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viernes, febrero 16, 2024
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Acueducto sin permisos de aguas tratadas

Uso de suelo y licencias de construcción no han sido tramitados ni obtenidos por la empresa Odis Asversa. Un año después de la firma del contrato se ingresó a Semarnat la Manifestación de Impacto Ambiental, aún sin aprobar

La empresa Odis Asversa no ha solicitado al Ayuntamiento de Ensenada el uso de suelo ni la licencia de construcción del acueducto que forma parte del proyecto Agua para el Valle de Guadalupe, consistente en utilizar agua tratada de la planta Punta Bandera para el riego de viñedos.


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De acuerdo con el XXIII Ayuntamiento, a través de la Dirección de Administración Urbana, Ecología y Medio Ambiente de Ensenada, ni la empresa ni el Gobierno del Estado han ingresado ante la dependencia trámite alguno relacionado con el proyecto. Matilde López Chávez es la titular de dicha oficina desde la pasada administración.

Además, la empresa israelí ingresó a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) el trámite de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) un año después de haber firmado el contrato para desarrollar el proyecto y obra, pese a que en su plan de trabajo contemplaba tener autorizado el documento entre octubre y principios de noviembre. Hasta el 7 de noviembre no había sido autorizado.

El documento de 594 páginas fue elaborado por la empresa Society & Nature Consultancy e ingresado a la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental el 17 de septiembre, con clave 02BC2019H0049, luego que en mayo de 2018 la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana adjudicó la licitación a la empresa y el 13 de septiembre del mismo año se firmó el contrato.


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El documento confirma la modificación del proyecto original -traer agua de las plantas La Morita y Arturo Herrera- sin una nueva licitación, y arroja que el periodo de recuperación del capital fue catalogado como “información confidencial”.

Para la realización de este proyecto el costo estimado asciende a mil 339 millones de pesos, de los cuales el 20 por ciento de inversión procederá de Odis Asversa y 80% de crédito bancario.

En la gaceta ecológica de la dependencia federal, se describe que el proyecto consta de la construcción de una planta de tratamiento de aguas residuales para dar tratamiento a un metro cúbico por segundo; una vez tratada será conducida a través de un acueducto de 111.103 kilómetros de longitud y diámetros de 46 o 48 pulgadas, a una estación de rebombeo y sistema de recepción para distribución de agua tratada a diversos productores del Valle de Guadalupe; asimismo, cuando el agua no se aproveche, se dispondrá en el escurrimiento de San Antonio de los Buenos, para riego en campos de golf o para retornarla a la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT). Para el desarrollo del proyecto será necesaria la remoción de vegetación.

El contrato tiene vigencia de 20 años y posibilidad de prórroga de 10 más, en tanto que la planta de tratamiento tendrá capacidad para operar durante 50 años.

El proyecto comprende tres obras principales: una nueva planta de tratamiento de aguas residuales en el predio de la actual Punta Bandera, con capacidad de un metro cúbico por segundo; un acueducto de 111 kilómetros lineales con 46 a 48 pulgadas de diámetro; y una planta de bombeo en Santa Anita.

La zona donde se pretende construir la nueva planta corresponde a un predio propiedad del Gobierno del Estado de Baja California, administrado por la CESPT en Punta Bandera, perteneciente a San Antonio de los Buenos, municipio de Tijuana

En cuanto al acueducto, se prevé la apertura de una zanja que podría alcanzar tres metros de ancho máximos y excavaciones de hasta tres metros de profundidad. El acueducto estará dividido en quince tramos.

El proyecto incluye el uso de dos estaciones de bombeo, una en las instalaciones de la planta de tratamiento de aguas residuales en San Antonio de los Buenos (ya existente) y una estación de rebombeo que se pretende construir como parte del proyecto, en un predio localizado a la altura del poblado de Santa Anita, equipada con tres bombas de mil 500 caballos de fuerza.

 

OBRAS TOMARÁN CUATRO AÑOS

La MIA indica que la construcción del proyecto podría comenzar una vez obtenidas las autorizaciones necesarias, como es el caso de la autorización en materia de impacto ambiental, cambios de uso de suelo, Comisión Nacional del Agua (Conagua) y demás permisos de los gobiernos Federal, estatal y municipal.

En virtud de los tiempos de gestión será necesario contar con un plazo para la construcción equivalente a cuatro años, y de 30 años para llevar a cabo las actividades de operación y mantenimiento. El inicio de las obras de preparación del terreno y construcción del proyecto está programado tentativamente para el primer semestre de 2020. El inicio de operaciones de la planta de tratamiento y del acueducto se prevé para mayo de 2022, en tanto el tiempo necesario para lograr el desarrollo de las obras y actividades puede ser de 36 meses previos a las pruebas de arranque. En la etapa de operación se  dará mantenimiento preventivo y correctivo a las instalaciones.

Según el cronograma entregado a la autoridad federal, entre enero y abril de 2020 se pretende obtener los permisos y trámites para la construcción de la nueva planta de tratamiento. En el caso de la planta de rebombeo, se calcula obtenerlos entre enero y agosto, y en el caso del acueducto, este mes de noviembre.

 

DESCONOZCO RELACIONES ODIS-ROMERO DESCHAMPS: BACKHOFF

El 26 de octubre, Milenio Diario publicó que la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción envió oficios a las procuradurías y fiscalías estatales solicitando archivos y bases de datos de registros, certificados, concesiones o permisos del ex dirigente del sindicato de Petróleos Mexicanos (Pemex), Carlos Romero Deschamps, varios de sus parientes y cuatro empresas, entre estas Odis Asversa,

Hans Backhoff Guerrero, vocero del sector vitivinícola en el tema del acueducto de aguas tratadas, desconoció las relaciones políticas de la empresa, calificándola como una compañía solvente de talla internacional. Proviene de un país que ha perfeccionado técnicas y tecnologías hídricas, “si hay un país que sabe y puede poner el ejemplo es Israel”, insistió el productor.

“En este momento tenemos la posibilidad de un proyecto real con el cual hacer frente a la carencia del agua en la zona vitivinícola, seríamos ejemplo a nivel nacional”, expuso Backhoff.

De acuerdo con la empresa promotora del proyecto, la producción de vino de Baja California puede incidir en la reducción del déficit de la producción de vino, implicando ganancias para de hasta 181.3 millones de dólares para el Estado, sobre todo rebasar la producción de diez toneladas de uva por hectárea, ya que la escasez de agua es una de las prioridades a resolver.

Afirmaron que con 500 litros de vino se obtienen 666 botellas de 750 mililitros. La importancia económica del vino se puede ilustrar considerando que para 2012 el costo medio de producción de una botella de vino artesanal de calidad Premium es de 8.2 dólares y de 4.2 dólares el vino sin crianza. Al considerar una tasa de cambio mercantil de 19 pesos por dólar, el costo medio de producción de una botella de vino se ubica entre aquel sin crianza en barrica de 75.6 pesos y aquel de calidad Premium 164 pesos.

ZETA intentó contactar al representante de Odis Asversa, Fabián Yáñez Carbajo, pero sus asistentes aseguraron que estaba ocupado.

También se solicitó a la Fiscalía estatal un pronunciamiento en torno a la publicación a nivel nacional, pero no hubo respuesta. De igual manera, se pidió entrevista con Karen Postlethwaite Montijo, encargada de Infraestructura y Desarrollo Urbano, sin que se concretara hasta el cierre de esta edición.

 

NEGOCIO DE 11.9 MIL MILLONES ES “INFORMACIÓN CONFIDENCIAL”

Si bien la empresa detalla los montos y rubros de inversión durante el periodo de ejecución, en el MIA ingresado a la Semarnat se especifica que el periodo de recuperación del capital es “información confidencial”.

En el contrato firmado entre la CESPT y Odis Asversa, se establece una contraprestación de 87 centavos a favor de la paraestatal, en tanto que la empresa pretende vender el metro cúbico por 19 pesos.

Tomando en cuenta que el volumen garantizado es de 86 mil 400 metros cúbicos diarios, lo que anualmente se traduce en 31 millones 536 mil metros cúbicos y un total de 630 millones 720 mil metros cúbicos en veinte años, la empresa generaría 11 mil 983 millones 680 mil pesos, diez veces más de lo invertido, recuperando la inversión en dos años.

En edificaciones e instalación de acueducto se proyecta invertir mil 140 millones 955 mil 245 pesos; en estudios y proyectos, 7 millones 699 mil 135 pesos; compra de terrenos para rebombeo, 141 millones 450 mil pesos; licencias y permisos, 39 millones 95 mil 624 pesos; gastos de supervisión ambiental, 525 mil pesos; gastos de auxiliares ambientales, 675 mil pesos; gastos de reforestación y mantenimiento de áreas reforestadas, 4 millones 800 mil pesos; supervisión externa, 2 millones 600 mil pesos; rescates de especies de fauna y conservación, un millón 200 mil pesos.

 

MENOS CONTAMINACIÓN; AGUA PARA CAMPOS DE GOLF

Además de dotar de agua a los viñedos del Valle de Guadalupe, el proyecto -según la empresa- permitirá resolver la contaminación actual que se produce por descargas de agua sin tratar sobre el cañón o arroyo San Antonio de Los Buenos, proveniente de la “obsoleta” planta Punta Bandera que funciona hace 30 años y alcanza las aguas marinas del Océano Pacifico y las costas de San Diego.

Cuando no se aproveche el agua tratada en las zonas agrícolas, se usará para el riego de campos de golf de Playas de Rosarito o para las aguas tratadas sobre el propio escurrimiento de San Antonio de Los Buenos (en este caso, con los parámetros de calidad de agua que se encuentran en la NOM-001-SEMARNAT-1996) contando con las autorizaciones necesarias de la Conagua. O bien, las aguas residuales se retornarán a la CESPT para los usos que juzgue conveniente. Aún no se tiene definida la forma o traslado para el uso en campos de golf.

 

LODOS SE USARÁN COMO MEJORADORES DE SUELOS

La planta producirá mil 700 kilogramos diarios de lodos activados que se deshidratarán y entregarán a los agricultores como mejoradores de suelos. A efecto de garantizar que los lodos de la planta de tratamiento puedan ser reutilizados, se analizarán para determinar su posible uso conforme a las normas oficiales mexicanas NOM-004-SEMARNAT-2002 (NOM-004) y NOM-083-SEMARNAT-2003 (NOM-083). En aso de ser reaprovechados, se obtendrá la “constancia de no peligrosidad de los mismos”.

Autor(a)

Marco A. Flores
Marco A. Flores
Egresado de la licenciatura en ciencias de la comunicación por la Universidad Autónoma de Baja California. Ha sido reportero y jefe de información en diversos medios impresos, digitales y radiofónicos desde el 2007. Reportero del Semanario Zeta desde el año 2018.
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