En México, un odontólogo no es médico. Aunque hace muchas décadas sí era necesario estudiar Medicina para ser odontólogo, eso ya no sucede. Pero con todo, y con evidente y forzado calzador, el oftalmólogo y secretario de Salud de Baja California, Guillermo Trejo Dozal, nombró a la odontóloga y maestra en Ciencias de la Educación, María del Rosario Rodríguez Rubio, titular de la Comisión de Arbitraje Médico del Estado de Baja California. Entre los requisitos para presidirlo, está el “contar con un título de médico general o médico cirujano partero, reconocido por la Ley de ejercicio de las profesiones para el Estado de Baja California o por el Departamento de Profesiones del Estado”. Además, “contar con experiencia mínima de diez años en el área de salud”, y “contar con experiencia mínima institucional de cinco años en el área de salud”, “estar ejerciendo activamente su profesión (de médico)”. Y la maestra Rosario Rodríguez no cuenta con ninguno de esos requisitos. Al menos en su currículum no aparece que se haya graduado de médico general, o que haya realizado la especialidad de médico cirujano. Por lo tanto, con la información disponible de ella, concluyen los interesados que no es médico, sino odontóloga. Y de su experiencia, ahí le va: fue delegada municipal en la González Ortega, regidora del Ayuntamiento de Mexicali, diputada local, secretaría de educación e intentó ser candidata a senadora. Ni médico, ni experiencia en el área institucional de salud, ni con práctica (pública) de la medicina durante los últimos cinco años, pero Trejo y el gobernador rescataron a la odontóloga para darle un cargo de alto grado de tecnicismo y conocimientos médicos. Acción que tiene molestos a los médicos certificados para ello, pero en el gobierno de Baja California, las irregularidades brotan de manera sistemática… y no hay oposición que las enfrente. Así las cosas (sale carta aclaratoria del Gobierno del Estado en 3, 2…).
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