El pasado domingo 2 de julio, una ciudadana española llamada María del Pilar Garrido Santamans -de 34 años de edad-, fue presuntamente privada de su libertad en el estado de Tamaulipas, mientras viajaba en automóvil, junto a su esposo e hijo -un bebé de un año de edad-, cuando la familia volvía de pasar un fin de semana en la playa La Pesca, en la carretera que va desde Soto La Marina a Ciudad Victoria.
Luis Alberto Rodríguez Juárez, portavoz del Gobierno estatal, informó ayer lunes de que el “estatus jurídico” de Garrido -periodista de formación que había llegado a México hacía tres años y vivía con su marido en la capital de Tamaulipas-, era de “persona no localizada”. El funcionario consideraba que, de momento, no puede hablarse de secuestro porque los captores no han contactado a nadie para pedir rescate.
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Según explicó la hermana de la mujer española, Raquel, un vehículo iba siguiendo a su hermana, esposo e hijo en el camino de vuelta de la playa. El automóvil se emparejó y los hombres que iban dentro les apuntaron con sus armas. Pararon y les gritaron que se bajaran del coche.
“Mi cuñado baja del coche y uno de los tipos le encañona. Entonces baja mi hermana, la empujan hacia el coche de los secuestradores y por su propio pie, entra y se la llevan”, dijo Raquel a la cadena Radio y Televisión Española (RTVE), sobre la presunta privación de la libertad de Pilar Garrido, originaria de Massalavés, un pueblo de Valencia.
Supuestamente la ciudadana española les dijo que por favor los dejaran, que el niño iba en la parte de atrás. Los hombres, entre dos y tres, decidieron entonces que ella se iría con ellos. Esa fue la última vez que alguien supo de ella.
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Según Pablo Ferri, corresponsal en México del diario español El País, ayer trascendió que el teléfono móvil de Pilar Garrido dejó de funcionar apenas una hora después de su privación de la libertad, y que el grupo de hombres armados no se llevaron nada de sus pertenencias, ni tampoco dinero, por lo que se descarta el móvil del robo.
El esposo presuntamente denunció lo ocurrido ante la Procuraduría Genral de Justicia Estatal y la familia, enterada, hizo lo propio ante autoridades españolas. Decidieron hacerlo público el domingo por la noche, casi dos semanas después. Explicaron que de haberlo hecho antes, podrían haber entorpecido la investigación, señaló el periodista.
Según el diario El Mundo, la Policía Nacional española activó el protocolo dando cuenta al Grupo de Extorsiones y Secuestros y a la División de Cooperación Internacional del cuerpo de seguridad. El semanario Proceso señaló que la denuncia fue presentada ante la Policía Federal, no obstante, en las labores de búsqueda participan elementos de la Policía Estatal Fuerza Tamaulipas e investigadores de la PGJ de Tamaulipas.
Por su parte, el rotativo El Mundo afirmó que Jorge Fernández González, nombre del marido de Pilar Garrido -quien tardó dos días en denunciar el caso, enfatizó el diario español-, ha trabajado en el C-4 de Tamaulipas, los centros de vigilancia pública estatal desde los que se dirige buena parte de las tareas de seguridad.
Por ello, dice El Mundo basado en fuentes allegadas a la investigación, el esposo de Garrido pasó de denunciante a sospechoso.
“Para los investigadores resulta raro que no haya habido petición de rescate en lo que aparenta ser un caso de secuestro y que un hombre relacionado con las fuerzas de seguridad tardara dos días en denunciar el secuestro de su mujer. Pilar no tiene familia en México, pero algunos conocidos de ella, según adelantan fuentes de las investigación, han hecho declaraciones a las autoridades pidiendo que se investigue al esposo.”, señaló el rotativo español.
Además, afirmó El Mundo, “fuentes de la investigación adelantan a este periódico que los test realizados han detectado manchas hemáticas en el vehículo del que según el marido de la víctima fue secuestrada Pilar por tres hombres armados”, lo que cambia de forma drástica el móvil del crimen.
Sin embargo, en entrevista con el diario El Universal, la hermana de la desaparecida defendió a su cuñado: “Fue una situación muy rápida. Él intentó defenderla, pero lo amenazaron con matarla. Desde entonces se ha volcado: ha llamado a todas las puertas para impulsar la investigación, y ahora está solo con el niño. Lo están pasando muy mal”, dijo.
Según la agencia EFE, la búsqueda de Pilar Garrido se centra especialmente en el lugar donde desapareció, una zona boscosa y selvática, con mucha vegetación, lo que dificulta la investigación, en la que han participado agentes de la Policía Federal, con apoyo de perros adiestrados y un helicóptero, dijo la cadena CNN, por su parte.
El año pasado, la española María Villar Galaz, sobrina del presidente de la Federación Española de Fútbol. Ángel María Villar, fue secuestrada y asesinada en el poniente de la Ciudad de México.
