De Trez en Trez
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El Gobierno Federal, encabezado por AMLO, “podrá decir misa” con respecto a los casos de “presuntos actos de corrupción” que involucran a diversos exfuncionarios de la administración del presidente Enrique Peña Nieto; pero, mientras no se investigue a fondo, se denuncie (y en su caso se castigue a todos los responsables) y, sobre todo, se ubiquen las cantidades millonarias y se devuelvan a donde pertenecen, esto no pasará de un espectáculo mediático como —sabido es— ya ha ocurrido antes.
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Así que, aunque se haga una novela de los casos de, por ejemplo, Lozoya Austin, exdirector de Pemex, de su señora madre detenida en Alemania, de los exgobernadores de Chihuahua, de Quintana Roo, de Sonora o de Nuevo León, o de cualquier otro acusado de corrupción, no habrá caso creíble mientras no se les detenga y regresen lo que se llevaron.
En efecto, César Horacio Duarte Jáquez dejó a Chihuahua casi en la bancarrota, pero su cartera bien repleta; se “esfumó” desde hace casi dos años y nadie puede encontrarlo, a pesar de tener más de una veintena de ordenes de aprehensión por diferentes ilícitos. Rodrigo Medina de Nuevo León anda por las mismas; Roberto Borge, ex de Quintana Roo, en prisión, pero sin regresar cantidad alguna; y por supuesto, Javier Duarte de Ochoa, ex de Veracruz, detenido, denunciando el acuerdo con EPN, mientras su esposa Karime Macías vive tranquilamente en Londres, muy cerca del Palacio de Buckingham.
Ahora, a Rosario Robles Berlanga le han dictado prisión preventiva por dos meses, como parte importante de la investigación de la llamada “estafa maestra”, que trae una millonaria cola entre cantidades y funcionarios involucrados.
La exactivista de izquierda, experredista, expresidenta nacional del PRD, exjefa de Gobierno del DF, exsecretaria de Sedesol y de Sedatu en el sexenio de “Enriquepeñanieto”, se ve envuelta de nueva cuenta en un escándalo de sumas millonarias, de complicidades y de omisiones; igual a cuando su romance con el empresario argentino Carlos Ahumada Kurtz a principios de 2001 y que salpicó a varios perredistas. En ese entonces, salvo la desilusión amorosa y la chamuscada, no pasó nada.
Solo que ahora con su examigo Andrés Manuel López Obrador como Presidente de la República, pues a Rosario Robles le pintan diferente las cosas; tanto que ya está pisando la cárcel.
Y surgen desde luego las preguntas obligadas: ¿Hasta dónde se tendrá la intención de llegar? ¿Y qué hay de otros famosos mencionados en casos de corrupción? ¿Osorio Chong? ¿Luis Videgaray? ¿Y qué con Enrique Peña Nieto y demás pillos que le acompañaron durante su gestión?
Se insiste, podrá decir misa el Gobierno Federal, pero mientras no haga las cosas como debe y logre la restitución de millonarias cantidades, no pasará de ser un show mediático. Al tiempo…
P.D.- Otro cochinero aquí en BC, donde “Kiko” Vega sigue siendo un sinvergüenza y maladministra la entidad. ¡Deja de pagarle a los empleados del mismo Gobierno del Estado! ¡Urgen auditorias e investigaciones y castigo a responsables!
Óscar Hernández Espinoza es egresado de la Facultad de Derecho por la UABC y es profesor de Cultura de la Legalidad y de Formación Cívica y Ética en Tijuana. Correo: profeohe@hotmail.com
