Apenas este 10 de abril se dio a conocer por parte de elementos adscritos al Mando Mixto la detención de quien dijo llamarse Claudia Azucena “N”, gerente y propietaria del bar denominado “Barezito”, ubicado en la carretera Transpeninsular en el municipio de Loreto.
Los hechos se registraron en las calles de Nicolás Bravo y Fernando Jordán en pleno centro de Loreto, cuando cuatro jovencitas “pedían a gritos que las sacaran del cuarto, son unos departamentos en donde estaban encerradas con candado”, dijo el agente.
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Las jóvenes denunciaron a los policías que llevaban días encerradas por la persona que fue identificada como Claudia. Al lugar acudieron Bomberos, quienes pudieron romper el candado y rescatarlas; sin embargo, declara el agente, “se acercó una mujer rubia y comentó que qué estábamos haciendo, quien aceptó que ella había encerrado a las muchachas, dijo que eran sus chicas y que se habían ganado el encierro por trabajar en otro bar”, agregó.
Según los datos recabados por ZETA, las jóvenes fueron privadas de su libertad tras romper con el contrato que tenían con la gerente del “Barezito”, a quienes se les vio laborando en un bar de la localidad conocido como “El Rodeo”, lo que supuestamente causó enojo de la propietaria del centro nocturno y las encerró.
La detenida fue puesta a disposición de las autoridades en Loreto, quienes informaron que dicha mujer fue señalada por las cuatro jóvenes, mismas que aceptaron que “el negocio de ella es pura pantalla, La Claudia nos tenía constantemente amenazadas”, argumentó una de las jóvenes a los uniformados.
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Se sabe que esta persona aprovecha el 50% de comisión de cada participación de las muchachas con sus clientes, pese a que en México está prohibido aprovechar a las mujeres, ya que se incurre en el delito de trata de personas, “La Claudia” goza de plena libertad, pues las autoridades de Loreto, de Arely Arce Peralta, han permitido laborar de esta manera, del mismo modo parece que impunemente esta mujer libró a la ley de nuevo, pues según información obtenida la gerente de “El Barezito”, fue puesta en libertad en menos de 24 horas.
De acuerdo a la ley, en su artículo 10, “comete el delito de trata de personas quien para sí o para un tercero, consiga, capte, enganche, transporte, traslade, aloje, reciba, retenga, entregue, oculte, reclute o transfiera a una persona con fin de explotación.
“Mediante amenaza, uso de la fuerza u otra forma de coacción, engaño, seducción, abuso de poder, aprovechamiento de una situación de vulnerabilidad, ofrecimiento; la concesión o recepción de un pago o beneficio a un tercero que ejerza dirección, influencia o autoridad, sobre otra, o el consentimiento de una persona que ejerza dirección, influencia o autoridad, sobre otra”.
La pena quedó establecida entre los 10 y 25 años de prisión y de cinco mil a cincuenta mil días multa. En cambio, si hay “explotación de una persona, la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual”, la pena podrá ser duplicada, es decir, podría alcanzar hasta los 50 años.
Sin embargo, pese a que Claudia Azucena confesó haber privado de su libertad a las jóvenes, con el conocimiento de la presunta explotación sexual a la que expone a “sus chicas”, el tema no llegó hasta la Procuraduría General de la República, quien verdaderamente tiene la obligación de sancionar este tema.
Ya que esta reforma de ley fue aprobada por el Senado de la República en el mes de octubre del 2016, pero en Baja California Sur, los legisladores se han dormido y no han armonizado dicha ley para la entidad, por lo cual la autoridad estatal es incompetente, y éstos no dieron aviso a la PGR, goza de libertad quien aceptó haber privado de la libertad a las chicas.
