Las paredes no paran de vibrar,
los gritos de cesar, y las lágrimas de callar.
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Imploró escapar, intentó huir,
no puedo más, no creo lograr.
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Los gritos deseando salir, rasgando por salir,
parece no importar, pues inaudibles no son.
1, 2, 3
Logró escapar, logró parar.
Pies descalzos, piel descubierta,
pecas escondidas tras las lágrimas,
fuera del tormento, pero el dolor
y el recuerdo prevalecen y no desaparecen.
1, 2, 3
Fuera. ¡Ayuda! ¡Ayuda!
¿Seré yo la siguiente?
¿Te volveré a ver?
1, 2…
Stephanie Duque Velázquez
Escuela Preparatoria Educare, Grupo 401
Tijuana, B.C.
