Durante la actual contingencia de salud por coronavirus, el registro de muertes asentadas en actas de defunción aumentó en Tijuana y Mexicali, los dos municipios de Baja California que concentran el 90.4% de los decesos por coronavirus. En ambas demarcaciones se observó alza en fallecimientos por causas respiratorias, subregistro que el secretario de Salud, Alonso Pérez Rico no reconoce al no haberse practicado una prueba de COVID-19, examen que solo reserva para enfermos atendidos en hospital y para una minoría (10%) de las personas infectadas en calidad de ambulatorias
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Durante abril y mayo, en el pico de la pandemia de la enfermedad COVID-19, Tijuana registró 2 mil 983 defunciones por diferentes causas, lo que representó un incremento del 72.3% con relación al mismo periodo de 2019, de acuerdo a las actas de difusión expedidas por las oficinas de Registro Civil de esta ciudad.
No solo eso. Del total de actas de defunción despachadas, en el 53.1%, mil 586 documentos, se asentó como causa de muerte algún tipo de enfermedad de tipo respiratorio.
De esa cifra, en 483 actas se determinó como causa de muerte COVID-19, mientras que 103 fallecimientos más quedaron documentados como “sospecha de COVID”.
La suma de estas dos causas de muerte da un total de 586 personas muertas con coronavirus o sintomatología asociada a este padecimiento al lunes 25 de mayo, cantidad superior a los 495 decesos reportados en Tijuana en la última estadística presentada el jueves 28 de mayo por el secretario de Salud de Baja California, Alonso Pérez Rico.
El aumento de decesos por causas de tipo respiratorio también lo registra Mexicali, municipio que en las últimas semanas ha aumentado de manera exponencial la cantidad de pacientes positivos y muertes por coronavirus, colocándolo en tercer lugar con casos activos a nivel nacional.
De acuerdo con datos oficiales proporcionados por el Registro Civil, la Capital bajacaliforniana sumó durante abril y mayo mil 731 defunciones, asentándose 597 con enfermedades respiratorias como causa de muerte.
En la estadística del Registro Civil no se desglosó la cantidad de decesos determinados propiamente como COVID-19 o coronavirus, pero sí se evidenció un aumento de un 124.4% de un mes a otro en el número de personas que fallecieron por algún tipo de padecimiento respiratorio.
Muestra de ello es el número de actas de defunción expedidas por esa causa. Mientras en abril sumaron 184, durante mayo, al miércoles 27 el registro fue de 413. De las mil 052 actas de defunción asentadas en el Registro Civil de Mexicali durante mayo, el 39.2% registraron como causa de muerte enfermedades respiratorias.
El incremento en el número de casos por defunción por causas respiratorias registrados en Tijuana y Mexicali durante abril y mayo, corresponde a la tendencia de la curva epidémica oficial del COVID-19 presentada por el gobierno de Baja California.
Sin embargo, este subregistro no es considerado en el análisis de la estadística presentado por la Secretaría de Salud, mucho menos se ofrece una explicación razonable de tal aumento y si tiene o no correlación con la pandemia de coronavirus en Baja California, entidad que al cierre de esta edición (jueves 28 de mayo) suma 774 muertes, manteniéndola en segundo lugar a nivel nacional de mortandad por coronavirus.
Aun así, el titular de la Secretaría de Salud asentó que “no van a parar todas las enfermedades por COVID y tampoco las vamos a ocultar”.
Foto: Alejandro Gutiérrez Mora/ZETA
SIN PRUEBA, DECESOS NO ENTRAN EN ESTADÍSTICA DE PANDEMIA
Del aumento exponencial de actas de defunción en las que se asentó como causa de muerte algún padecimiento de tipo respiratorio, Alonso Pérez Rico, declaró: “No puedo negar o decir que esos pacientes fallecieron por COVID, si yo no tengo una PCR -prueba COVID19-”.
No obstante carecer de una prueba, relacionó el índice de mortalidad por padecimientos respiratorios a enfermedades virales ya comunes, ajenas a la pandemia por SARS-CoV-2.
“En Baja California promediamos alrededor de 600 a 700 muertes por neumonías atípicas en los últimos diez años, vamos a continuar registrando neumonías atípicas, aunque tengamos la pandemia de COVID”, expuso el funcionario.
Aunque “el agente viral parasitario es el COVID, eso no significa que no vayamos a tener neumonías o neumonías atípicas, por H1N1 o neumonías por otra causa; hemos tenido muertes de pacientes en los hospitales COVID que tienen PCR negativas”, añadió.
Todos los fallecimientos asociados a causas respiratorias que carecen de una prueba de COVID-19, serán analizados por el Centro Estatal de Vigilancia Epidemiológica (CEVE), pero hasta fin de año, siempre y cuando los cuerpos de esos pacientes se envían al Servicio Médico Forense (Semefo), lo cual no sucede en el caso de defunciones por enfermedad, lo cual se diagnostica como muerte natural.
“Si se van al Semefo, esos casos se van a analizar en el CEVE, al final del año todos los pacientes que fallecieron por una autopsia verbal que sean los síntomas compartidos con COVID, el grupo de expertos, epidemiólogos e infectólogos, van a determinar si clasificaba o no para COVID, ahorita no han parado las muertes por infartos complicados, diabéticos, o por otras casusas respiratorias”, reiteró Pérez Rico.
Foto: Alejandro Gutiérrez Mora/ZETA
SECRETARIO DE SALUD DESESTIMA INVESTIGACIÓN DE SUBREGISTRO
Cuestionado tanto por el incremento de decesos fuera de hospital, como por el aumento en el número de muertes por causa respiratoria asentados en actas de defunción, el doctor Alonso Pérez Rico solo atinó a desestimar cualquier estadística que no concuerde con los números oficiales que presenta en su reporte diario.
Tal es el caso del estudio realizado por un grupo de investigadores de la Universidad de California -Los Ángeles y Riverside- que, en conjunto con El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y personal de Cruz Roja Tijuana, en el que se asentó exceso de muerte fuera de hospitales durante el periodo de pandemia.
“Tiene varias fallas metodológicas incorrectamente”, señaló el secretario de Salud del estudio, al anotar que en los fallecimientos asentados en la muestra de estudio no hubo una prueba PCR para la detección de COVID-19.
En efecto, de acuerdo al método Centinela, la Secretaría de Salud limita la aplicación de pruebas al total de los pacientes en hospital, y solo al 10% de los ambulatorios.
Esto significa que en la mayoría de los decesos extrahospitalarios no se aplicó una prueba de PCR para determinar si las muertes derivaron o no de coronavirus.
El análisis colegiado sugiere que el incremento en el número de decesos deriva directa o indirectamente de la contingencia de salud por coronavirus, aunque en los casos de fallecimiento por causas respiratorias no se pudo determinar si fue por COVID-19, al no haber una prueba de por medio, aclaró en su momento la doctora Eva Tovar Hirashima, directora médica de Atención Prehospitalaria de Cruz Roja Mexicana.
El estudio se basó de los reportes atendidos por paramédicos de Cruz Roja Tijuana, quienes advirtieron del incremento de muertes en domicilio o traslado a un hospital durante el periodo de pandemia en esta ciudad.
Sobre ello, Pérez Rico expuso: “Estimo mucho a los paramédicos, son una parte indispensable de la fuerza laboral médica, pero no son los más calificados para determinar con base a estudios epidemiológicos la causa de muerte cuando tienen unos pocos minutos atendiendo al paciente, cuando no saben cómo preguntarle a la familia sobre síntomas previos o antecedentes”.
Del análisis, “veo que tiene muchas fallas metodológicas, así no se hacen los estudios de investigación en búsqueda de un patógeno”.
Y agregó: “Es muy sencillo decir que hay fallecimientos por COVID, sin embargo, tenemos que tener mucho cuidado con ese tipo de dichos porque no necesariamente todos los que fallecen, fallecen de COVID o de sintomatología respiratoria, sin embargo, los asociamos así”.
Finalmente blandió: “Quiero saber qué autorización tenían para decir si son síntomas de COVID”.
INFORMACIÓN DE ACTAS DE DEFUNCIÓN PRUEBAN SUBREGISTRO
Del incremento observado en los casos en el número de defunciones, muchas de las cuales se asocian a enfermedades respiratorias en la estadística de las actas de defunción del Registro Civil, Letza Bojórquez, del Departamento de Estudios de Población de El Colef, precisó que “las defunciones en general aumentan en la temporada de fin de año, en la temporada de frio y mucho de ello tiene que ver con las enfermedades respiratorias”.
Respecto al estudio en el que participó para analizar el exceso de muerte fuera de hospital, dijo que el estudio realizado por los académicos de California y Baja California, da una aproximación más cercana al verdadero impacto general de la pandemia, más allá de que las muertes hayan sido directamente por COVID. Por ello no se pudo afirmar fehacientemente que el exceso de fallecimientos registrados en la curva de la pandemia en Tijuana fuera por COVID.
Sin embargo, “con la información de las actas sí se puede afirmar, aunque no en todo lo que se asienta en actas es con examen de laboratorio, es más con la sospecha clínica, pero con la información de las actas sí se puede afirmar”, subrayó la especialista, al advertir la posibilidad de dar seguimiento al primer estudio realizado.
“Lo que pasa que en este trabajo que hicimos, no teníamos información de las actas, solamente la información que los paramédicos tenían al momento de brindar la información”, admitió Bojórquez.
Analizar el conjunto de muertes durante una pandemia es algo que se hace internacionalmente para evaluar los efectos de este tipo de epidemias, “se hizo con influenza -H1N1- y se está haciendo con COVID, porque se sabe que cuando están estas situaciones de epidemia y de pandemia, aumentan las defunciones que no precisamente tienen que estar relacionadas con la enfermedad, por eso es importante registrar todas las demás”.
Un ejemplo es el aumento de casos de hipoxemia silenciosa, “es algo que se ha observado en varios lugares del mundo y realmente hay todavía pocos estudios para ver qué tanto se relaciona con COVID, pero sí parece haber una tendencia para que, en particular esta infección, cause esta situación de una baja en el oxígeno en sangre que la persona no detecta y eso es muy grave, porque podría ser una de las razones por las que la persona no acude a solicitar atención”.
La investigadora de El Colef anotó que la hipoxemia silenciosa pudiera ser una característica de los pacientes atendidos por los servicios de emergencia, “pero no sabemos qué tan general, sí hay reportes de diversos partes del mundo que están teniendo estas características las personas que están muriendo con COVID, aquí todavía no estamos cuantificando qué porcentaje tiene esta condición, solamente estamos diciendo que podría ser que sí, pero todavía es tentativo”.
Si bien el informe no ha sido analizado por pares, se tomó la decisión de publicarlo por la situación de emergencia y esperando que pueda servir para que, en conjunto, se tomen estrategias y soluciones, y se dé una buena respuesta en la atención de la contingencia de salud.
Datos de los paramédicos de la Cruz Roja pueden ser otro indicador de cómo está la situación de la pandemia, que, si se analiza de manera sistemática por medio de un sistema de vigilancia epidemiológica, da un indicador muy bueno de cuando está ocurriendo un indicador de riesgo o cuando ya disminuyó, por lo que sería muy bueno incorporar a los sistemas de vigilancia epidemiológica.
Letza Bojórquez consideró que todavía hay que investigar mucho al respecto para determinar qué tanto está afectando la contingencia de salud, “hasta ahora todo se ha concentrado en el resultado de los casos sospechosos y los confirmados, los negativos, los positivos y las muertes, pero hay otros indicadores que pueden ser más rápidos, aunque no sean tan precisos”.
DECESOS EXTRAHOSPITALARIOS POR FALTA DE MONITOREO: COLEGIO MÉDICO
“Los pacientes que presentan síntomas de COVID-19 deben tener mejor orientación y seguimiento para evitar que su cuadro infeccioso se complique hasta fallecer”, aseveró el doctor Abraham Sánchez Frehem, presidente del Colegio Médico de Tijuana, al opinar
que no existe una verdadera orientación al paciente, incluso en las instituciones de salud pública.
“De ahí que académicos de la UABC, El Colegio de la Frontera Norte y de la Universidad de San Diego, han encontrado que cuando acude el servicio de ambulancia a los domicilios, el paciente ya falleció”, refirió para agregar: “Me ha tocado atender pacientes de otras patologías, y al interrogarlos, encuentro datos sospechosos y salen positivos, entonces debe haber un adecuado monitoreo, porque entiendo que la gente no quiere ir a los hospitales”.
Recomendó a las personas que se encuentren en sus casas, estar atentas a sus síntomas todos los días, checarse el nivel oxígeno en sangre y no pedir auxilio cuando ya no pueden respirar, “pues 8 de cada 10 personas intubadas no sobreviven”, sentenció Sánchez Frehem.
REPORTAN FALSA CAPACIDAD HOSPITALARIA
Al miércoles 27 de mayo, el titular de la Secretaría de Salud en el Estado, Alonso Pérez Rico, reportó una ocupación hospitalaria del 84% en Mexicali y del 56% en Tijuana.
Particularmente subrayó que el Hospital General de Mexicali, situado en la ciudad que desde el sábado 23 de mayo se convirtió en epicentro de la pandemia en BC, al superar en número de casos positivos a Tijuana -contabilizando en el último reporte mil 983 personas infectadas en la Capital bajacaliforniana contra mil 878 ubicadas en esta ciudad-, se encontraba al 91.45% de su capacidad, con diez camas disponibles.
Lo que el funcionario no informó fue que la capacidad de personal médico fue rebasada desde el pasado fin de semana, al registrar ese nosocomio una ocupación del 100%, estado en el que se mantiene.
En el caso particular del Hospital General de Tijuana, lo reportó con un 59.5% de capacidad ocupada, cuando esta unidad hospitalaria tiene una capacidad de camas ocupadas del 75%.
Fue también a partir del sábado 23 que Mexicali se situó en el tercer lugar de los municipios que a nivel nacional tienen más casos activos de coronavirus; al cierre de esta edición sumó 424 casos activos, muy por encima de los 128 reportados en Tijuana.
En la última semana Mexicali registró 370 casos nuevos y sumó 36 decesos, para un total de 177 defunciones registradas en la estadística de la pandemia presentada por la Secretaría de Salud.
En ese contexto, el gobernador Jaime Bonilla Valdez consideró la posibilidad de trasladar a Mexicali mobiliario y personal médico de los otros municipios, o trasladar pacientes de la Capital del Estado a los hospitales reconvertidos en Tijuana.
El traslado de pacientes de Mexicali a Tijuana, dependerá de cómo se comporte el grado de hospitalización, “un traslado de cualquier ciudad o cualquier institución tiene que cumplir una premisa primero, y, antes que nada, que sea seguro; estamos aumentando nuestra capacidad hospitalaria para no tener que llegar a ese punto, de requerirlo no tendremos problema en hacerlo, así como no tenemos problema de trasladarlos a una Unidad Militar”, apuntó Pérez Rico.
Ninguna de esas estrategias ha sido implementada, para abrir espacio se optó, por el momento, dar de alta a los enfermos más recuperados de COVID para recibir a los nuevos pacientes que requieren atención hospitalaria, reportó el personal médico del Hospital General de Mexicali, nosocomio que registra la mayor demanda de atención de personas infectadas por coronavirus.
“Ningún país en el mundo va a tener camas disponibles si la gente sigue movilizándose”, advirtió Pérez Rico.
Del comportamiento en la estadística de la pandemia, citó que existe la posibilidad de un segundo repunte en cuanto al número de personas contagiadas por COVID-19, el cual sería “muchísimo más dañino” que el primer ápice registrado en la pandemia.
“Siempre hay la posibilidad de una segunda ola, el hecho de que tengamos ahorita un descenso gradual progresivo en casos confirmados en Tijuana, con visitas a hospitales a urgencias y hospitalizaciones a piso, no significa que se acabó la pandemia, para nada”, puntualizó el funcionario estatal.
Foto: Alejandro Gutiérrez Mora/ZETA
Fallecen por coronavirus cuatro médicos que consultaban en farmacia
Cuatro médicos generales que despachaban en consultorios adheridos a farmacias de Tijuana fallecieron por COVID-19 y una cantidad similar se encuentra en resguardo en sus domicilios, al dar positivo al patógeno, informó el doctor Abraham Sánchez Frehem, presidente del Colegio Médico de Tijuana.
Señaló que los doctores fallecidos carecían de la protección adecuada para evitar el contagio de coronavirus, además de no contar con los ingresos suficientes, por lo que “las señoras pasan la charola para que pudiéramos cooperar para solventar algunos gastos”. Sus familiares tuvieron que requerir ayuda para solventar los gastos funerarios.
La condición en que perecieron los galenos “destaca un problema severo que estamos viendo desde hace años”, como el hecho de que no reciben una protección adecuada ni la remuneración justa por su trabajo, ya que mientras un médico que consulta en farmacia cobra entre 30 y 50 pesos por sus servicios, el negocio cobra de 2 mil a 3 mil pesos por medicamentos.
Sánchez Frehem concluyó que como Colegio lucharán “para que los médicos generales tengan una vida digna”.
Mientras que el secretario estatal de Salud, Alonso Pérez Rico, reconoce el fallecimiento de dos médicos de la iniciativa privada por COVID-19, pero ninguno que haya laborado en consultorio de farmacia, por lo que calificó la aseveración del presidente del Colegio Médico de Tijuana, una declaración “sin sustento”.
Dijo desconocer “si esos médicos a los que él (Sánchez) se refirió, fallecieron de COVID, porque no he visto sus PCR para yo hacer una declaración como esa, pues tengo que tener el sustento”.
Baja California en “riesgo máximo”
El 30 de mayo llega a su fin la Jornada de Sana Distancia e inicia el Sistema de Semaforización con el que se pretende ingresar a la denominada nueva normalidad de forma escalonada en todo el país.
Baja California iniciará en semáforo Rojo, considerado como “riesgo máximo” en contagios por COVID-19. Para salir de esa fase, la entidad se debe apegar a cuatro criterios: Ocupación Hospitalaria de la Red IRAG (Infecciones Respiratorios Agudas Graves), Tendencia de Ocupación Hospitalaria, Tendencia Síndrome COVID-19 (últimos 14 días) y Porcentaje de Positividad COVID.
Sin embargo, en la última semana, en lugar de ir a la baja, la cifra de contagios por COVID-19 aumentó 27%, convirtiendo a Mexicali en el epicentro de la enfermedad con 2 mil 226 casos confirmados acumulados y 474 activos -detectados en los últimos 14 días-, dejando en segundo a lugar a Tijuana, que desde abril se mantenía a la cabeza con 2 mil 031 casos confirmados acumulados y 138 activos.
De tal forma que Mexicali se convirtió en el tercer municipio a nivel nacional con más casos activos, por detrás de Iztapalapa y Gustavo A. Madero, alcaldías pertenecientes a Ciudad de México.
Los aumentos en pacientes infectados provocaron que los hospitales de la Capital bajacaliforniana presentaran un aumento en la ocupación, principalmente en General, que del 24 al 26 de mayo estuvo a 91% de su ocupación -con 10 camas- y entre 8 y 14 ventiladores disponibles; mientras que en el Hospital de Zona 30, adscrito al Instituto Mexicano del Seguro Social, se estuvo trabajando entre el 73 y 81% de su capacidad durante la semana del 22 al 28 de mayo, siendo los últimos dos días cuando tuvo menos de diez camas libres para su uso y menos de cinco ventiladores.
Esta situación hizo que el secretario de Salud, Alonso Pérez Rico, anunciara que de ser necesario, los pacientes ser trasladarían al Hospital General de Tijuana, el cual ha trabajado alrededor del 60%, con un promedio de 69 camas y 35 ventiladores en la última semana.
A pesar que la cifra de contagios aumentó considerablemente en Mexicali, en Tijuana el número de personas que han dado positivo a COVID-19 no ha disminuido: 257 casos nuevos y 46 muertes se acumularon en los últimos siete días. De manera global, en BC fueron mil 26 casos confirmados y 136 decesos, sin dejar de lado las mil 292 pruebas positivas del IMSS que siguen sin ser tomadas en cuenta en las estadísticas que día a día presenta la Secretaría de Salud.
Hasta la mañana del jueves 28 de mayo, Baja California acumulaba 4 mil 940 casos confirmados y 774 defunciones por coronavirus. Uriel Saucedo Ramírez
91 policías con coronavirus; 13 murieron
En Mexicali, Tijuana y Rosarito se han registrado 91 casos de uniformados contagiados por COVID-19, según informaron los entrevistados. Mexicali tiene el mayor número con 40 casos, seguido de Tijuana con 38 y Rosarito con 13.
En cuanto a casos sospechosos, Mexicali reporta 120 uniformados, y Rosarito siete, quienes se encuentran en resguardo domiciliario.
En dos municipios (Mexicali y Tijuana) se reportó el deceso de trece policías, sin embargo, no en todos los casos se confirmó que fuera por la enfermedad respiratoria. En Mexicali los tres uniformados que fallecieron, tenían el diagnóstico de neumonía atípica, y en Tijuana, de los diez decesos, solo cuatro han sido confirmados por COVID-19.
Ensenada es el único municipio donde no había casos de agentes reportados hasta el 28 de mayo. La solicitud de información en Tecate no fue atendida. Julieta Aragón Domínguez
Más de 339 fiestas clandestinas en cuatro municipios de BC en tiempos de confinamiento
Hasta 339 fiestas clandestinas se han celebrado en cuatro de los cinco municipios de Baja California durante el periodo de confinamiento por la epidemia de coronavirus (Tecate no facilitó información).
El número es un estimado, porque no todos los municipios tienen desagregada la información de las denuncias ciudadanas relacionadas con ruido excesivo, explicaron fuentes consultadas por ZETA.
En Tijuana, Mexicali, Ensenada y Playas de Rosarito, el número de denuncias ciudadanas al 911 por ruido excesivo superó las 6 mil 700 en el periodo de aislamiento. Pero las autoridades aclararon que no todos los llamados corresponden a reuniones de personas, e incluso, hubo llamadas falsas.
En la estadísticas, el número de denuncias por exceso de ruido lo encabeza Tijuana, donde el director general de Policía y Tránsito Municipal, Roberto Esparza Trujillo, informó que se han reportado 3 mil 263 casos, aunque no dio un dato exacto de fiestas clandestinas. Estimó que podría tratarse de entre 5 y 10% del total de llamadas, lo cual significaría entre 163 y 326 reuniones. No ha habido detenciones.
En Mexicali, el titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal, Juan Carlos Buenrostro Molina, comentó que se han registrado 2 mil 986 denuncias De estas, solo en lo que va de mayo, 80 personas fueron multadas con mil 737 pesos (20 Unidades de Medida y Actualización, UMA), 23 más con 3 mil 475 pesos (40 UMA) y siete por una multa de 17 mil 376 pesos (200 UMA).
Este último dato correspondería a fiestas tumultuarias en las que había alrededor de 50 personas congregadas pese a las medidas de confinamiento para evitar la propagación del virus SARS CoV2. Incluso, en algunas había música en vivo. Mientras que el fin de semana pasado se multó a 46 personas por no utilizar cubre bocas, pero no se reportaron detenidos.
Por su parte, Edgar Salgado Martínez, vocero de la Dirección Pública Municipal de Ensenada, informó que se han reportado 155 fiestas clandestinas con más de veinte personas, “la reunión que más gente tuvo fue una donde había 210 personas”, aseguró. Solo han detenido a cuatro.
Por esa infracción se han impuesto multas desde 800 hasta 4 mil pesos en caso de personas reincidentes. Se está determinando la forma para que Recaudación de Rentas vincule las multas al pago de Impuesto Predial con el fin de que los ciudadanos no evadan la sanción administrativa en caso de no presentarse ante el juez municipal y sufragarla.
En su oportunidad, el secretario de Seguridad Pública y Ciudadana de Playas de Rosarito, Francisco Javier Arellano Ortiz, destacó que en ese municipio se han reportado 14 fiestas clandestinas, con una afluencia entre 15 y 20 personas.
La corporación ha detenido a 70 ciudadanos por infringir la disposición de no hacer reuniones por la contingencia sanitaria de COVID-19, así como ministros de culto han desobedecido los protocolos de sana distancia al oficiar homilías aun cuando colocaron candados por fuera de los recintos religiosos. Julieta Aragón Domínguez
Obligan a ICU Medical a reforzar medidas sanitarias tras contagio y suspensión
Luego de las denuncias de trabajadores por el brote de COVID-19 entre trece de sus compañeros, la suspensión y reactivación de labores y un nuevo cierre ordenado por la autoridad sanitaria, la empresa ICU Medical anunció el reforzamiento de medidas preventivas en todas sus áreas, además de garantizar el pago de salario a los mil 500 empleados de su planta ubicada en Maneadero.
La dirección general de la empresa dedicada a la fabricación de productos de terapia infusión, oncología y equipo de cuidados intensivos, anunció que de los trece casos positivos detectados, uno está a punto de ser dado de alta, en tanto que los otros doce continúan aislados en sus casas, asintomáticos y sin problemas significativos de salud, al igual que otros 30 casos sospechosos.
“Permaneceremos cerrados mientras trabajamos con las autoridades sanitarias. Mientras tanto, se les seguirá pagando su salario como cada miércoles. Le informaremos lo antes posible cuándo podremos reanudar las operaciones normales”, difundió la empresa en un comunicado.
En total, ICU Medical ha desarrollado 28 medidas preventivas para garantizar la salud de sus empleados una vez que se reanuden labores.
Desde el martes 19 de mayo, empleados se manifestaron en la planta debido al brote de COVID-19; esa noche, Protección Civil Municipal acudió, levantó un acta y notificó a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social y a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios.
El viernes 22 de mayo, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Coepris) realizó una visita y confirmó los casos positivos, anunciando la compañía la suspensión temporal de labores a partir de esa fecha.
Al siguiente día, sábado 23 de mayo, el secretario de Salud en Baja California, Alonso Pérez Rico, explicó que la empresa había reanudado sus funciones pese a un brote de contagios; fue así que, a través de una denuncia ciudadana, intervino la Coepris para constatar que había incumplimiento en los protocolos de seguridad y salud.
ICU Medical reabrirá una vez que lo determine el Departamento de Epidemiología de la Secretaría de Salud. Marcos A. Flores Mancilla
Custodios de El Hongo denuncian negligencia médica; 55 se han infectado de COVID-19 y cinco han fallecido
Familiares de custodios que laboran en la penitenciaría de El Hongo denunciaron que también ellos están enfermando de COVID-19, pero no les permiten regresar a sus hogares, sino que los obligan a seguir trabajando.
Ana, esposa de un custodio fallecido, expresó a ZETA que el occiso comenzó con síntomas desde el 27 de abril y el médico de la institución le dio una papeleta que indicaba, era sospechoso de coronavirus.
“A él lo siguieron aceptando en el trabajo, no le dieron descanso, nada. Supe que tienen amenazados a los custodios que si faltan o se incapacitan, los van a hacer trabajar más horas. A los que son de Ensenada, los van a mandar para Mexicali, con tal de que no falten”, expuso la viuda, quien agregó:
“Cuando acabó su turno, él llegó a casa con fiebre, pero siguió yendo a trabajar hasta el día 6 (de mayo), que lo llevamos a un (médico) particular, pero nos dice la doctora que no lo puede atender porque ya iba muy mal y no le estaba funcionando el pulmón izquierdo”.
De inmediato fue internado en el Hospital General de Ensenada, pero no se sintió seguro y pidió ser trasladado al Hospital Belmar, haciendo uso de su seguro médico, donde falleció el 13 de mayo.
Información obtenida por ZETA refiere que hasta el 22 de mayo, 106 personas habían sido confirmadas con COVID-19 o sospechosas de tener la enfermedad dentro del sistema penitenciario: 40 internos de los distintos penales en el Estado, 51 custodios y 15 administrativos.
Al cierre de esta edición, jueves 28 de mayo, 45 custodios se encontraban incapacitados, de los cuales 19 son casos confirmados de coronavirus y dos con neumonía atípica; asimismo, ya se registraron cinco fallecimientos y 30 casos clasificados como sospechosos.
Salvador Morales Riubí, subsecretario del Sistema Estatal Penitenciario, comentó a este Semanario que los primeros casos se presentaron cuando Baja California ya se encontraba en Fase 3 de la pandemia.
“Lo que hemos hecho desde el principio, fue tener espacios de observación seccionados en bloques de días, de uno a cinco días, del 5 a 10, y del 11 al 14 o 15, para saber si desarrollan alguna de la sintomatología de la enfermedad”, abundó.
Otro punto vulnerable es el propio personal que labora turnos de 24 por 48 horas, lo que implica que al final de una jornada, vayan a casa en un ambiente de infección comunitaria, aumentando así su vulnerabilidad. Ángela Torres Lozano
