Los cortes y tandeos de agua afectan
a los ciudadanos. Mientras la
paraestatal espera recuperar 57 millones
de pesos en cartera vencida, las
interrupciones de servicio facilitan que
trabajadores hagan su agosto cobrando
un “extra” a los morosos
Empleados de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Ensenada (CESPE), han encontrado un nicho de oportunidad en la campaña que implementó su director, Carlos Loyola Peterson, de recuperar la cartera vencida, cortando de tajo el suministro de agua un par de días después de que venza el recibo y de esa forma recuperar 57 millones de pesos en el primer año.
Es así como una cuadrilla de trabajadores infringe la Ley al realizar un cobro a domicilio por reconexiones de servicio a aquellos usuarios que, por impago o algún otro motivo, la paraestatal les interrumpió el abasto.
La red de complicidad laboral inicia cuando el ciudadano acude a una de las cinco sucursales, en la zona rural o urbana, con el propósito de pagar el recibo vencido o firmar un convenio de pagos en los módulos de atención al cliente. Aunque en la CESPE aseguran que tienen control de su personal, este grupo de personas está fuera de la nómina y trabaja por honorarios, por lo que las percepciones no están reguladas.
El modo de operar consiste en vigilar al ciudadano y, una vez que da el primer pago en ventanilla, le prometen que en un lapso de entre 24 y 48 horas se le reinstalará el servicio. Pero una vez que sale de las oficinas, hay otro hombre que entrega un recorte de papel con el nombre de un técnico que “con gusto” retira los candados de la tubería de inmediato por una módica cantidad.
ZETA hizo un par de llamadas, en las cuales los técnicos, quienes al parecer usan nombres falsos, advirtieron con todo cinismo que la tarifa depende del estatus de la colonia.
La denunciante Elena López pagó 500 pesos por el retraso en el pago de su servicio, y el técnico le cobró 200 pesos por reconectar su servicio. No obstante, al negarse a contratar el servicio ilegal, se quedó más de 120 horas sin agua después de haber convenido.
Al reportar el hecho le informaron que no había ningún reporte de reconexión y, lo que es peor, ninguna de las tres operadoras que la atendieron vía telefónica al 175-1900 y 073 le tomaron datos para realizar una denuncia en contra de los técnicos.
“No es la primera ocasión que me dejan hasta cinco días sin agua porque no les pago una ‘mochada’ a los trabajadores de la CESPE, indicó un molesto padre de familia al negarse a ser parte de la corrupción de la paraestatal.
A través de la Dirección de Comunicación Social del Estado, la Comisión informó vía telefónica no tener conocimiento de la situación, pero tomará “cartas en el asunto”.
La meta de los cortes de agua
Para la CESPE, la meta en 2017 es “apretar” a los ciudadanos con la recuperación de la cartera vencida y así recuperar 54 millones de pesos.
Para tal fin, la administración ha tomado decisiones como cortar el servicio doméstico apenas a los treinta y tantos días de haberse vencido la cuenta, a pesar de que Ley indica que son 90 días.
“Para el corte total, a los 30 días se instala el reductor, nos ayuda a no generar rezago y recuperar la cartera”, se informó.
Según datos del propio director de la CESPE, alrededor del 47 por ciento de los usuarios pagan su agua en el periodo normal, aunque hay una costumbre de no hacerlo “ahorita, sino después”.
“Podemos generar la cultura de pagar a tiempo, para ello se cuenta con una cuadrilla específica de instalación”, dijo Carlos Loyola Peterson durante una presentación ante el Grupo Madrugadores de Ensenada.
Calculó que en enero se habían instalado 2 mil reductores, lo cual da una idea de la dimensión del problema.
Las cifras de consumo per cápita en el municipio
Cifras a nivel estatal indican que en promedio se consumen 160 litros por habitante por día en Ensenada, y una vez que el abasto se nivele, esperan llegar a dotar de 186 litros por habitante. El estándar internacional de consumo de agua per cápita es de 200 a 220 litros por persona, y las tuberías de Ensenada tienen un diseño para soportar hasta 250, que sería lo ideal.
Verano peligroso
Los cortes y el problema de desabasto persisten en Ensenada, como el caso de Lourdes Rodríguez, vecina de la colonia 89, quien narró su experiencia tras una semana sin agua, del domingo 16 al domingo 23 de junio.
Aunque es una zona habitacional alejada de la zona urbana, miles de familias conviven con tres grandes tanques de almacenamiento de agua propiedad de la CESPE que al parecer tienen otro uso, para los habitantes es inexplicable que “están llenos, pero nosotros seguimos sin agua”.
El gasto que implica quedarse sin suministro inicia con la compra de tambos a 30 y 50 pesos cada uno, según describen, “cientos” de piperos deambulan todos los días por las calles de la colonia 89, quienes extraen el agua de la colonia Gómez Morín, a un par de kilómetros de la zona, donde hay varios ranchos.
Se les cae el agua del camión de lo llenos que pasan, “y nosotros no tenemos ni una gota”, menciona la afectada.
A esto le suma el gasto por usar la lavandería, que son 35 pesos por lavadora y, en promedio, ella la usa dos veces por semana.
También compran platos, vasos y cubiertos desechables porque el agua es insuficiente para lavar la losa, y prefieren usar la reserva para el baño.
Con las altas temperaturas que se han registrado en la ciudad, la señora Lourdes Rodríguez, quien se dedica a la limpieza de casas de lunes a sábado, platicó que dos fines de semana consecutivos los ha dedicado su día a lavar platos y baños con agua del tambo e ir a la lavandería.
“Me siento impotente, enojada de tener que pagar tanto dinero y no tener servicio de agua, solo quienes lo vivimos, sabemos lo que es tener sed”, expuso molesta.
IP exige respuesta
La Iniciativa Privada insiste en que falta transparencia por parte de los organismos operadores del agua en Baja California, indicó el presidente del Consejo Coordinador Empresarial de Ensenada (CCEE), Marco Coronado Valenzuela.
Los tandeos continúan y algunas colonias tienen un poco más de suministro por las lluvias que elevaron el nivel de la presa.
“Es una reserva de agua que nos ayudó y estamos solventando lo de las altas temperaturas”, destacó.
A pesar de que el Estado ha asumido la responsabilidad de dotar de agua a los municipios, emitió un posicionamiento en contra del Gobierno Federal, y condenó que han pasado cinco años de que el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, hizo el Compromiso Número 127, de crear infraestructura para resolver los rezagos en agua y vialidades en Ensenada, pero los problemas siguen vigentes.
Coronado recordó que el 3 de junio de 2012, durante su campaña política en busca de la Presidencia de la República, el entonces candidato priista presentó la “oferta” de resolver la crisis hídrica.
Ni la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Subsecretaría de Infraestructura, ni la Comisión Nacional del Agua, han hecho algo por honrar el compromiso presidencial, a pesar de que el CCEE ha sido promotor de diversas reuniones con los tres órdenes de gobierno para tratar el tema.
El déficit de agua es de alrededor de 750 litros por segundo solamente para satisfacer las necesidades actuales de un flujo continuo a los hogares y negocios.
“Si no hay agua, no hay manera de traer más empresas, y con ello se estanca la generación de fuentes de trabajo, mientras que miles de jóvenes egresan cada año de las universidades y tienen que migrar para poder incorporarse a la vida productiva, o dedicarse a actividades que no tienen relación con lo que aprendieron”, apuntó el titular del CCEE.
Sigue problema de agua y desaladora sin fecha
La planta desalinizadora tiene una capacidad de generar 250 litros por segundo. Con una inversión de 645 millones de pesos y un avance físico del 92%, la conclusión de la obra se espera para el próximo mes de diciembre; la fecha de arranque es imprecisa.
Información del Gobierno del Estado indica que está prácticamente concluida, sin embargo, el retraso se debe a la obra marina, la cual se concentra en la instalación de tubería de 42 pulgadas de diámetro, donde restan alrededor de 530 metros lineales, en la zona de oleaje.
La construcción marina se suspendió debido a las malas condiciones del mar, que impidieron los trabajos, aunque para agosto y septiembre se esperan condiciones que permitan retomar los trabajos, utilizando una nueva draga especial que viene del puerto Lázaro Cárdenas; con esto se tiene previsto comenzar el dragado a partir del 10 de agosto.