El periodista Jamal Khashoggi murió en el Consulado saudí en Estambul “después de una pelea con personas con las que se encontró allí”, según un comunicado emitido por la Fiscalía General de Arabia Saudí sobre los resultados preliminares de la investigación de dicho caso.
“Las investigaciones están todavía en marcha y 18 ciudadanos saudíes han sido arrestados”, indicó la nota citada por medios estatales, en la que se precisa que un asesor real, Saud al-Qahtani, y el número dos de los servicios de inteligencia, Ahmed Asiri, fueron despedidos de sus cargos.
Ello sin ofrecer más detalles sobre la relación de ambos con el periodista que desapareció en en territorio turco el pasado 2 de octubre cuando ingresó a la sede diplomática saudí. Desde el primer momento, Turquía había afirmado que todo apuntaba que Khashoggi había sido asesinado y Riad lo había negado.
“Las conversaciones entre Jamal Khashoggi y las personas con las que se entrevistó en el consulado del reino en Estambul, degeneraron en una pelea, que provocó su muerte”, indicó la agencia oficial saudita SPA, citando a la Fiscalía saudí.
El periodista estaba exiliado en Estados Unidos, sin embargo, acudió al consulado saudí por los papeles de su divorcio, para casarse con su novia, una mujer turca. Khashoggi escribía regularmente en el diario estadounidense The Washington Post, que dejó su columna del viernes 5 de octubre en blanco, con el titular “Una voz que falta”.
El rey saudí Salmán bin Abdulaziz ordenó la formación de un comité ministerial liderado por el príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, para reestructurar la agencia de inteligencia general. Khashoggi, de 60 años de edad, fue ex asesor de Arabia Saudita, pero se exilió hace un año en EE.UU. luego de criticar las políticas del príncipe heredero, especialmente, en su arremetida contra Yemen.