Agentes de las Unidades Especializadas en el Combate al Secuestro, de las 32 procuradurías y fiscalías del país, participan en el curso de negociación cualificada que se inauguró este día en Tijuana.
Según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en enero y febrero de 2018, 3 mil 31 fueron víctimas de secuestro en México. De éstos, en 156 se trataron casos de extorsión; dos en calidad de rehén, 13 a manera de secuestro exprés y 14 fueron catalogados como “otro tipo de secuestros”, mientras que 2 mil 807 se categorizaron como “víctimas por otros delitos que atentan contra la libertad personal”.
La coordinadora nacional antisecuestro, Patricia Bugarín Gutiérrez, estuvo presente en la ceremonia que se realizó en un hotel de la ciudad esta mañana. Aunque ponderó que el delito de secuestro ha disminuido en los últimos años, recordó que entidades como Tabasco, Veracruz, Tabasco y Estado de México siguen ocupando los primeros lugares en incidencia.
A decir de la funcionaria, con este curso, se busca que los agentes sean más eficientes en sus investigación y operatividad, aunque detalló que se tocarán las características de cada región. “No es lo mismo un secuestro en Guerrero que en la zona de Ciudad de México o que en Baja California. Se busca que cada unidad esté especializada según la zona donde se dé el delito”, apuntó.
La procuradura general de Justicia del Estado, Perla Ibarra Leyva, anotó que este año, se han registrado tres denuncias por secuestro en Baja California. Una en Tijuana, otra en Ensenada y una más en Mexicali.
En dos de estos casos, las bandas fueron detenidas y sus integrantes se encuentran bajo proceso penal. Mientas que, en 2017, se registraron 12 secuestros, en los que once bandas fueron desarticuladas y sus integrantes detenidos.
“Se pretende mejor a los mejores agentes, en especial con el perfil adecuado para la operatividad de las unidades”, apuntó la procuradora.
Por último, señaló que en el secuestro, la Procuraduría General de Justicia del Estado busca promover la confianza de la ciudadanía para que se denuncian de manera inmediata los secuestros, lo que permitirá una respuesta más rápida de las autoridades.
