De nueva cuenta el estado número 29 tendrá nuevo gobernador en 2019.
Ya hay nombres, unos repetidos, otros reciclados, que buscan tal asiento en Mexicali. Pero anda ya en campaña un candidato que lo opaca, su compañero de partido. Comen en el mismo plato, tienen el mismo dirigente nacional de su partido, de igual forma el mismo mandamás estatal, sin decir, quizá, el local. Un candidato güero que lucha contra corriente con lo negativo sembrado y cosechado, al que quiere relevar la estafeta de mandatario. Llevan el mismo apellido paternal; ese nuevo candidato del partido conservador se ha deslindado del actual gobernador, aparece huérfano de apellido en tv, spots, radiofónicos y en mantas en la vía pública. Quizá reniegue del apellido paterno, a como está el boom político, en un partido que lleva en B.C 30 años gobernando. Se trata de Óscar Vega Marín, candidato en muchos aspectos físicos al actual, mismo partido, mismo apellido, misma fisionomía de piel, misma creencia, mismos estatutos de partido, misma cuotas de militantes en tal partido fundado en 1939. Malamente en todos los aspectos para Óscar Vega Marín. Luchar contra la corriente, deslindarse de llegar a decir “somos parientes”, esconderse, omitir su apellido de su progenitor, que lo vean como más de lo mismo, continuidad (si es que llega a ganar). Tener una sombra de su gobernador endeudador, movimientos en lo obscurito, compadrazgos; empresario de dudosa fortuna, mal gobernador políticamente, violencia, muerte, etc. Al oír “Óscar Marín” es pensar en el segundo mandato de Francisco Vega, eso le resta votos el 2 de junio. Por ello tenemos un candidato que omite su apellido paterno, para no hacerse daño moral, si se pinta huérfano de apellido. Mal momento para Óscar Vega, y buen momento para nosotros los bajacalifornianos que “Kiko” se va.
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Como los circos, se va. Pero quizá tras las rejas, por lo económico, el daño estatal. Y su compañero de partido sudando, apenado y limpiando estiércol en los camino hacia la gubernatura, difíciles de transitar después de 30 años de non grato gobierno Blanquiazul. Le costará trabajo a Óscar deslindarse del parentesco, similitud de partido, si quiere obtener algunos sufragios a su favor la próxima elección a realizarse el 2 de junio.
La veo difícil que salga exitoso, tenemos, a menos de un año, la humillante derrota del PAN en B.C., el pueblo exige y pone, y Morena quizá gane, pues está fresca la derrota del PAN, otra vez. El haber disminuido impuestos en B.C., es sinónimo de votos seguros para Jaime Bonilla, y la doble derrota de los apellidos Vega. Si viviera Manuel Gómez Morín ¿qué diría?, un día después del 2 de junio, donde se anuncia la derrota. ¿Qué diría Salvador Rosas Magallón?, la política se hace con la mente, la moral y la honradez, la base del partido, no traicionar. Y todo eso pasó omiso a 30 años de panismo en B.C., igual que Vicente Fox, no supieron gobernar. Esperemos el desenlace ese día.
¡Suerte, Sr. Óscar Vega Marín!, un fantasma de 6 años, quizá y seguro, lo derrotará.
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Atentamente,
Leopoldo Durán Ramírez.
Tijuana, B.C.
