El sábado 23 de marzo, minutos después de la 1:00 pm, decenas de priistas se encontraban congregados en la Plaza de la Unidad y la Esperanza, dispuestos para rendirle homenaje a Luis Donaldo Colosio en su 25 aniversario luctuoso, pero el invitado especial aún no llegaba.
Para entonces ya estaban ahí los titulares del Comité Directivo Estatal, David Ruvalcaba y Mayra Robles, lo mismo que el dirigente municipal Alberto Nava, la abanderada del PRI a la alcaldía de Tijuana, Gabriela Roldán, y la alcaldesa de Tecate, Nereida Fuentes.
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Ruvalcaba Flores incluso se había dado tiempo para atender a la prensa, ante cuyos representantes confió en que “nunca es tarde para que llegue la justicia” a propósito del asesinato del sonorense hace cinco lustros en ese mismo predio, ubicado en Lomas Taurinas y donde encabezó un mitin como candidato del PRI a la presidencia de la república.
El líder estatal reconoció que “el pueblo mexicano nunca estuvo conforme con el resultado de las investigaciones”, que redundaron en señalar como responsable del homicidio a Mario Aburto Martínez.
Al acto conmemorativo también acudieron algunos colonos, entre quienes figuraba Enrique Guerra, quien clamaba “justicia” en una pancarta. El residente declaró que en Lomas Taurinas todavía hay cinco o seis personas, como Araceli Domínguez y Luis Ortiz, a quienes conoce y que al igual que él estuvieron en el acto de campaña 25 años atrás.
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Aprovechó para decir que “ya casi no hay priistas” y que “nada más a la gente que está en el poder, entonces sí se le acercan”.
El maestro de ceremonia anunció que acababa de arribar el asistente de honor. Se trataba del aspirante a la dirigencia nacional del PRI, José Narro Robles, quien llegó flanqueado del ex presidente del CDE partidista, Chris López Alvarado. “Las personas que se encuentran atrás pasen a tomar asiento”, convidó el conductor del evento.
Con el quórum contemplado por los organizadores (miembros de la Fundación Colosio), finalmente tuvo lugar una ronda de participaciones.
En su turno al micrófono, Narro Robles, quien en 1992 presidió la organización Cambio XXI (predecesora de la Fundación Colosio), refirió que las exigencias del político ultimado, a quien identificó como su jefe y su amigo, siguen siendo “una deuda para con muchos mexicanos”; demandas sobre las que mencionó que son en beneficio de las mujeres, los jóvenes, los indígenas, los trabajadores.
Citando a Colosio, sostuvo que “se equivocan quienes piensan que la transformación democrática de México exige la desaparición del PRI”.
A media ceremonia también arribó el abanderado del Revolucionario Institucional a la gubernatura Enrique Acosta, así como el líder de la CTM Eligio Valencia, quien a pregunta expresa, rechazó la versión de que guarde acercamiento con Morena. Adujo que si ello fuera cierto, él no habría asistido al evento priista.
Acosta Fregoso emitió un “mensaje de clausura”, como parte del cual discurseó que “con el legado de Luis Donaldo como bandera” los priistas de BC deben reencontrarse “con esa sociedad que estos momentos se encuentra agraviada por un gobierno (panista) que ha abusado del poder y de la autoridad”.
Al término del homenaje, Narro Robles asentó en declaraciones para los medios que desde 2000 no habido una sola prueba adicional al Caso Colosio y que el reporte que se entregó está basado en hechos, evidencias, indagatorias y soporte científico, de manera que en ese sentido recomendó: “Dejemos descansar a Luis Donaldo Colosio y a su familia”.
