El ambicioso proyecto de rescate del Centro Histórico, que costó 32 millones de pesos, lleva cuatro años abandonado. Lo peor, según el locatario Jesús Granados Fernández: alrededor del 40 por ciento de los inmuebles se encuentran cerrados a causa del poco flujo de personas. Ex alcalde Francisco Pérez Tejada opina que el rescate de una de las zonas más antiguas de Mexicali fue desechado por temas meramente partidistas
La primera postal que ofrece el Centro Histórico de Mexicali es la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, que sobresale como guardiana del “lado viejo” de la ciudad y que pone fin a la calle Reforma, que atraviesa comunidades de alto nivel económico. El piso empedrado de colores amarillo, rojo y gris, evidencia una belleza oculta entre el desgaste, la tierra y la basura, dejando claro que no se encuentra en su mejor momento.
Pese a que a la distancia parece ser un sitio con algún atractivo, la promesa se contrapone con la cantidad de negocios abandonados, con grafiti y la poca afluencia de personas, quienes solo transitan por el sitio para llegar a otro lugar.
Esta es la realidad de la conocida “T” del ambicioso proyecto para rescatar el Centro Histórico de Mexicali, cuya inversión -la mayoría federal- fue de 32 millones de pesos, anunció el hoy ex director de Administración Urbana, José Manuel Herrera de León, en 2012, cuando iniciaron los trabajos de remodelación.
Hoy, después del trienio de Jaime Díaz Ochoa y año y medio de Gustavo Sánchez, el proyecto sigue “paralizado” por cuestiones partidistas, según lo expresado por el ex alcalde Francisco Pérez Tejada, quien afirmó que al dejar la administración había dinero y el contacto directo con inversionistas de Grupo Carso, Cinépolis, Starbucks y Coppel, empresas que pretendían instalar nuevos negocios allí, pero lo echaron abajo por falta de voluntad.
NOS PROMETIERON MUCHO: GRANADOS
Cuando el equipo de trabajo de Francisco Pérez Tejada se acercó con locatarios del Centro Histórico les prometió mucho. Inversionistas ya tenían puesto el ojo -dijeron- en muchos locales y, una vez que se terminara la infraestructura, la zona se volvería pujante.
Además, se había propuesto al Gobierno del Estado la posibilidad de instalar oficinas auxiliares de Recaudación de Rentas y de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Mexicali (CESPM), y trasladar una oficina del Registro Civil Municipal con el objetivo de desfogar el abarrotado Centro Cívico.
A cuatro años de esa promesa, las cosas están igual o peor. Según Jesús Granados, propietario de una óptica de la zona, alrededor del 40 por ciento de los inmuebles se encuentra abandonado a causa del desinterés de establecer nuevos comercios en la zona.
El comerciante -quien consideró que el gobierno les ha quedado a deber- expuso que los ciudadanos han sacado adelante los temas de interés, sobre todo el de seguridad, donde incluso dotaron de bicicletas para vigilancia a la Policía Municipal, mismas que el Ayuntamiento aceptó, pero gran parte fueron distribuidas para otros puntos de la ciudad y el Valle.
Por su parte, el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), Miguel Ángel Torres, dijo que tanto las agrupaciones de bares como de restaurantes, se encuentran listas para apoyar este tema que les presentaron y que observaron con buenos ojos ante la necesidad de mejorar el primer cuadro de la ciudad, pero que a raíz de la llegada del ex presidente municipal Jaime Díaz Ochoa, las pláticas sobre este tema fueron abandonadas por completo.
Señaló que han tenido acercamientos con la administración actual para determinar qué hacer en este tema, y aunque existe interés por parte de Gustavo Sánchez, la realidad es que no hay avance de ningún tipo para rescatar esta zona que corre severos riesgos ante la construcción de la nueva garita y el proyecto China Town, que mudaría el flujo de personas a otros puntos.
Granados Fernández compartió que tenían varias preocupaciones en el proyecto de infraestructura, pues se incrementarían los costos de renta y servicios, pero eso no ocurrió. Sin embargo, se hizo inversión por parte de algunos locales como Blanca Nieves –un restaurante de antaño en Mexicali que remodeló su edificio- que no se capitalizaron, e incluso, según el presidente de la Canirac, sufrieron una ligera reducción en sus ventas a raíz de la reconstrucción y por la falta de estacionamiento.
UN ASUNTO POLÍTICO: PÉREZ TEJADA
Para el ex alcalde Francisco Pérez Tejada, no existe otra explicación: es un asunto político. Y es que cuando entregó el gobierno a Jaime Díaz Ochoa, este se mostró muy interesado en los proyectos del Sistema Rápido de Transporte (BRT, por sus siglas en inglés) y el del Centro Histórico, pero a días de tomar posesión, el edil de extracción panista retiró las sombras y las cadenas que impedían el cruce vehicular, mismo que estaba prohibido en la zona, para preservar el piso especial que se había colocado.
Pérez Tejada Padilla criticó severamente a Díaz Ochoa, asegurando que permitió que gobernara su esposa, Sonia Carrillo Pérez, quien no estaba capacitada para comprender la magnitud e importancia del proyecto, provocando que fuera desechado por cuestiones políticas.
“Acuérdate, era 3 o 4 de diciembre y Jaime llegó y quitó cadenas, lonas, digo, cuestiones más que nada… decisiones con el estómago que con la cabeza. Es un tema que no se puede gobernar así, yo siempre dije que todo lo que hizo Rodolfo Valdez no estuvo mal, hubo cosas que no me gustaron, pero estuvo bien”, consideró Pérez Tejada.
En su opinión, el ejemplo más claro es Tijuana, donde la Avenida Revolución volvió a ser bien vista por visitantes, a diferencia de hace unos años, que era considerada una de las zonas más peligrosas de la ciudad.
Cabe recordar que en septiembre de 2013 se entregó la obra de manera formal y durante los meses siguientes se realizaron eventos como un Beer Fest y el concierto de Javier Bátiz, la presentación de la sinfónica de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) y otro tipo de festejos que pretendían acabar con el estigma del Centro Histórico, además de atraer visitantes.
Hoy en día, según Jesús Granados, les prohíben llevar a cabo cualquier tipo de evento, pese a que este tenga un fin no lucrativo.
Desde que inició la administración de Sánchez Vázquez han sido “bloqueados” para evitar llevar a cabo eventos, al grado que han sido llamados por funcionarios municipales para advertirles que no realicen actividades en dicho punto.
Recordó que se realizó una función de box a beneficio del Centro Histórico, a la cual llegaron inspectores municipales con la intención de cancelarla.
De igual manera, pretendían hacer bailables y verbenas cada fin de semana para atraer visitantes, pero nuevamente fueron advertidos por funcionarios municipales, quienes les indicaron, no querían que la zona estuviera ocupada cuando ellos intentaran hacer un evento; a la fecha, confirmó Granados, no ha ocurrido.
COMERCIANTES, DISPUESTOS A APOYAR
Aunque Jesús Granados Fernández declaró que estaban en la mejor disposición de trabajar por el bien de la Zona Centro, reconoce que quienes han realizado acciones para mejorar el Centro Histórico son los propios ciudadanos, al ponerse de acuerdo para combatir la inseguridad y hacer algunos arreglos en sus locales. Sin embargo, un considerable número de inmuebles permanecen abandonados.
Pese a ello, están dispuestos a trabajar con el Ayuntamiento actual para emprender las acciones necesarias para devolverle vida al Centro Histórico.
A su vez, Miguel Ángel Torres, de la Canirac, sostuvo que aunado a los trabajos de infraestructura y disposición necesarios, debe ejecutarse un plan integral para mejorar la imagen y controlar la inseguridad en la zona.
Han tenido reuniones con el alcalde y otras agrupaciones empresariales, en las que han expresado su interés en emprender acciones en favor del Centro, por lo que espera que después del desarrollo del BRT se pueda continuar con un plan para esta zona de la ciudad.
Para Granados Fernández, otro problema es que se permitió el ingreso de vehículos a la zona peatonal, provocando el deterioro del concreto que a la fecha nadie ha dado mantenimiento, por lo cual le preocupa que una vez que presente fracturas, tengan que desembolsar efectivo para su rehabilitación.
EL PROYECTO
32 millones de pesos provenientes del Programa Nacional de Prevención del Delito (Pronapred), permitieron ejecutar la primera etapa de la reconstrucción del Centro Histórico de Mexicali.
Con el trabajo de un año y tras gestiones ante el Gobierno Federal, accedieron a esta bolsa que se invirtió para la rehabilitación de la calle Reforma y José María Morelos, donde se tuvo que reconstruir el drenaje pluvial y retirar las nueve capas de pavimento inservible.
Se rehabilitó el Cine Curto, entre otros puntos aledaños, dejando las bases para reforzar la infraestructura en los callejones y la calle Altamirano que conecta con Avenida Madero, para llegar a la Casa de la Cultura y al Parque Hidalgo.
Esta última parte se conectaría con la parada de camiones de grandes dimensiones que pretendía ser el nacimiento del BRT, que partiría la ciudad en dos hasta el Ejido Puebla, en la Zona Oriente de la ciudad.
También se invitó a artistas locales para diseñar murales que dieran una vista diferente a esta parte de la ciudad, se plantaron árboles y se colocaron bancas. La avenida principal tendría facilidades para la apertura de bares con cerveza artesanal y cafés cantantes, y de restaurantes que otorgarían una vida nocturna.
De igual forma, se instalarían oficinas gubernamentales, cines y centros comerciales que renovarían el comercio durante el día. Sin embargo, el proyecto quedó a la mitad y ya sufrió un severo desgaste, además del cierre de varios inmuebles de antaño, restándole vida a uno de los sitios más antiguos y emblemáticos de la Capital del Estado.
ZETA buscó por todos los medios una versión del Ayuntamiento de Mexicali para hablar sobre el tema, pero solo recibió largas por parte de funcionarios de Comunicación y del propio titular de Administración Urbana, Sergio Montes Montoya.
Centro de Tijuana:
entre basura, malos olores y baches
Al finalizar 2018, la administración del gobernador de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid, habrá invertido más de 140 millones de pesos en la remodelación del área turística del Centro de Tijuana. A pesar de ello, en la zona persiste la basura y las malas condiciones en las aceras, entre otros problemas que perjudican las vialidades aledañas que no fueron intervenidas.
Al transitar por las calles Francisco I. Madero y Niños Héroes, y las avenidas Constitución y Revolución, el peatón debe estar alerta para no caer en los múltiples hoyos de las banquetas, muchos de los cuales no solo representan un peligro, sino son un foco de infección al estar atestados de basura.
Genaro López Moreno, titular de la Delegación Centro, afirmó que se está trabajando para tapar los 500 agujeros, producto de obras no terminadas por parte de contratistas y/o personal de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT) y que fueron detectados en un censo hecho por la demarcación.
“Había mucho rezago en obras que habían quedado descubiertas” como parte del procedimiento en el que se les echaba tierra para identificar fugas, y no se tapaban con asfalto o concreto.
Sobre la suciedad de las aceras y la basura en diferentes puntos del Centro, López Moreno sostuvo que diariamente están operando tres máquinas para limpiar las banquetas.
La primera, lava a vapor las aceras, recorre diariamente las calles que atraviesan la Avenida Revolución, y sobre esta, principalmente donde pernoctan personas en situación de calle y hay malos olores por la grasa que tiran quienes comen en los puestos ambulantes. Así como en las lanzaderas de taxis y las plazas Santa Cecilia y Bicentenario.
Mientras que los otros dos artefactos, que despegan chicles, están destinados a la Avenida Revolución. No obstante, pese a los esfuerzos manifestados, para comerciantes, turistas y transeúntes, es evidente la suciedad de las aceras, donde también se observan bolsas con desechos.
Esta última situación fue reconocida por el funcionario, quien argumentó, se debe a que muchos de los habitantes sacan la basura horas antes de que pase el servicio de recolección, lo que origina que personas en situación de calle y animales hurguen en ella.
Consideró que no es un problema de falta de recolección de basura, ya que el servicio “pasa religiosamente dos veces al día”, mas sí un problema de cultura, que su gestión tratará de combatir aplicando “mano dura”, para lo cual ya fue habilitado personal de la delegación que podrá sancionar, con multas que van de 80.60 hasta mil 612 pesos (de 1 a 20 Unidades de Medida y Actualización, UMA) a quienes tiren desechos en la vía pública.
Además, dijo, se ha pedido el apoyo para verificar a los vendedores ambulantes, “porque tenemos reportes -que no han podido ser corroborados- que los taqueros y otras personas, cuando nadie los ve, avientan bolsas de grasa o con desperdicio de comida a la alcantarilla”, lo cual genera malos olores.
La pestilencia se intensifica en días de intenso calor y en ciertos lugares como en el cruce de las calles Tercera y Constitución resultan insoportables, pese a que las coladeras son tapadas con cajas de cartón extendidas para tratar de evitar su emanación.
Ante esta situación, la Dirección de Infraestructura Urbana Municipal (DOIUM) ha efectuado diversas pruebas con productos químicos que mediante enzimas matan las bacterias causantes del mal olor, con el fin de contratar a una empresa que aplique los químicos al menos una vez por mes.
Sobre la remodelación inconclusa de la calle Sexta, en la que la Secretaría de Turismo del Estado de Baja California (Secture) invirtió 17 millones de pesos, el funcionario indicó que falta la iluminación ornamental en las palmeras de la Avenida Revolución y Sexta.
Para concluir, expuso que la Secture “aseguró que en unas dos semanas o menos podrían terminar los trabajos”, de lo contrario el contratista deberá pagar las fianzas “porque ya debió haber entregado la obra”.