17.2 C
Tijuana
lunes, octubre 7, 2024
Publicidad

Fidel Castro. Al basurero de la historia (Segunda Parte)

La burguesía de todos los colores y matices, y sobre todo la pequeña burguesía radical han glorificado la “hazaña” de un puñado de guerrilleros que se alzaron contra la tiranía y la derribaron. Tratan de ocultar la heroica lucha de la clase obrera cubana que luchó con ardor y heroísmo, primero contra la dictadura de Machado en 1933, y después contra el títere sanguinario de Estados Unidos, Fulgencio Batista. Fueron las grandiosas huelgas de los obreros de los plantíos de caña y de las moliendas, las enérgicas sublevaciones de los proletarios de las principales ciudades cubanas que estremecieron y derrocaron al régimen dictatorial de Batista, no el “foco guerrillero” como manifiestan los imbéciles románticos de la intelectualidad pequeñoburguesa.

Ese cuento de que bastaron tan solo 25 meses de lucha, de Fidel Castro y su Movimiento 26 de Julio, en la Sierra Maestra, para derrocar a Batista es un cuento chino. Con toda la perversa intención se entierra el hecho de que fueron los miles de obreros y de masas miserables quienes provocaron la caída de la tiranía.

Fidel Castro tuvo momentos grandiosos y muy admirables, eso es innegable, acciones de firmeza y valentía que inspiraron a muchos revolucionarios y gente progresista del mundo. En multitudinarias manifestaciones públicas se coreaba: “¡Fidel seguro a los yanquis dale duro!”, sobre todo en los años 60’s.

Durante esa década arremetió con admirable temeridad contra el imperialismo norteamericano. Apoyó a los grupos revolucionarios y Movimientos de Liberación Nacional de América Latina y del mundo. Cuba se convirtió en santuario de revolucionarios perseguidos por la reacción y por los regímenes gorilas.

Acometió con rudeza contra Trujillo, el gorila de Dominicana; atacó a Idígoras, el sátrapa de Guatemala, y todos los orangutanes, peleles de Estados Unidos, recibieron la dura embestida del régimen de Fidel Castro. Todo eso fue admirable y no se debe de olvidar.

La invasión de Bahía Cochinos, en 1961, llevada a cabo por los mercenarios cubanos gusanos respaldados y financiados por EE.UU., la crisis de los misiles en 1962, el enojo de Fidel con el revisionista ruso Nikita Kruschov, cuando éste decidió, de manera unilateral, sin consultar al régimen cubano, desmantelar los misiles que se habían instalado en la isla en prevención de un ataque de EE.UU. y las amenazas de Robert F. Kennedy de bombardear atómicamente a la isla fueron enfrentadas con firmeza y valentía por el régimen de Fidel Castro. Todo eso fue admirable sin duda alguna. Pero eso fue al principio, como indicábamos, en la gloriosa década de los 60’s.

En la década de los 70’s. el régimen cubano comenzó a dar visos de descomposición, de pérdida del filo revolucionario, de actuar con “cautela”.

Su acercamiento a los renegados del marxismo, Nikita Kruschov y después a Breshnev devino en una dependencia de Rusia. Así, Cuba de ser una colonia del imperialismo norteamericano pasó a ser un protector ruso. Fidel Castro pasó a ser un títere del socialimperialismo ruso y del sátrapa anticomunista Nikita Kruschov.

Poco después bajo el manto del “internacionalismo proletariado” tropas cubanas fueron utilizadas para que los socialimperialistas rusos conquistaran países como Angola, Etiopía y otras naciones e impusieran gobernantes sátrapas como Agostino Neto.

Hoy en Cuba, con más de 50 años de revolución, la clase obrera cubana vive tan esclavizada como en los tiempos de Machado y de Batista. Los imperialistas canadienses, franceses y otros de igual catadura han hecho de Cuba un territorio de esclavitud y de opresión.

En Cuba de hoy deambulan como cadáveres insepultos las lacras propias de un estado burgués capitalista: bárbara explotación de la clase obrera, salarios de hambre, desempleo, miseria, prostitución, drogadicción, alcoholismo, etcétera, etcétera. Una nación donde florecen estas llagas purulentas no se le puede llamar Estado socialista. Es un socialismo solo de fachada. Como el de Venezuela, de Bolivia, de Ecuador. “Socialismo del siglo XXI” que ni con el análisis más ligero prueba que tiene algo de socialismo y sí mucho de capitalismo, de neocolonialismo.

Continuará…

 

Javier Antuna

La Hoja del Proletario

Tijuana, B. C.

Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Francisco Navarro Fausto Francisco Navarro Fausto francisco 9 francisco@zeta.com
- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas