De regreso a los escenarios tras convertirse en madre de una pequeña que llamó Franca, Ximena Sariñana dice estar en una etapa más luminosa y con ganas de que el público escuche su cuarto álbum de estudio, del cual promociona el sencillo “¿Qué Tiene?”: “Definitivamente es una etapa muy luminosa, vengo muy cargada de ganas de que escuchen este nuevo material que ya está casi terminado y muy emocionada con este nuevo sonido que encontré y ha tenido buena respuesta; espero que eso suceda con el resto de las canciones, porque la verdad es un disco muy completo y muy divertido”, expresó con motivo de su visita a Tijuana.
Protagonista en la inauguración de la plaza Alameda Otay, la noche de ayer jueves 27 de septiembre, la cantautora también aprovechó el momento para enfatizar idóneamente cómo su rol de madre y mujer que trabaja no es ninguna novedad contra el contexto de muchas otras mujeres del país: “Yo creo que es un reto que no solamente tengo que lidiar yo, porque no soy la primera mujer que lo hace, muchas mujeres en México lo han hecho y lo hacen. Mi intención es, como siempre, seguir trabajando y compaginarlo de la mejor manera posible. Creo que afortunadamente cuento con mucho apoyo y eso es lo más importante para las mujeres, también que la gente de tu trabajo te entienda, en tu casa también, yo creo que puedes lograr cualquier cosa”.
Interesada en regresar a la actuación con el proyecto adecuado, pues reconoce que fue el rubro en el que creció, por su padre, el cineasta Fernando Sariñana (“Todo El Poder”), la artista expuso una postura neutra al género urbano y dijo estar agradecida de la colaboración que hizo con Los Ángeles Azules para el tema “Mis Sentimientos” en 2016: “Me abrió las puertas a un género en el que aún me siento bastante ignorante, es un género muy profundo. Además Los Ángeles Azules llevan mucho siendo unos artistazos, ha sido un grupo muy activo con una disciplina de gira que pocos artistas tienen. Giran por todos lados y en todo tipo de eventos, no paran, no se dan un segundo de descanso y eso absolutamente es muy admirable. Me encanta porque ellos hacen música cien por ciento para su público, todo el chiste de su música es poner a la gente a bailar, que puedan pasar un rato divertido y que puedan disfrutar, es muy bonito ver eso y formar parte de algo así y que ese sea su reto: el poner a la gente de pie, disfrutando y bailando, es obviamente algo que les admiro muchísimo”.
Por otra parte, recapituló su evolución musical a partir de “Mediocre”, disco con el que debutó hace diez años y que recién editó en vinilo como celebración: “Para mí es muy bonito voltear y ver que ya tengo diez años de carrera y que además se pasaron volando, eso quiere decir puras cosas buenas, me ha ido muy bien, he podido ir evolucionado y no me he aburrido en esta industria; sigo creando, tratando de darle la vuelta, de trascender, de evolucionar y de seguir poniéndome retos todo el tiempo. Cada disco es un nuevo ciclo, es un nuevo reto. Ahora se viene una parte súper interesante de salir con este material y empezar a girarlo, empezar a probar cosas en el escenario, son épocas muy divertidas”.
Con la convicción de que al crecer uno rompe ideas de sí mismo, y que en cada álbum sella experiencias para darle espacio a otras preguntas y una nueva dirección, Sariñana, que el próximo mes cumple 33 años, expresó que en la actualidad se percibe como una compositora muchísimo más madura, aterrizada y con ganas de experimentar y divertirse sin probarle nada a nadie, ni siquiera a ella misma: “Habrá veces que te funcione y otra que no, pero al final uno tiene que seguir lo que le dicta su corazón y aprender de las cosas buenas. Aprender también de las cosas que no funcionan y divertirse mucho en el proceso”, finalizó.
Entre baile, algunos brincos y pocas pero cálidas intervenciones, Ximena Sariñana ofreció un concierto de quince canciones que apenas rebasó la hora, e incluyó temas como “¿Qué Tiene?”, “La Vida No Es Fácil”, “Mis Sentimientos” y “Todo En Mi Vida”, que será parte de su nuevo álbum, aunque sus instantes más ovacionados llegaron cuando interpretó los éxitos “Amarte Duele”, “Aire Soy”, “Monitor”, “La Tina”, “No Vuelvo Más”, “Mediocre” y “Vidas Paralelas”, con el que cerró su encuentro con los tijuanenses, a quienes catalogó como un público crítico y emblemático en su trayectoria.