El 18 de mayo del 2018 fue la primera vez que escribí en el Semanario ZETA. Durante este periodo de tiempo he vivido cosas que han marcado mi vida. He podido hacer cosas que jamás creí que podría hacer. Hoy les comparto lo que ha sido mi primer año en el duro y maravilloso oficio del periodismo.
En estos 365 días… He visto hasta dónde puede llegar la maldad en un ser humano. He escuchado que una persona puede perder la vida tan solo por poner letras en un papel. Es triste saber que hay personas que se dedican a acabar con la vida de otros y eso para ellos es una forma de trabajo. Es deprimente ver tanta sangre derramada al caminar por la calle y que sea algo tan normal para la sociedad. Cuesta trabajo creer que las personas roban por el simple hecho de tener la oportunidad de hacerlo. Es preocupante saber que se puede perder la vida porque a alguien le molestó un vídeo o una fotografía. Duele recordar a los que ya se fueron y hoy sin justicia alguna solo se recuerdan sus historias.
Me siento mal de imaginar que mis primeros párrafos en el periodismo tal vez sean solo palabras vacías que se lleva el viento.
En estos 365 días… He cambiado mi vida para algún día sentir que soy un buen ser humano. He comprendido que una persona puede ser feliz por el simple hecho de poner letras en un papel. Me enorgullece saber que hay personas que se dedican a escribir para transmitir un buen mensaje a la vida de otros, y eso para ellos es una forma de trabajo. Quisiera que este mundo siempre esté informado, para que así, ya no se derrame más sangre por la calle y esto deje de ser algo tan normal para la sociedad. Debo confesar que cuando camino por la calle, me robo las historias de la gente que miro a mi alrededor cuando tengo la oportunidad de hacerlo. Me agrada conocer gente que vive su día a día, esforzándose por tener un buen vídeo o una buena fotografía. Me acuerdo del compromiso que es hacer esto lo mejor posible, para recordar fielmente a los que ya se fueron y hoy todavía mantenemos sus recuerdos e historias.
Quisiera que estas no sean solo palabras vacías. Quisiera aprovechar también, para agradecerle al Semanario ZETA por ser siempre libre como el viento.
Juan Carlos Frausto García.
Estudiante. Amante del periodismo.
Tijuana, B.C.
Correo: juancarlosfraustogarcia@hotmail.com