Del 15 al 20 de noviembre, Broadway San Diego llevará al Teatro Civic el clásico musical de la novicia rebelde, como parte de la gira de aniversario de la última obra de Rogers y Hammerstein
“The Sound of Music” (mejor conocido en Latinoamérica como “La novicia rebelde” fue la última obra que escribieron Richard Rogers y Oscar Hammerstein, y fue un éxito inimaginable cuando esta historia de la familia Von Trapp fue llevada a la pantalla grande en 1953 con Julie Andrews y Christopher Plummer a la cabeza del reparto.
Desde entonces, los temas de “Climb Every Mountain”, “The Sound of Music”, “Do-Re-Mi”, “Edelweiss Waltz”, “I Have Confidence” se han convertido en clásicos interpretados por otras voces en Broadway desde su debut en 1959 hasta la fecha, gracias a una gira por Norteamérica que llegará a San Diego del 15 al 20 de noviembre.
Con la oferta de Broadway San Diego, el musical que narra las aventuras de la novicia María y los siete hijos de un capitán que debe cuidar en una mansión de Salzburgo, justo antes de la llegada del III Reich a Austria, será apreciado nuevamente con un elenco multiestelar donde destaca la participación de Teri Hansen en el rol de la baronesa Elsa Von Schraeder, con quien está comprometido el Capitán Von Trapp cuando María llega por primera vez a la casa.
Hansen tiene una vasta trayectoria en la ópera y el teatro musical con papeles en puestas en escena desde “La Bohéme” y “Los cuentos de Hoffman” hasta en “Showboat” y “The Music Man”. Ahora comparte con ZETA su punto de vista sobre el rol que interpreta en esta gira 2015-2016 que conmemora el 50 Aniversario de “The Sound on Music”.
— Tienes una carrera en ópera y en teatro musical, ¿cómo combinaste ambos mundos?
“Nunca aspiré a ser cantante, yo quería ser chef. Mi padre murió cuando yo era chica, y yo pagué mi universidad, afortunadamente había sido músico, había tocado en la banda por muchos años, tocando la flauta y tenía dos amigas en la secundaria que me decían que pensaban que yo tenía una buena voz, entonces en mi último año de secundaria, medio año estuve en el coro, el maestro de coro ahí estaba al tanto de mi situación y me dijo que tal vez podría conseguir una beca a nivel local para estudiar música en el colegio y entonces recibí la beca; de alguna manera tenía un camino marcado para esta carrera que no solo incluye lo que tú mencionaste, sino también cine y televisión, y teatro también, he tenido la fortuna de hacer eso también.
“Pero en realidad fui entrenada primero como actor, tuve un maestro maravilloso, un neoyorquino que se trasladó al Oeste Medio para enseñar y fue estupendo, pero ¿sabes?, se frustraba con nuestro acento local, pero realmente fue un maestro increíble y pude hacer toda clase de magníficas obras con él, Bertolt Brecth, todos los géneros, Shakespeare, y fui nominada para un Iron Lion Award en el Kennedy Center. En combinación con esto canté con un grupo de rock, canté en una big band, estudié ópera, hice teatro musical y todo como que evolucionó hacia la vida de un actor”.
— ¿Cómo describes a tu personaje, la baronesa Elsa Von Schraeder?
“A la gente le gusta odiar a Elsa, pero ella es una mujer que está con el tipo equivocado y realmente nada de esto tiene que ver con María, tiene que ver con el hecho de que es una mujer independiente, es presidente y CEO de su propia compañía, ella no tiene hijos, es 1938 y los nazis están tocando la puerta, y ella por primera vez en su vida cree que puede ser mejor para ella ser una mujer casada y encuentra lo que en papel parece ser un candidato ideal, un militar que es millonario como ella, el único bemol es que tiene siete hijos que ella pronto enviará a un internado, y caminarán tomados de la mano mientras se da la ocupación nazi en Austria, pero conforme pasa más tiempo con él se da cuenta de que él no va a comprometer su integridad política, y que no solo va a pasar la noche en silencio y se va a ir a tomar café con los nazis, y ella cree que eso es peligroso e inquietante; entonces en el minuto en que comprende ello se va. Y es curioso porque al final del espectáculo muchas de las mujeres van a hablar conmigo y me dicen que se identifican más con el personaje de Elsa porque, aunque es 1938 ella es una mujer del Siglo XXI y no hay pena ni falta de gracia en lo que ella hace, y lo último que dice es ‘adiós María’ y no lo dice con sarcasmo, es una manera de desearle lo mejor y luego se dirige hacia las montañas y se va”.
— ¿Qué te gusta de Rogers y Hammerstein?
“Hay tantas cosas que me pueden gustar. En primer lugar, sabes, tienes esta operetta que evolucionó muy al inicio del Siglo XX, saliendo de la ópera y de operetta de Showboat y eso puso el estándar para el teatro musical. Lo que hace a Rogers y Hammestein singulares, es que son los hombres que
habían estado en la industria musical por algún tiempo y que habían trabajado con mucha gente, Richard Rogers era un hombre muy emocional y no muy apreciado, y Oscar Hammerstein era un hombre muy abierto de corazón y muy orientado a la familia, pero cuando se unieron, Hammestein dijo que trabajaría con Richard Rogers bajo una condición, que le permitieran escribir primero las letras, y eso no tenía precedentes, y conforme vas por ‘South Pacific’, ‘Oklahoma!’, ‘Carrousel’ y ‘The Sound of Music’ realmente sientes cómo la historia se desenvuelve no solo en el libro; también a través de las letras de las canciones que te impulsan por esta aventura del corazón, del espíritu y del alma, y también con las complicaciones políticas y sociales de esta era en la que se escribieron estos musicales”.
— ¿Qué hace que este montaje sea tan especial?
“Ésta es la tercera vez que hago el rol de Elsa en una producción en gira, claro que tenemos a Jack O’Brien (director) que ha ganado el Tony tres veces, así es que ahí tenemos un acierto, tenemos a Jane Greenwood, ganadora del Tony por diseño de vestuario, tenemos a Doug Schmidt, diseñador premiado por sus sets, a Natasha Katz, diseñadora de iluminación reconocida con el Tony; tenemos a Andy Einhorn con los arreglos musicales, entonces, es esta lista estelar de Broadway y el reto en presentar ‘The Sound of Music’ que todo mundo cree que la conoce, está engranada en su psique, todos tienen buenos recuerdos de cuando eran niños, o de cuando sus hijos eran niños o de cuando sus nietos eran niños, y sabes, tenemos tres o cuatro generaciones que han visto el espectáculo y con Julie Andrews y con la versión de Carrie Underwood, el programa de televisión más grandioso en la historia de la tele en Estados Unidos, pero creo que el reto es hacerlo fresco, sorprender a la gente, mantener el misterio, contar una historia que creen que saben, pero que en realidad no es así.
“Cuando la gente sale del teatro dice que siente como si acabara de ver ‘The Sound of Music’ por primera vez, y eso es emocionante, y tener éxito con esa obra es un gran logro, Jack O’Brien es la estrella de ese logro. Por supuesto el equipo y la compañía comparten esto, pero él es nuestro querido líder”, finalizó Hansen.