en momentos de emergencia y mencionó que en la Universidad tienen la camiseta bien puesta para ayudar a resolver este tipo de problemas.
“Para implementar el área de pruebas tenemos un lugar bioespecializado Nivel 2, que permite manejar el patógeno de una manera segura, con ventilación controlada por filtro HEPA (especializado en laboratorios), campana de bioseguridad Nivel 2, donde se reciben y procesan muestras”, expuso.
Para procesar las muestras con equipo personal, se requiere de antiséptico, etanol, doble guante, mascarilla N95 y viseras para evitar contagiarse de manera accidental.
En las instalaciones solamente hay unos cuantos trabajadores del área administrativa y vigilantes, en tanto que estudiantes con urgencia por graduarse, acuden a hacer lo esencial en tiempos reducidos y días específicos.
Foto: Enrique Botello
MITAD DE LAS MUESTRAS, POSITIVAS
El índice de muestras con resultados positivos al virus es del 50%, por lo que los investigadores en Ensenada están preocupados al haber detectado que las condiciones están cambiando en el país: mayor apertura de lugares y la gente cada vez sale más a la calle cuando los índices de resultados positivos a COVID-19 siguen altos.
Alejandro Huerta compartió que, desde diciembre de 2019,cuando se declaró la epidemia en China, inmediatamente se empezaron a realizar estudios en laboratorios en todo el mundo con micrografías electrónicas.
“Con la caracterización y los estragos que causó el virus en China y los países donde se extendió en primero, se sabía que cuando llegara a México, por la cultural somos más sensibles, por las enfermedades relacionadas con hipertensión o comorbilidades”, afirmó.
Si bien se ha demostrado que con esas afecciones el COVID-19 puede causar la muerte, complacido el investigador de la UNAM señala: “Y aquí estamos, cambió nuestra perspectiva porque es trabajo de prácticamente tiempo completo: a las once de la mañana termino RNA, a las tres de la tarde se toman muestras PCR y a las siete están los resultados”, de manera que las muestras se reciben y entregan el resultado el mismo día.
