Antonio Rosquillas, director de Protección Civil en el Estado, declaró que ha sido la condición Santa Ana más fuerte que ha azotado a Baja California y no es para menos, en una noche se incendiaron cerca de 5 mil hectáreas en Ensenada, Tecate, Playas de Rosarito y Tijuana.
El fuego comenzó en la zona rural de San José de la Zorra, en Ensenada y ha sido el siniestro más grande hasta el momento, registrado.
Las llamas continuaron en Tecate, en donde consumieron alrededor de 60 casas, entre ellas, el sótano de un refugio de animales con 30 mascotas, acabando con la reserva de croquetas que tenían para diciembre.
En recorrido realizado por ZETA, se observó a la brigada del turno 3 del Departamento de Bomberos de Tijuana supervisaba un incendio en Valle San Pedro, el cual en las primeras horas del viernes amenazó al campus de Valle de las Palmas de la Universidad Autónoma de Baja California.
Sin embargo, la dirección del viento cambió rumbo a 20 rancherías que tuvieron que ser evacuadas, y el ganado asegurado para evitar pérdidas.
Fue ahí donde un grupo de 50 voluntarios llegaron con botellas de agua y palas, y se pusieron a disposición de los “tragahumo”, quienes aprovecharon para enviarlos a bordear con tierra un perímetro, para evitar que el fuego llegara a los hogares.
Juanito Palafox, viendo como se consume su casa tras los vientos de Santa Ana en Tecate. Foto: Ramón Blanco
En el Paso del Águila, a un costado de la carretera libre Tijuana-Tecate, Juan Palafox, un septuagenario se sienta en medio de la vialidad a observar su casa, rodeada por el fuego, “tenemos 7 años viviendo ahí mi esposa y yo, tuvimos que evacuar junto con los perros”, comentó.
La condición Santa Ana ha traído vientos de más de 55 kilómetros por hora y ha propagado los incendios a zonas urbanas de Tecate, en donde ya hubo dos civiles muertos, así como un bombero y una persona lesionada con quemaduras, quien se encuentra en estado grave.
En Playas de Rosarito la situación no fue mejor, un hombre fue encontrada sin vida en el baño de una vivienda quemada, junto con su mascota, en la colonia Morelos.
Pero fue en la noche cuando los vientos y el fuego tuvieron mayor intensidad, Baja California ardió en cuatro de sus cinco municipios causando pérdidas materiales, aún sin cuantificar.
A través de redes sociales y distintos medios de comunicación se pudo apreciar el miedo, la incertidumbre y la zozobra de los bajacalifornianos que miraban perdidos sus patrimonios.
Instalación del Consejo de Proteccion Civil del Estado. Foto: Ramón Blanco
Palmeras, arbustos, matorrales, sauces, casas, refugios en llamas y carreteras cerradas fueron parte del escenario en la noche del 24 de octubre, en el que ha sido considerado el peor incendio y la peor condición Santa Ana que ha afectado a Baja California.
Muchas zonas de Playas de Rosarito, como Real Mar, El Morro, Paso del Águila y Villa San Pedro aun amanecieron en llamas, pero poco a poco, el personal de Bomberos retomó el control de la situación, ahora el paisaje es negro, el olor a humo, a ceniza y la sensación de sequedad reinan en el ambiente.
La tarde de este viernes se declarará zona de emergencia para que autoridades federales, a través de la Comisión Nacional Forestal puedan destinar recursos del Fondo de Desastres.
Mientras tanto, la comunidad de cada municipio se ha unido, no sólo para ofrecerse como voluntarios, sino para entregar agua, víveres, snacks y fruta a los bomberos y damnificados.
En redes sociales, médicos han ofrecido sus servicios gratuitos para atender a bomberos o a personas víctimas del humo o el fuego. De igual forma, veterinarios están dando consultas gratuitas para revisar a las mascotas y alguno ciudadanos ofrecen su casa como refugio para las familias que se quedaron sin hogar.
Baja California está frente a un desastre, pero también ha demostrado que ante las tragedias, logra ser un pueblo unido, comentó Rosquillas, durante la instalación del Consejo Estatal de Protección Civil, por lo que sólo queda estar alerta, pues el pronóstico indica que el domingo, los vientos de Santa Ana regresarán con la misma intensidad.
