— Comadre, no sabes lo orgullosa que estoy de Luis, mi hijo.
“¿Por qué, comadre?”.
— Acaba de cumplir 18 años, no estudia ni trabaja ¡y ya lo consultan para hacer aeropuertos!
Autor: Ex chairo.
Departamento de caballeros
— ¿Me da un pantalón, por favor?
“¿Qué talla?”.
— 50×32.
“Señor, aquí vendemos pantalones, ¡no terrenos!”.
Autor: Entrenador de gym.
Hada madrina
— ¿Por qué estás llorando?
“Todos se burlan de mí por gordita”.
— Soy tu hada madrina, pídeme un deseo.
“Diez tacos al pastor y dos quesadillas, por favor”.
Autor: Nutrióloga frustrada.
Dos amigas conversan…
— Si tuvieras que escoger entre el amor de tu vida o una tarjeta de crédito sin límite, ¿qué elegirías?
“¿Visa, o Mastercard?”.
Autor: Tarjetahabiente.
Ricachón
Un ricachón conoció a una joven muy linda, pero con muy poca cultura. Luego de escasa conversación y muchos tragos, pasaron una noche de máximo placer.
Al siguiente día, el ricachón le dijo a la humilde muchacha:
“Estoy muy agradecido contigo, pídeme lo que sea, que yo te lo doy”.
Ella dijo:
“Dame una flor”.
El ricachón se conmueve y piensa “¡Qué ternura, cuánta humildad!”, entonces insiste:
“¿Sólo eso? ¿Cómo la quieres? Una rosa, un clavel…”.
La humilde chica responde:
“No, ¡quiero una ‘Flor Explore’ 2019!”.
Autor: Dueña de Explorer del año.
Bisabuelo problemático
Dos amigos se topan y uno de ellos se queja con el otro:
— No sé qué hacer con mi bisabuelo, se come las uñas todo el tiempo.
“El mío era igual, y le quité la maña en un momento”.
— Cómo, ¿le amarraste las manos?
“No, ¡le escondí los dientes!”.
Autor: Bisabuela con dientes.
Pepito en la tienda
Llega una señora bastante fea a una tienda y pide a Pepito:
“Por favor, dame una escoba”.
El chamaco pregunta:
“¿Se la envuelvo, o se va a ir en ella?”.
Autor: Jaimito.
26 pesos
Entra un señor en un bar y pide un café, el mesero lo lleva y el hombre lo bebe, pide la cuenta y el joven empleado le dice:
“Son 26 pesos”.
— ¿Cuántos? ¿Un café 26 pesos? ¿Usted está loco?
El señor se acuerda que trae 26 monedas de un peso y las empieza a tirar una tras otra detrás del mostrador. Se retira y el mesero queda súper enojado, diciendo entre dientes:
“Este maldito, me tiró todas las monedas”.
Una semana después, se presenta el mismo señor, pide otro café, el mesero lo entrega y el hombre lo bebe. En cuanto pide la cuenta, el mesero dice:
“Son 26 pesos”.
El señor saca un billete de 50 pesos y se lo da al mesero, quien va a la caja y pide al cajero:
“Ahí está el maldito que me tiró las 26 monedas, dame el cambio en monedas, que lo voy a fregar”.
El cajero entrega a su compañero 24 monedas de un peso, el mesero se acerca al señor:
“Aquí tiene su vuelto”… y le tira de a una todas las monedas.
El señor saca dos monedas, las avienta y pide:
— Mesero, ¡otro café!
Autor: Dueño de casa de cambio.
Confusión
Jaimito entra a un negocio, donde pide un par de anteojos.
El vendedor le pregunta:
“¿Para el sol?”.
Y Jaimito responde:
“No, ¡para mí!
Autor: Pepito.
Suertuda
Una residente de Maryland compró un boleto de la lotería y resultó con un premio de 50 mil dólares. Y eso no es todo: es la segunda vez en los últimos tres meses que ¡EN ZERIO! gana 50 mil dólares luego de haber comprado sus boletos en la misma máquina expendedora.
Y todavía dice que después del primer golpe de suerte, su hija le pidió no volver a jugar lotería.
Ahora, la hija quiere que su madre se dé un gusto con este nuevo monto, pues con la primera cantidad pagó todas sus deudas y ayudó a su familia. Tal vez ahora sí podrá viajar en un crucero, como tanto quería hacerlo esta suertuda dama de 58 años de edad.