El mejor recurso narrativo que tiene esta película de Robert Eggers es crear tanto suspenso que llega el momento en que es complicadísimo distinguir entre lo que realmente está sucediendo y lo que se imaginan los solitarios personajes del faro.
Y es que Eggers es un maestro del suspenso y del Género “H”, tal como demostró con “La bruja”, su anterior cinta en la que a ratos parecía imposible saber si en sí había una bruja o era producto del fanatismo religioso de una familia enloquecida en la era del puritanismo entre los primeros colonos de Estados Unidos.
Ahora, la historia se sitúa en la Nueva Inglaterra del Siglo XIX, donde se crea la tragedia verídica del Faro Smalls que en 1801 fue el escenario donde uno de los dos trabajadores murió y el sobreviviente soportó su cadáver durante meses en medio de constantes tormentas que me impedían ser rescatado.
Aunque la cinta de Eggers no describe a detalle el caso, sí parte de esta infortunada anécdota para contar la crisis demencial de Thomas Wake (Willem Dafoe) y Ephraim Winslow (Robert Pattinson), desde cuya óptica se cuentan los hechos.
Esta idea de asumir la perspectiva de Winslow para desarrollar el filme, permite al director llenar al espectador de dudas, pues nunca se sabe si el personaje de Wake es tal cual, o si es como lo ve el joven con el que no parece congeniar muy bien que digamos.
El principio del fin es a raíz de la tormenta que impide que esta pareja dispareja salga del faro. Al principio hay tensión, violencia a punto de estallar, pero conforme la convivencia se complica en ese claustrofóbico e inhumano faro, la paranoia brota.
Agreguémosle aquí el hecho de que el largometraje está en blanco y negro, con poca iluminación, un sonido fríamente calculado y un par de estupendas actuaciones donde Dafoe sobresale en todos los aspectos. El resultado es un trabajo cinematográfico muy favorable para la carrera de Eggers, quien se va perfilando como el maestro del horror de esta década. ****
Punto final.- “Zombieland: Double Tap”. Buena opción especialmente para este fin de semana. De veras…