Orgánico, vivo y moralizador, “El diablo entre las piernas” es el nuevo filme de Arturo Ripstein; una aventura literaria de su esposa Paz Alicia Garciadiego, protagonizada por Silvia Pinal y Alejandro Suárez, que proyectará Cineteca Tijuana el 9 de febrero
De la imaginación del matrimonio compuesto por la escritora y guionista Paz Alicia Garciadiego y el legendario cineasta Arturo Ripstein, Baja California tendrá el estreno de la cinta “El diablo entre las piernas”, con las actuaciones estelares de Sylvia Pasquel y Alejandro Suárez, como parte de la 67 Muestra Internacional de Cine, a exhibirse del 1 al 16 de febrero en la Cineteca Tijuana.
Con una apuesta filmada en blanco y negro, nutrida con diálogos basados en la mezcla de un lenguaje rimbombante y callejero del Siglo XIX, Garciadiego y Ripstein abordan el tema de la sexualidad en la tercera edad.
“Las personas y la sexualidad no tiene fecha de caducidad, duran más de lo que dura el cuerpo. En ese tema nos enfrascamos, además de ausentar el color, como decía Picasso, el color te limita, te incita a sentir una emoción; si se lo quitas, invitas al espectador a otro universo, en este caso, un encierro”, señaló Ripstein a ZETA.
Luego de estrenarse en los festivales internacionales de cine de Toronto y Morelia, “El diablo entre las piernas” recorrerá México como parte de la edición 67 de la Muestra, llegando a la Sala Carlos Monsiváis del Centro Cultural Tijuana (CECUT) el domingo 9 de febrero con dos funciones.
“Es una película de mujer para mujeres, sobre una pareja aislada en su propia casa, que se vuelve su prisión y guarida, desde la que van eliminando relaciones sociales, incluso familiares, lo que nos permitió enfrentar a los personajes que confunden los celos con el amor, celos con idolatría. Es una historia de unos viejos de Siglo XIX que se traslada al XX. Es un relato que empecé a escribir en forma de guion, aunque no tenía intenciones de que se filmara, cosa que me liberó, me dio manos libres. Nunca antes fui consciente de los límites, de la censura”, subrayó Garciadiego sobre la historia de Beatriz, una mujer que, luego de formar una familia y ver a sus hijos realizar sus propias vidas, enfrenta agresiones verbales, insultos y humillaciones; pese a ello, esta se resiste a la idea de pasar el resto de sus días sin su marido.
Respecto al lenguaje con el que espectador se enfrentará, la escritora justificó: “La palabra es mi instrumento, necesitaba manejar insultos domésticos. Cuando la vulgaridad se repite, se vuelve belleza, toma ritmo y trasciende, por lo que le di alas al lenguaje callejero con el de mi abuela persignada para hablar de un tema tabú, la vejez y la sexualidad. Los viejos no somos nostálgicos y serenos, hay que hablar de nuestras pasiones, del deseo, de la vejez intranquila, donde las pasiones ocurren”.
Por su parte, con una obra majestuosa que más allá de abonar al cine mexicano se incrusta en al séptimo arte, Arturo Ripstein afirmó: “El teatro es el embrión, le pones una cámara y se vuelve cine. Uno no puede ir con diálogos de una sola línea como el cine de Hollywood, afortunadamente encontré un guion preciso y formidable que no se reduce a ser informativo, sino que es rico, como el lenguaje barroco que utilizamos a favor”.
Sobre su participación estelar en “El diablo entre las piernas”, la primera actriz Sylvia Pasquel compartió con este Semanario los retos que le implicó la filmación, lo que representa en su carrera y cómo fue trabajar por segunda ocasión con la pareja.
“La primera vez que leí el guion me encantó, se me hizo un reto, sobre todo porque nunca había hecho un personaje como este, tampoco me había enfrentado a un desnudo. Sentí que podría sonar gráficamente grotesco, pero se trató con fineza, confié en la mano de Arturo, aunque sí fue un reto a esta altura de mi carrera y edad hacer un desnudo, al final sabía que Arturo iba a hacer una obra de arte de eso. Ahora todo mundo conocerá mis chichitas”, apuntó Pasquel, quien describió leer el guion de Garciadiego como una poesía.
“Leí e imaginaba cómo decir esa poesía frente a las cámaras, para uno como actor es difícil construir las frases tan diferentes a lo acostumbrado a la televisión, había que aprenderse los diálogos tal y como ella los escribe, y darle el sentido a cada descripción del ambiente, las situaciones, la manera del lenguaje. Ya había hecho ‘La calle de la amargura’ con ellos y sabía cómo funden su talento como pareja, entendí que era un enfrentamiento muy fuerte, me aventé porque es un orgullo trabajar con ellos, un premio para mí como actriz, una gran responsabilidad. Es gente amorosa, apasionada, que cuida todo: la iluminación, recreación, fue una experiencia única. La mejor película que he hecho en mi vida, siento que es un parteaguas en mi carrera”, finalizó.
La 67 Muestra Internacional de Cine iniciará el sábado 1 de febrero con la proyección de “Esto no es Berlín” (6:00 y 8:00 pm), para continuar el domingo 2 con “Un día lluvioso en Nueva York” (6:00 y 8:00 pm); el martes 4 se exhibirá “La dulce vida” (4:00 y 7:00 pm); miércoles 5, “El joven Ahmed”(6:00 y 8:00 pm); jueves 6, “Por la gracia de Dios” (5:00 y 7:30 pm); viernes 7, “La odisea de los Giles” (6:00 y 8:00 pm); sábado 8, “El despertar de la fiera: Dogman” (6:00 y 8:00 pm); domingo 9, “El diablo entre las piernas” (5:00 y 7:30 pm); martes 11, “Varda por Agnés” (6:00 y 8:00 pm); miércoles 12, “Génesis 2.0” (6:00 y 8:00 pm); jueves 13,“Reina de corazones” (6:00 y 8:00 pm); viernes 14, “Papicha: Niña hermosa” (6:00 y 8:00 pm); sábado 15, “Ray & Liz” (6:00 y 8:00 pm); para concluir el domingo 16 de febrero con “Bacurau: Tierra de nadie” (6:00 y 8:00 pm).