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martes, octubre 1, 2024
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Comparte noche de asilo

Adentrados en la boca de una guitarra acústica, casi un millar de melómanos se regocijó con la experiencia sonora y poética del cantautor uruguayo Jorge Drexler, quien por segunda ocasión se presentó en Tijuana, esta vez, bajo el pretexto de celebrar su más reciente producción discográfica, “Salvavidas de Hielo”.

Escoltado por dos, tres, seis y hasta ocho músicos, el intérprete de “Tres Mil Millones de Latidos” deleitó a los fronterizos la noche del domingo 18 de febrero con 22 melodías que resonaron armoniosa, magistral y refinadamente en el histórico inmueble del Teatro Zaragoza, mismo que avivó con pasión sin igual.

En el corazón de la ciudad, y con la guitarra sostenida sobre sus hombros, Drexler acicaló cada una de sus dulzuras y versos, hilando “Movimiento”, “Río Abajo”, “Abracadabras”, “Transoceánica” y “12 Segundos de Oscuridad” en una velada protagonizada por las guitarras, los sentidos atentos, el corazón abierto y el folclor de las cuerdas rasgadas.

“Estalactitas”, “Universos Paralelos” y “Despedir a los Glaciares”, como el resto de los anteriores temas, fueron auspiciados por breves relatos y anécdotas sobre los mismos, manteniendo solícitos a sus seguidores que con énfasis coreaban los versos y estrofas compuestas por el uruguayo de 53 años de edad.

Por segunda vez en domingo en Tijuana, un alucinado Jorge Drexler estimuló a cohabitar una noche de encantos y seducciones a la par de un popurrí que tejió con “Asilo”, “Salvavidas de Hielo”, “Milonga”, “Pongamos que Hablo de Martínez” y “Alto al Fuego”, haciendo de las guitarras percusiones y de las palmas, su acompañamiento.

Asentados y atestiguando el viaje musical impuesto a través de “Bolivia”, “Antes”, “La Trama y el Desenlace” y “Silencio”, los asistentes, incluso Carlitos, un pequeño de 3 años, acentuaron los comentarios entre canciones del artista.

Envolviendo a sus seguidores hacia un recital memorable, Jorge clausuró su presentación con “Telefonía”, “Bailar en la Cueva”, “Luna de Rasqui”, “Todo se Transforma” y “Quimera”, haciéndolos sentir cautivados, gratificados y llenos de júbilo, vitoreando cada paso, meneo, el floreo, canto y flirteo del sudamericano que conquistó el mundo desde España, gracias a su entrañable amigo Joaquín Sabina, quien lo empujó a dar el salto en la música desde el Viejo Continente, a quien hoy agradece con una canción.

Satisfecho en su totalidad, Jorge Drexler celebró con su Tijuana una noche de asilo, misma que presumió haber escrito en la ciudad.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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