El Banco de México (Banxico) recortó su pronóstico para la economía mexicana en 2020, de 1.3 a 1% del Producto Interno Bruto (PIB), al considerar que existen factores internos y externos que impiden su crecimiento.
A nivel nacional, es necesario mejorar el clima de negocios en México, incrementar la confianza e implementar acciones que reduzcan la inseguridad, corrupción e impunidad.
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En el ámbito internacional, la economía se verá impactada por la epidemia del coronavirus, aunque no precisó de qué manera afectará el brote viral a nuestro país.
En cuanto a la inflación, el banco central estimó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor se mantendrá en niveles inferiores al 3.4%, pero retrasó el cumplimiento de la meta del 3% hasta el primer trimestre de 2021.
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Ante los datos de que Petróleos Mexicanos (Pemex) no alcanzó la meta de producción, ya que al cierre de 2019 produjo en promedio un millón 678 mil barriles de petróleo diarios, el Banxico anticipó retos para las finanzas públicas de México, lo cual haría necesario volver a utilizar el recurso del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios.
Respecto a ello, el especialista en economía y energía Ramsés Pech, previo que Pemex no va a llegar a la meta de producción establecida en el Presupuesto de 2020, si vuelve a subejercer recursos como el año pasado. “En 2019 aprobaron en inversión 273 mil millones de pesos, pero sólo se ejercieron 201.5”, argumentó.
A inicios de semana, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) confirmó la primera contracción del PIB desde 2009, al registrar una caída de la economía de 0.4% a tasa anual.
Sobre los datos del Inegi, Pech indicó que conforme a la caída del PIB, el banco central también confirmó la caída de la Inversión Extranjera Directa (IED) por mil 825 millones de dólares, lo cual “confirma que las empresas reinvirtieron las utilidades para mantener el negocio, y ante ello, la actividad terciaria tuvo que reducir el precio de sus servicios para mantenerse en el mercado”.
De acuerdo con el especialista, la IED nueva fue de 380 millones de dólares, “no hubo nuevos negocios y esto se ve reflejado en el dato de la contracción de la actividad secundaria” (industria, minería y construcción), panorama que confirma, “las empresas no están yendo a la banca a pedir prestado, por lo que la economía es cíclica estacionaria”, agregó Ramsés Pech.
A los malos resultados económicos se suma el dato de desempleo. Ayer jueves 27 de febrero, el Inegi informó que la tasa de desocupación aumentó en enero a 3.7% respecto a la Población Económicamente Activa (PEA), cantidad superior en 0.5 puntos a la reportada en 2019.
Durante el primer mes del año, también incrementó la tasa de subocupación, al situarse en 7.5% de la población ocupada.
La institución detalló que la tasa de subocupación mide el porcentaje de la población ocupada con la necesidad y disponibilidad de trabajar más horas de lo que su ocupación actual se lo demanda, destacando que en enero de 2018, tal indicador económico se sitúo en 6.9%.
Igualmente, la tasa de condiciones críticas de ocupación tuvo un incremento importante de 4 puntos porcentuales, al pasar de 18% en enero de 2019, a 22% en el mismo mes del año en curso. Este indicador registra el porcentaje de la población ocupada con condiciones inadecuadas de empleo, ya sea por ingresos, tiempo de trabajo o la combinación de ambos.
En contraste, hubo una disminución anual de la tasa de informalidad laboral, que en enero se ubicó en 56% respecto la población ocupada.
Acorde con el Inegi, la tasa de desocupación de Baja California bajó en enero pasado, al pasar de 2.5% de la PEA en el primer mes de 2019, a 2.4% en igual lapso de 2020.
