Ya nos había anunciado el Presidente en La Rumorosa su desprecio hacia las energías limpias, pero el decreto publicado por la secretaria de Energía es un monstruoso retroceso ambiental que intenta frenar de manera indefinida las inversiones en energía fotovoltaica y eólica, y limitar aún más la producción de electricidad de las actuales centrales de energías limpias en México. La Secretaría de Energía está optando por forzar la decadente dependencia de hidrocarburos, especialmente el combustóleo marino, que por su cantidad de azufre ya no cumple con las regulaciones medioambientales internacionales de nuestro desfalleciente petro-estado, solo para intentar salvar financieramente resto del sexenio (y por ende, las elecciones intermedias).
Me parece que Rocío Nahle y el Presidente se equivocan rotundamente; es el gobierno el que tiene que virar hacia las renovables y no al revés. En el año 2015, México firmó la Agenda 2030 del Desarrollo Sostenible y se comprometió a tomar acciones para combatir el cambio climático, aumentando considerablemente la proporción de energía renovable; hoy pone prácticamente en suspenso el acuerdo, para que CFE se vea obligada a comprarle a Pemex como única fuente los hidrocarburos. Es un retroceso a los convenios ambientales que el mismo país ha suscrito.
En el caso de La Rumorosa, ese parque lo instaló una empresa de California para cumplir con las metas ambientales de su Estado; nosotros tendríamos que estar haciendo lo mismo para cumplir con las nuestras tenemos metas de transición energética pactadas para la próxima década. Quienes se oponen a su permanencia en Tecate, azuzados por los videos del Presidente, olvidan que no se trata de para donde vaya la energía, sino de la fuente de la que se obtiene.
Los combustibles fósiles igual afectan la atmósfera de EEUU que de México. Si México quiere producir energía limpia con soberanía, que instale sus propias granjas solares y que instale sus propios parques eólicos; pero eso no lo hace. Por el contrario, acaba de tomar una medida medioambiental regresiva y altamente contaminante con este decreto, para que se entienda bien hay medidas que contribuyen al desastre de este mundo; y una es forzar la adquisición de la materia prima de CFE del gas y el combustóleo de Pemex.
Aunque el Presidente las haya llamado “sucias” en su alocución mañanera del lunes 18 de mayo pasado, habría que recordarle que nuestra red eléctrica está conectado a la red de California y Arizona por Yuma, y está desconectada del resto de México; nunca ha habido soberanía energética en Baja California. Lamentablemente, para su visión estamos más interconectados con California que con el resto de México; si México no consume más energía eólica de La Rumorosa es porque los mega watts que genera sobrepasan la demanda de Mexicali -o lo que la CFE está dispuesto a pagar en esta zona insular-, y con el nuevo decreto los topes y restricciones a la adquisición de energía eléctrica con base en fuentes alternativas, son mayores que antes del decreto.
También habría que recordarle que se denominan “limpias” porque no utilizan combustión de fósiles y no emiten gases de efecto invernadero a la atmósfera, y entraron como alternativa ante la amenaza que el petróleo y el gas representan para el planeta; además, vivimos un periodo de transición energética, tal y como fue cuando la humanidad dejó atrás la máquina de vapor para darle entrada a la combustión interna de derivados del petróleo, pero Bartlett y AMLO crecieron políticamente en un México adicto al oro negro y confían en ese recurso no renovable para el planeta como su palanca de desarrollo… Bueno, perdón, bienestar (utilizando los términos de la nueva economía moral).
Sobre las granjas solares y los parques eólicos privados, representan millones de dólares de IED a la basura por la visión anquilosada del Presidente, de mantener la economía (y el gasto corriente del gobierno) anclada a los hidrocarburos. AMLO cree que le saldrá gratis al país violentar contratos; si todavía no terminamos de pagar las penalizaciones del aeropuerto, que terminó saliendo el doble tras su cancelación… Eso sí, la CFE ya aseguró contratos con un senador de Morena para la adquisición de 360 mil toneladas de carbón para 2020.
El resto del mundo avanza hacia energías renovables a un costo cada vez menor, incluyendo nuestros vecinos de California, que tienen metas muy claras para transitar hacia las renovables para el 2030; pero él, Nahle y Bartlett quieren quemar combustóleo y carbón a toda costa, tal vez porque eso es lo que abunda en Tabasco. Infortunadamente, México no es Tabasco ni debemos desentendernos de los acuerdos internacionales para mitigar el problema mayor del Cambio Climático.
Atentamente,
Manuel Rodríguez Monarrez.
Tijuana, B.C.