Fue hasta la cuarta edición del Clásico Mundial de Beisbol, que la selección de Estados Unidos pudo conseguir el campeonato, mientras que Puerto Rico pierde por segunda ocasión consecutiva la final.
Con sus bates silenciados en la final, los puertorriqueños sucumbieron ocho por cero ante los estadounidenses. Marcus Stroman amansó a la ofensiva más productiva del torneo al lanzar seis innings en blanco, e Ian Kinsler bateó un jonrón de dos carreras para liderar la contundente victoria.
“No tengo la intención de que se me malinterprete pero, en gran medida y hasta ahora, los otros países se tomaban este torneo con algo más de seriedad que Estados Unidos”, reconoció el manejador Jim Leyland.