Con una computadora portátil, un teléfono celular, lector de huellas, conexión a internet y la base de datos de personas detenidas por la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), en Tijuana, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) ha logrado identificar al menos 42 víctimas de homicidio que estaban en calidad de desconocidas; informó el subprocurador de Zona, Jorge Álvarez Mendoza.
El proyecto es parte de la nueva estrategia con la que autoridades pretenden disminuir la saturación de cuerpos sin reclamar en el Servicio Médico Forense (Semefo).
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“Es algo innovador que va a ayudar precisamente al rezago de cuerpos desconocidos. Porque son personas que probablemente sean población flotante en Tijuana o Baja California, pero seguramente tiene familiares en algún otro Estado o fue deportado y tiene familiares en Estados Unidos y va a quedar en el olvido como una persona desconocida”, señaló a ZETA el comandante de Zona de la PGJE, Geibel Bolaños Guzmán.
De acuerdo con el subprocurador Jorge Álvarez, el 35 por ciento de los muertos por homicidio en Tijuana no son identificados, pues no portan credencial o no hubo testigo que lo conociera. De los mil 354 muertos por homicidio doloso en lo que va del año, 473 se han ido a la fosa común o permanecen en el anfiteatro del Semefo, en espera de su turno o que alguien los reclame. Además, “no puedo investigar un homicidio si no sé quién es el muerto”, aclaró el funcionario.
Para atender el problema, luego de la adscripción de la Unidad de Homicidios Dolosos, la Subprocuraduría ideó un sistema que requiere de recursos mínimos y aprovecha la información de la SSPE: “Todas las personas víctimas de homicidio que se levantan en calidad de desconocidos, al ingresar al Semefo son revisadas por personal de servicios periciales y los ministeriales investigadores utilizan este sistema para tratar de ubicar las huellas”, explicó Álvarez.
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Se pasan sus dedos por un lector biométrico conectado a un celular o computadora con el programa o software que toma la huella. Luego, el programa cruza la información con la base de datos de la SSPE en busca de alguna coincidencia. “La mayoría de las personas asesinadas que no son identificadas, tienen antecedentes de detención y están relacionadas con el narcomenudeo; por lo que es muy probable que las encontremos en esa base”, detalló.
Dado que los lectores biométricos de huellas no se habían utilizado con cadáveres, se desconocía si el sistema podría funcionar por la diferencia de temperatura en el cuerpo. Después de las pruebas realizadas en mayo de 2018, se obtuvieron las primeras coincidencias; a la fecha son 42 cuerpos identificados.
El sistema aún no se encuentra 100 por ciento establecido, “son novedades que vamos implementando y que vamos a ir mejorando porque es mucha chamba”, explicó Álvarez y adelantó que evaluarán en qué nivel ayuda el sistema a identificar a los desconocidos y cuántos de estos son reclamados. Además de publicar la información en el portal de Semefo que se encuentra desactualizado desde hace 10 años.
Dependiendo del resultado de la valoración, se buscará aplicarlo también en homicidios dolosos o muertes naturales de desconocidos en el Hospital General, sin descartar la posibilidad de cotejarlo con las bases de datos de otras dependencias, como la de la Secretaría de Administración y Finanzas.
