Si hay alguna razón que explique el acierto de este filme, hay que voltear a ver al reparto. Charlize Theron como Megyn Kelly; Nicole Kidman como Gretchen Carlson; Margot Robbie en el rol de Kayla Pospisil; John Lithgow encarnando al fiero Roger Ailes. Todo el equipo del viejo Fox News enredado en un escándalo de acoso sexual difícil de olvidar.
Aunque la actuación de Lithgow es vital para contar esta historia, tiene seria competencia con el trabajo que en su momento ya había hecho Russell Crowe en una miniserie basada en estos lamentables hechos, producida por Showtime.
Pero el comparativo como siempre es necio, lo cierto es que aquí tenemos un trabajo histriónico de primera línea que bien navega bajo la dirección de Jay Roach, recreando un momento crucial en el periodismo televisivo conservador de Estados Unidos, cuando Carlson demandó a Ailes tras ser despedida por salir al aire sin maquillaje.
Esa solo fue la punta del iceberg. Los ataques, el abuso verbal y la conducta del brillante pero monstruoso Ailes se refleja en la frustración de Carlson, su blanco favorito, mientras que Kelly enfrenta a su propio demonio: Donald Trump, entonces lejos de la Presidencia, o al menos eso era lo que se creía.
Con un guion bastante inteligente de Charles Randolph, el filme explora bien la tempestad del influyente noticiario y se recarga bastante en Kelly con Theron, lista para una batalla épica difícil de olvidar.
Lo más sobresaliente de esta cinta termina siendo la labor colectiva que mantiene el suspenso y, aunque el desenlace es conocido, qué fascinante resulta llegar hasta ahí. Tan solo, insisto, si “The Loudest Voice” no hubiera sido un trabajo tan logrado en la televisión de paga, este largometraje tendría que trascender más. Bien por todos los involucrados en una buena propuesta cinematográfica. ****
Punto final.- Tal parece que Jorge Bergoglio interpreta a Jonathan Pryce.