Compra de votos, relleno de urnas, acarreo, entre otras presuntas irregularidades, se atribuyeron al proceso interno que arrojó como ganador de la contienda por la dirigencia nacional del Partido Revolucionario Institucional a Alejandro Moreno Cárdenas
Mientras que en estados como Baja California, la votación para renovar la dirigencia nacional del PRI fue visiblemente escasa, apenas 28%, en Campeche, Coahuila y Oaxaca, donde al parecer se operó con un padrón inflado, el nivel de participación alcanzó el 80%, según estimaciones de la exaspirante Ivonne Ortega Pacheco.
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A decir de la otrora gobernadora de Yucatán, en esos territorios, junto con Chiapas y Guerrero, se concentró el 54% de votos a nivel nacional, lo que habla de “un gran fraude”.
Previo a los comicios internos, Ortega y el exgobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz Ortiz (quien no logró inscribirse a la contienda partidista por incumplimiento de requisitos), acusaron que en algunas entidades, la lista de afiliados al Revolucionario Institucional creció entre 40 y 270 por ciento durante los últimos cuatro meses; crecimiento “atípico” y presuntamente irregular en virtud del cual, la cúpula priista pretendía “robarse la elección” para favorecer al hoy ganador, Alejandro Moreno Cárdenas “Alito”.
En alusión al proceso en el que el político campechano se ubicó a la cabeza, con un millón 603 mil 725 sufragios, Ortega Pacheco consideró que “carece de legitimidad”.
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Una vez que se dio a conocer el cómputo nacional de la elección, la yucateca enlistó lo que a su juicio constituyeron “numerosas anomalías”, a saber: compra de votos, relleno de urnas, acarreo, personas que votaron sin estar incluidas en el padrón o que sufragaron más de una vez; “no apertura” de casillas, reubicación de centros para votar, padrones rasurados e impedimento a representantes para incorporarse a las mesas receptoras.
A nombre suyo y de su compañero de fórmula, José Encarnación Alfaro, la excontendiente, quien se ubicó en segundo lugar con 177 mil 298 sufragios, sostuvo que no validaría los resultados dados a conocer el 14 de agosto.
También aseguró a través de Twitter: “Seguiré en la lucha dentro del PRI” y se pronunció por recuperar al partido tricolor (#RecuperemosALPRI).
En cuanto a acciones a seguir, no descarta impugnar el proceso partidista, aunque a tres días de los comicios del domingo 11, no se había interpuesto un solo recurso en tal sentido, según confirmó en Baja California, el vocal auxiliar de la Comisión Nacional de Procesos Internos (CNPI), Ricardo Fletes García.
En opinión de la otra excontrincante, Lorena Piñón Rivera, quien obtuvo 49 mil 251 votos, señaló que es lamentable que Ortega Pacheco no haya reconocido el triunfo de Moreno Cárdenas. Para la priista veracruzana, quienes votaron por el gobernador con licencia de Campeche lo hicieron de manera decidida, por lo que en ese contexto no debería haber reclamos.
Justo al término de la votación, el futuro presidente dirigente tricolor afirmó que las actas con las que él contaba, referentes a “los resultados en las más de seis mil casillas que se instalaron en toda la República” le daban “una ventaja irreversible”.
Manifestó que su victoria (extensiva a Carolina Viggiano, su propuesta a la secretaría del CEN), se dio “de manera pacífica, en armonía, con transparencia y con clara contundencia”. Aprovechó para invitar a Ortega y a Piñón a “construir el PRI del siglo XXI”. Añadió: “hay que ser un buen priista. Hay que cuidar la unidad”.
Desde que Moreno Cárdenas figuró como aspirante a la dirigencia, Ivonne Ortega y José Narro (quien desistió de participar en el proceso y renunció al tricolor) lo señalaron de guardar vínculos con el Presidente de la República y fundador de Morena, Manuel López Obrador. Desde la óptica de la exmandataria, en caso de ungirse como dirigente, “Alito” llevaría al priismo a constituir un partido satélite de la fuerza política en el poder.
En contraparte, el 11 de agosto, Moreno Cárdenas aseveró: “seremos una oposición que le sirva al pueblo de México”. Agregó que el PRI será combativo ante lo que estimó como deficiencias de un Gobierno Federal sin rumbo ni capacidad.
“Alito” ya recibió constancia de mayoría y quedará al frente del Comité Ejecutivo Nacional, el 18 de agosto.
La elección en BC
En Baja California, la fórmula ganadora acumuló siete mil 353 sufragios, Ivonne Ortega y José Encarnación Alfaro, mil 016; Lorena Piñón y Daniel Santos, 416.
A lo largo de la jornada, la falta de apertura de casillas en Tijuana y Mexicali fue patente, mientras que durante las primeras dos horas de la elección, las mesas receptoras quedaron propiamente habilitadas en Ensenada, Rosarito y Tecate, refirió a ZETA, el vocal auxiliar de la CNPI, Ricardo Fletes.
La dirigente Edna Mireya Pérez Corona mencionó que en Tijuana no se abrieron cinco casillas (de 69) e indicó que una buena cantidad de priistas se quedó sin votar, por no haber estado contemplados en el padrón.
La coordinadora estatal del Organismo Nacional de Mujeres (ONMPRI), Martha Rubio, opinó que de las inconsistencias señaladas, la principal fue la de priistas excluidos de la lista de afiliados. Acusó que la Secretaría de Organización priista no se ha caracterizado por hacer presencia en los estados para mantener vigentes los registros.
