Son cinco y ni así se pueden poner de acuerdo. A decir de los que conocen las entrañas del Partido Revolucionario, los integrantes de su pequeña bancada en la Cámara de Diputados en el Estado, no solo se tuercen la boca al verse, sino que tienen diferencias irreconciliables. En los próximos días, esos desacuerdos podrían terminar mal al ventilarse. Resulta que ahora que Alejandro Arregui regresó a su diputación, la cual dejó para competir por un espacio en el Senado de la República por el PRI, quiere volver como coordinador de su bancada. Arregui no soporta la idea de ser un diputado más de la pequeña fracción y sin una envergadura de poder. Por otro lado, Marco Corona Bolaños Cacho, quien actualmente es presidente de la Mesa Directiva, alega que antes de que Arregui fuera a su aventura electoral, se firmó con tinta y sangre que sería él el próximo coordinador. Marco alegó que hay un acuerdo suscrito oficialmente. Arregui sostiene que no hay acuerdo, el cual no se pueda romper. Corona se siente el próximo candidato a la alcaldía de Tijuana y Arregui es visto por sus fans como el próximo dirigente en el Estado. Como si de protagonismo se tratara…
En ese jaloneo están los priistas. Tal como si no entendieran que en la elección pasada perdieron todo en el Estado, que son la tercera fuerza en Baja California y pudieran toparse en un futuro muy próximo con fracaso absoluto. O mejor dicho, con otro fracaso absoluto.
