Con 14 votos morenistas y cuatro de legisladores afines, la coalición “Juntos Haremos Historia en Baja California” tendrá la mayoría calificada para votar las reformas que desee en la XXIII Legislatura. Para convencer a los 2.4 millones que no votaron por ellos deberán representar los intereses del pueblo y no los de su partido. El PAN metió al Congreso a dos ex funcionarios de “Kiko” Vega. El PRD convertido en tercera fuerza política le ganó al PAN en tres distritos
El problema de las aplanadoras electorales radica en la eliminación de los contrapesos y resulta en el autoritarismo y el abuso de poder. En Baja California se sabe de eso porque está por concluir un sexenio donde la mayoría panista en el Congreso le aprobó al gobernador Francisco Vega de Lamadrid, una serie de endeudamientos, reestructuraciones, cuentas públicas, reformas y contratos con Asociaciones Público Privadas (APP) que quebrantaron las finanzas estatales e hipotecaron las participaciones por los siguientes 37 años.
Vega tenía 13 de 25 diputados y Jaime Bonilla Valdez tendrá 17 de 25 legisladores, lo que significa que sin necesidad de comprar votos como lo hizo Vega, Bonilla Valdez tendrá las 13 manos alzadas para las votaciones que requieren mayoría simple de la mitad más uno, y los 17 votos para los temas más importantes que requieren mayoría calificada, la tercera parte más uno.
Esto siempre y cuando los cuatro votos de Fausto Gallardo García, del Partido Verde Ecologista de México; Luis Moreno, de Transformemos; así como Julio César Vázquez y Claudia Agatón, del Partido del Trabajo, se mantengan en el bloque de la coalición con Movimiento Regeneración Nacional, que les permitió llegar o mantener sus curules.
Relegados a segunda fuerza política, los abusos y la corrupción al interior del Partido Acción Nacional (PAN), por la vía de diputados de lista, pavimentaron la llegada al próximo Congreso de los funcionarios que más solaparon los excesos del gobierno kikista, los más interesados en cubrirlo, como diputados de lista su ex oficial mayor Loreto Quintero y su ex secretario particular, Miguel Ángel Bujanda.
Quienes serán acompañados por la candidata a diputada panista que buscó la reelección y aunque perdió fue la que más votos alcanzó, de acuerdo al Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) fueron 20 mil 730, que significan el 33.1 por ciento. Se trata de Eva María Vázquez Hernández, quien en la Legislatura que termina fue diputada de mayoría relativa por el Distrito 2, y en esta ocasión representará al Distrito 3. Con su voto, esta legisladora también apoyó ciegamente cada movimiento de Vega de Lamadrid.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) quedó ubicado como la tercera política por el poco apoyo que sus candidatos lograron en Mexicali, pero dio pelea en Tijuana, donde de acuerdo a los resultados del PREP, tres de sus candidatos alcanzaron más votación que los representantes de los albiazules.
En el Distrito 12 la candidata del “Sol Azteca”, Mirian Echeverría, recibió más votos que el panista Gerardo Sánchez; en el Distrito 14, Felipe Lameiro quedó por encima de Ricardo Franco; y en el Distrito 13, Gerardo López le ganó a Claudia Ramos, y con sus 6 mil 147 votos que quedaron registrados de acuerdo el PREP. De no cambiar mucho los números en el conteo distrital, López sería el perredista mejor votado, lo que le daría un puesto en el Congreso local. Sin embargo, previo al conteo final mantiene un enfrentamiento con su compañero Lameiro, quien en el PREP quedó 709 votos abajo.
DIPUTADOS DE MAYORÍA
-Distrito I. Juan Meléndrez Espinoza (Morena)
-Distrito II. Víctor Hugo Navarro Gutiérrez (Morena)
-Distrito III. María Luisa Villalobos Ávila (Morena)
-Distrito IV. Eva Gricelda Rodríguez (Morena)
-Distrito V. Juan Manuel Molina García (Morena)
-Distrito VI. Fausto Gallardo García (PVEM)
-Distrito VII. Julio César Vásquez Castillo (PT)
-Distrito VIII. Víctor Manuel Morán Hernández (Morena)
-Distrito IX. Carmen Leticia Hernández Carmona (Morena)
-Distrito X. Julia Andrea González Quiroz (Morena)
-Distrito XI. Luis Moreno Hernández (Transformemos)
-Distrito XII. Catalino Zavala Márquez (Morena)
-Distrito XIII. Monserrat Caballero Ramírez (Morena)
-Distrito XIV. Araceli Geraldo Núñez (Morena)
-Distrito XV. Rosina del
Villar Casas (Morena)
-Distrito XVI. Claudia Josefina Agatón Muñiz (PT)
-Distrito XVII. Miriam Elizabeth
Cano Núñez (Morena)
DIPUTADOS DE REPRESENTACIÓN P ROPORCIONAL
-Loreto Quintero Quintero (PAN, Lista #1)
-Eva María Vásquez Hernández (PAN, Distrito 3)
-Miguel Ángel Bujanda Ruiz (PAN, Lista #2)
-Leticia Palomar Vázquez (PRD, Lista #1)
-Gerardo López Montes (PRD, Distrito 13)
-Elí Topete Robles (Movimiento Ciudadano, Lista # 1)
-David Ruvalcaba Flores (PRI, Lista #1)
-Jorge Eugenio Núñez Lozano (PBC, Lista #1)
Más tranquilos y como diputados de lista, de los mejores partidos perdedores llegarían a la Legislatura por el PRD, Leticia Palomar Vázquez; por el PRI-MC, Elí Topete; y por el Partido de Baja California repetiría Jorge Eugenio Núñez.
Pero incluso solos, Juan Meléndrez, Hugo Navarro, María Villalobos, Eva Rodríguez, Juan Molina (ex panista), Manuel Morán, Carmen Hernández, Andrea González, Catalino Zavala, Monserrat Caballero, Araceli Geraldo, Rosina del Villar y Mirian Cano, los morenistas con su mayoría simple podrán tomar gran parte de las decisiones dentro de la próxima XXIII Legislatura.
Por ello, la responsabilidad de funcionar como un poder independiente, vigilante, que represente a los electores y genere contrapesos. Dependerá de la postura de los morenistas recién electos.
El tema es que desde la campaña advirtieron y prometieron que en el partido de Andrés Manuel López Obrador van en paquete, como lo expresó la diputada virtualmente electa por el Distrito 9 de la coalición “Juntos Haremos Historia en Baja California”, Carmen Leticia Hernández Carmona, al invitar a representantes de los otros partidos a “que se sumen a la ideología de Morena”, a la que definió como un nuevo régimen.
Esa y otras declaraciones de los electos indican que la independencia no es importante y, a pesar que el país y el Estado han padecido las consecuencias, ellos no advierten los riesgos de lo que podría convertirse en totalitarismo o autoritarismo, lo que violenta las leyes locales y los principios democráticos que prohíben que el poder se concentre en una sola persona.
Más allá de discursos hegemónicos o declaraciones, los diputados ganadores y los de la minoría opositora, no pueden olvidar que necesitan legitimarse con tres tipos de electores:
* Con quienes los apoyaron, esos entre 31 y 56% de votos que lograron dependiendo del distrito y formaron parte de los poco más de 700 mil votantes cumplidos, que sumaron el 29.92% de los integrantes del padrón electoral. Al final, lograron la confianza de poco más del 13% de los ciudadanos con derecho a voto.
En este punto es pertinente mencionar que la confianza ciudadana en los representantes de Morena tuvo una reducción en los últimos seis meses, si se comparan los resultados electorales con la elección 2018 que encabezó y ganó el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, porque el año pasado hubo candidatos como Socorro Andazola, quien obtuvo hasta el 70% de los votos en sus distritos y todos los morenistas estuvieron
por encima del 51.25% de la votación.
* Quienes se tomaron el tiempo de salir y votar en contra de Morena y a favor de otros partidos, alrededor de 370 mil residentes de Baja California que representan otro 13% del padrón.
* Los abstencionistas, que si bien incumplieron con su obligación y derecho cívico, serán también sus gobernados y representan el 70% del padrón más de mil 900 ciudadanos, a los que evidentemente tampoco lograron convencer.
Entonces, pese a que la ola guinda arrasó el Congreso, los legisladores y futuros representantes del pueblo deben estar conscientes que están obligados a cumplir de manera transparente e independiente con su función para tener el apoyo de los 2.4 millones de ciudadanos que aún no confían en ellos, y sobre todo, deben estar conscientes de la poca tolerancia que el pueblo bajacaliforniano ha generado frente a los abusos de poder de la administración que está por concluir, un gobierno insensible, ineficiente, cuyos excesos fueron apoyados por un Congreso cómplice. No se trata de perder el tiempo en pleitos políticos internos de bloquear al gobernador y con ello el desarrollo del Estado, pero tampoco se vale entregarse, firmar cheques en blanco, apoyos a ciegas y votos por bancada. Deben tener claro que su prioridad es la voluntad y las necesidades del pueblo de Baja California, no de las voluntades y necesidades del Presidente o el gobernador en turno, y si ambas coinciden, perfecto.
Más allá de si fue Jaime Bonilla Valdez -gobernador virtualmente electo- quien palomeó su candidatura, no deben olvidar que el voto ciudadano los dejó llegar.
Para gobernar necesitarán apoyo ciudadano, recuperar la confianza de la sociedad organizada y algo más que “gestionar apoyos”, lo que han manifestado como prioridad. Deberán cumplir con su obligación legislativa y poco redituable políticamente de legislar, intercambiar idea con los otros poderes, analizar las propuestas, realizar las reformas, adelgazar las nóminas, recortar presupuestos, neutralizar los abusos de los sindicatos, anular los proyectos onerosos y buscar que quienes han abusado del erario sean castigados, porque eso es lo que la sociedad les reclamó. Los diputados pueden fallar por acción y omisión, y eso deben tenerlo presente.
De nuevo, será determinante el papel de los diputados de minoría, quienes, aunque con inferioridad numérica tienen la oportunidad de estar dentro y si bien no pueden ganar una votación si tiene la obligación de informar respecto al desarrollo de los trabajos, dados los currículums de los legisladores de oposición que llegaron, las expectativas no son altas.
Los tres panistas se han caracterizado por su capacidad para negociar más que analizar, los del PRD son desconocidos, pero los representantes de su partido acostumbran adherirse a las mayorías, lo mismo que el PBC y el PRI. En el caso del PT y del representante del PVEM, han acostumbrado mantenerse del lado del partido en el poder, logrando apoyos para sus comunidades y propuestas legislativas. De los electos, solo Luis Moreno (Transformemos) se ha caracterizado por ser una oposición critica y constructiva, sin embargo, en esta ocasión llegó por el partido mayoritario.
En estas circunstancias, de nuevo corresponderá a la sociedad organizada vigilar a sus legisladores para apoyarlos en los proyectos generadores de desarrollo, o denunciarlos para evitar que se conviertan en cómplices de excesos.