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miércoles, octubre 2, 2024
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Ely Guerra, pasión por las letras

Tras visitar La Casa de las Ideas y la Casa de la Cultura en Tijuana con el programa Crece Leyendo, la cantante se presentará hoy viernes 3 y el sábado 4 de mayo en el Festival de la Palabra en Rosarito, para seguir promoviendo la lectura

Con un propósito distinto, pero de nueva cuenta en Tijuana, Ely Guerra convivió con su público a través de las actividades de Crece Leyendo, que ayer jueves 2 de mayo, la llevaron a leer “Tétrico, S.A.”, de Antonio Ramos Revillas, en La Casa de las Ideas y “La Última Guerra”, de Amado Nervo, en la Casa de la Cultura. Una dinámica similar se replicará en el Festival de la Palabra en Rosarito, hoy viernes 3 y el sábado 4 de mayo.

“Yo no recuerdo muchas cosas de mi niñez. De repente mis hermanas dicen algo y yo digo ‘¿te cae, sí es cierto?’, como que tengo un área ahí medio de amnesia, pero lo tengo clarísimo: yo creí que me iba a dedicar a escribir, por lo tanto, lo primero que hice fue leer. Tenía una colección de libritos muy pequeños que imprimían y me dediqué a buscarlos en las papelerías porque eran una especie de libritos que te regalaban si hacías ciertas compras. Se llamaban ‘En Vida, Hermano, en Vida’. Eran libritos chiquitos con papel mantequilla en el que venían poesías de (Jaime) Sabines, Amado Nervo, (Federico) García Lorca, (Mario) Benedetti. Me acuerdo muy bien que eran colección y anduve buscándolos porque eran mi gran tesoro”, declaró Ely Guerra al cuestionamiento de ZETA sobre su primer acercamiento a la lectura.

Posteriormente, abundó: “Colocaba todos los libritos juntos, y con listón les ponía un moño para guardarlos como mi gran tesoro. Después inventé una especie de máquina de escribir con la que yo decidí que iba a ser escritora, así que antes de agarrar una guitarra o escribir una canción, porque esto me sucedió a los nueve años, me acerqué a la poesía y me queda clarísimo el momento, porque para mí fue muy importarte leer a estos poetas y sus poemas”.

Describiéndose desde entonces como ermitaña con gusto por la soledad, la ganadora del Grammy Latino a Mejor Álbum Alternativo por “Hombre Invisible” (2010), hoy cree que la apertura de su temperamento se dio en esa época: “Al mismo tiempo siempre he sido medio lidercilla, siempre he sido voz de algunos otros cuando alguien se siente débil o frágil, soy la que dice ‘yo te ayudo’. Siento que esa curiosidad o esta personalidad entre ser abierta, no tener miedo a hacer preguntas y al mismo tiempo permitirme tiempo en soledad, son cosas que me gustaban desde niña. Me gustaba estar sola, leyendo, escribiendo o aprendiendo a tocar la guitarra, eso ocurrió de manera natural, entonces creo que la lectura llegó como una curiosidad, una necesidad de entender cosas”.

Sobre sus actuales lecturas, Guerra reconoce que en los últimos años dejó de leer novelas para adentrarse en el mundo de la medicina natural.

“Quería entender las posibilidades curativas que existen en la naturaleza. Desde maderas, plantas y flores, hasta aceites esenciales, ahora sí que todos los rubros, no solamente porque haga perfumes, sino porque el apartado de salud siempre me ha importado. No soy muy afecta a consumir fármacos ni me gusta ir con el médico nada más para que me den medicina. Entonces esta forma de estudiar me ha llevado a leer libros muy complicados y padres que tienen que ver con eso, y lo que significan ciertas plantas curativas”.

En lo que respecta a lo musical, Ely no se había percatado que “Lotofire” cumple veinte años en 2019, ni pone los reflectores en sus 25 años de trayectoria

“Lo que pasa es que mi carrera siempre me ha dado muchas sorpresas y cosas increíbles, pero lo que no me ha dado es esta estabilidad y organigrama que todos los músicos tienen, de ‘estoy cumpliendo 25 años y estoy haciendo esto’. Nosotros hemos tenido que luchar tanto por nuestra música que el camino es muy saludable porque se aleja de fórmulas. Me alegra haber pasado las grandes pruebas que ‘Lotofire’ me impuso porque no fue un disco sencillo de grabar, ni de defender cuando mi compañía disquera no quería sacarlo. Fue un disco que con muy poco apoyo hizo grandes cosas, fueron las primeras giras internacionales que pude realizar en mi carrera de manera más controlada, más estable y a manera más de celebración”.

Producido por su amigo Andrés Levín, con el que coescribió los temas “Tengo Frío” y “Abusar”, la artista admitió que “Lotofire” la marcó personal y musicalmente porque para su creación se trasladó a Nueva York y terminó quedándose allí por siete meses. “Recuerdo haber llegado a Nueva York con mucho temor para realizarlo y nunca esperé vivir en esa ciudad para construir el camino de un disco muy importante en mi carrera”, declaró.

Por último, quien con  “El Origen” (2014) editó su último álbum, adelantó un poco del proyecto que este año dará continuidad a su discografía: “Lo que te puedo compartir es que se trata de un disco en el que he trabajado por seis años, entonces ha sido un camino diferente. Es un disco absolutamente distinto y me emociona mucho presentarlo nuevamente desde lo independiente. Vamos a necesitar de apoyo para que vea la luz porque aún creemos que la música, o el camino del creador tiene que ser muy personal, un ejercicio libre, y bueno, en esa libertad me quedé seis años escribiendo un disco que espero les guste”.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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