Acaparando todos los reflectores de la industria de la música, número de reproducciones en las diversas plataformas digitales, visualizaciones en YouTube y una gira mundial, la cantante Billie Eilish debutó artísticamente acumulando éxitos globales que la catapultaron como la protagonista de los 365 días de 2019, convirtiéndose en unas de las figuras más sonadas y escuchadas del planeta.
De la mano de éxitos como “Bad Guy”, posicionado permanentemente en los primeros puestos de las listas más importantes y con más de 700 millones de reproducciones, la nacida en Los Ángeles, California inició 2020 anunciando su gira “When We All Fall Asleep” para la promoción de su único álbum, del que se desprenden éxitos como “You Should See Me in a Crown”, “When the Party’s Over”, “Bury a Friend” y “Wish You Were Gay”, alcanzando el top 10 a nivel mundial en plataformas como Spotify y en listas internacionales como Billboard Hot 100.
Aunado a ello, protagoniza las nominaciones de la edición 62 de los Premios Grammy, a celebrarse el 26 de enero en el Staples Center de Los Ángeles, donde el nuevo fenómeno juvenil destaca por seis nominaciones: Álbum del Año, terna que comparte con Lana del Rey y Ariana Grande; Grabación del Año por su sencillo “Bad Guy”, que para muchos impulsó la carrera de la joven; y Canción del Año.
Pero indiscutiblemente, Eilish se alzará con el Gramófono a Mejor Nuevo Artista, categoría en la que también figura la cantante de flamenco urbano Rosalía.
Billie se ha mantenido fiel a su estilo entre cada canción, pues a sus 18 años, ha escrito melodías que cautivan los sentimientos de sus millones de seguidores, por lo cual se perfila a convertirse en la nueva estrella de la llamada “Generación Z”, abordando los males por los que atraviesan los jóvenes que conectan muy bien con su “pop lúgubre”, lleno de sonidos homogéneos en géneros como el trap, synthpop, R&B moderno, hip-hop y electrónica.
Además, recientemente la intérprete lanzó una línea de ropa en colaboración con la marca sueca H&M, fiel a su colorido estilo propio: camisetas y sudaderas holgadas, abrigos, vestidos anchos, pantalones, accesorios y calcetines.
