Edgar Soto Villegas, representante de la Fundación CRECE Mexicana, reveló que México está llegando a su límite de tiempo para tornar en sus leyes si es procedente o improcedente la legalización de algunos productos derivados del cannabis, los cuales tienen su principal fin terapéutico.
Aunque algunas discusiones se han desviado al consumo recreativo, para algunos expertos, familias de enfermos y políticos mexicanos, la legislación debe enfocarse al consumo medicinal, ya que ha quedado demostrado que su uso mejora la calidad de vida de algunos enfermos.
“La Suprema Corte de Justicia de la Nación dio un plazo de 180 días para que entre una regulación o una reglamentación del uso médico del cannabis. Hay diversas propuestas de Ley en el Senado, el Congreso, sin embargo, están ellos ahora sí que dando un ultimátum a la regulación médica; están en este camino, el plazo vence el 30 de abril del 2020”, expresó Soto Villegas.
Los estudios en personas que han sido tratados con derivados del cannabis, afirman que hay mejoría: que es mucho menor el impacto -o casi nulo- a comparación de los medicamentos agresivos recetados para ciertos padecimientos.
El número de crisis, ataques y desmayos ha disminuido considerablemente, además de que la calidad de vida de los pacientes tratados con este derivado de la marihuana, ha ido en aumento.
“Lo que más preocupa es el tema terapéutico, el tema medicinal, como lo menciono. Hay miles de pacientes en el país -lo puedo decir abiertamente- que están siendo beneficiados con el uso terapéutico del cannabis; hay casos en los que niños con 300 crisis de epilepsia, han logrado reducirla a una o dos crisis mensuales. Ese tipo de beneficios se han visto y han sido probados científicamente en muchas partes del mundo, y pues están replicados en este país desde hace ya varios años”, reveló el experto (también paciente).
Familiares reconocen que el uso medicinal del cannabis es necesario; saben que el uso adecuado beneficia en mucho a sus pacientes, es por ello que hoy unen sus testimonios para mejorar la vida de ellos y de muchas personas más que no han recibido estos beneficios.
“Obviamente [lo importante es] obtener esa medicina, obtener este tratamiento, pues ellos tienen que recurrir al mercado negro -sinceramente y hablando de esta forma- para poder elaborar su medicamento o poder tener o adquirir los productos que se están ofreciendo. En México, la verdad, hay muchísimas personas con el conocimiento amplio del tema el cannabis, quienes están elaborando extracciones, productos, alcoholaturas, tinturas; y la gente que se está beneficiando con estos tratamientos, son los principales interesados en que exista una regulación”, refiere el representantes de la Fundación CRECE Mexicana.
Aunque no lo expresan directamente, consideran que al regularse el cultivo orgánico del cannabis se reducirá el tráfico de drogas; aún más si hay establecimientos legales que la distribuyan.
Expertos han explicado que, al legalizarse, el Gobierno de México podrá cobrar impuesto por la droga; en consecuencia, gran parte del mercado negro se vendría abajo.
“Si puedes tener un cultivo orgánico en casa -obviamente bajo los lineamientos que la Ley vaya a sacar- de ese mismo cultivo puedes obtener tu medicina; puedes aprender caseramente a hacer el aceite, preparar un bálsamo, una alcoholatura o algún derivado que pueda funcionar para uso terapéutico. Entonces .ya teniendo tus plantas en tu casa y el conocimiento casero o artesanal de elaborarlo, vas a tener acceso a tu medicina naturalmente”, añadió.
El director de la Asociación Semáforo Delictivo, Santiago Roel, ha declarado en múltiples ocasiones a ZETA que “la legalización del consumo de cannabis traerá una gran disminución de muertes por la lucha del contrabando”, pero es un tema que ningún gobierno del país ha querido tocar.
Así como el representante de Fundación CRECE Mexicana -brindando su testimonio-, un gran número de personas ha encontrado en el cannabis un refugio a sus padecimientos.
“Hace tres años era paciente psiquiátrico, estaba medicado con medicamento controlado, sufría insomnio crónico, también ataques de pánico; yo tenía cerca de cuatro o cinco tics nerviosos, mi salud estaba muy mermada. Tenía una vida de mucho estrés. Me acercaron a este tratamiento porque yo estaba tomando cerca de cuatro pastillas diarias de medicamentos muy dañinos y agresivo para el hígado y el riñón que me hicieron subir como 30 kilos, convirtiendo mi vida en una verdadera pesadilla. Ahora llevo tres años con este tratamiento; no me he tomado ninguna Clonazepam, no me tomado Diazepam, ni siquiera una gota de Rivotril, para ninguno de mis padecimientos o trastornos”, recordó Edgar Soto Villegas.
Se espera que para el mes de febrero, el Senado pueda tomar el tema del uso medicinal del Cannabis; a partir de ahí se pretende que haya una legislación adecuada que beneficie a los pacientes mexicanos.