Después de tres días sin ejecuciones,
luego del traslado de Simón Guillermo
Hernández Peña “El Simón”
presuntamente a un penal de Sonora,
dos asesinatos en La Paz dieron a las
autoridades de seguridad indicios de
que una “purga” entre cárteles por el
control del narcomenudeo en la capital
del Estado aún no cesa. “Se tiene una
división en tres sectores, la Zona Centro,
la intermedia y el sur” confirmó una
fuente policial a ZETA
La tregua duró 72 horas. La madrugada del 22 de septiembre, dos personas más fueron aparentemente ejecutadas en el municipio de La Paz, una de ellas degollada en las calles Cabildos e Independencia, dentro de un taller. Otro individuo fue arrojado desde unos departamentos en Madero, entre Allende y Rosales. De acuerdo con datos periciales, la víctima tenía alcohol en la sangre y efectos de alguna droga. Estos sucesos dieron cabida a las declaraciones de una fuente policial que confió a ZETA, aún “faltan algunos” para que una “purga” entre cárteles culmine en La Paz.
La aparente calma que se había vivido a inicios de semana se dio desde el traslado de seis presuntos operadores en la capital de Baja California Sur, entre ellos Simón Guillermo Hernández Peña “El Simón” o “El Sepulturero”, quien operaba desde el interior del Centro de Reinserción Social (CERESO) de La Paz, además de su brazo armado al exterior, Luis Fernando “El Güero Rufles”, junto con “El Guayabo”, “El Danny” y “El Fantasma”; asimismo, Rolando González Moreno “El Compadrón”, antiguo líder de plaza de la Zona Norte de la capital.
En estos días en que solo se reciben de seis a siete falsos llamados diarios por disparos o personas ejecutadas en La Paz, desde el traslado de estos reos de alta peligrosidad, que según información fueron llevados a un penal de mayor seguridad en Sonora, se detuvo la ola de ejecutados, heridos y tres levantados, aunque de estos últimos no se sabe su paradero.
En lo que va del mes, 22 personas perdieron la vida a causa de disparos de arma de fuego, seis después del traslado de los reos y dos más en duda por la manera en que murieron, entre el día 21 y durante la madrugada del 22 de septiembre.
De acuerdo con un miembro del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública Estatal, se sabe que “hubo un arreglo entre los tres que comandan la venta y distribución de la droga en La Paz, ahora te puedo decir que se tiene una división en tres sectores: la Zona Centro, la intermedia y el sur”. Con esta repartición, dijo la fuente, hay una esperada tregua, en la cual no participaron los cuerpos de seguridad, simplemente se llegó a una “determinación de territorio”, expresó.
Aunque según “los dichos que se conocen dentro de las corporaciones, es que todavía queda uno que otro”, mientras agentes de seguridad indicaron a ZETA que en las últimas ejecuciones las víctimas conocían a su agresor, ya que se dieron dentro de las casas.
Informes recibidos por este Semanario revelan que la limpia que se presentó semanas atrás, y en la que mucho tuvo que ver “El Simón” operando desde el CERESO, “estaban matando a su propia gente, a los que no quisieron jalar con ellos, algunos dicen que se querían independizar, pero lo cierto es que no se alinearon; tal es el caso de ‘El Chicho’, ejecutado en la colonia La Fuente. Este personaje, de acuerdo a la información recabada, controlaba una banda de narcomenudistas, que poco a poco fue disminuyendo por el trabajo que ‘El Güero Rufles’ realizó en compañía de sicarios a la orden del Cártel de Sinaloa”.
Conforme a datos brindados por un miembro del Grupo de Coordinación de Seguridad Pública, Narciso Cota “El Chicho” fue ejecutado el lunes 29 de agosto en Circuito Bledales, casi esquina con Del Río, a bordo de un auto Toyota Corolla de reciente modelo; en vida fue operador en la estructura del ex gobernador Marcos Covarrubias Villaseñor. Se le identificó como encargado de una célula delictiva dedicada a la venta y distribución de droga.
Tras la forzada retirada del “Simón” en el control de la venta y distribución de estupefacientes, así como sus sicarios, ha conseguido una presunta tregua entre los líderes de estas conductas ilícitas en La Paz, sin embargo, es una futuro incierto, “están parados ahorita, pero aún faltan y lo más seguro es que en cualquier momento se dejen ir”, señaló la fuente.
En cuanto al actuar de ciertas corporaciones, “al menos en la Procuraduría lo que te puedo decir es que es incierto, todos trabajan como se puede, nadie hace más de lo que pueda generar inestabilidad, el propio subprocurador de Investigaciones Especiales no se mete mucho en problemas con aseguramientos o investigaciones; la propia área antisecuestros, homicidios, el COE y demás, no le van a mover a esta situación, la Ministerial ese es otro rollo”, advirtió el miembro del Grupo de Coordinación, lo que apunta a que la falta de liderazgo y las ganas de detener la ola de violencia los mantiene pasivos.
Cabe mencionar que al ejecutar un trabajo de investigación, se tuvo una denuncia anónima, la cual “hicieron llegar a través de un interno del CERESO, él fue el que dijo que había muchas fosas por descubrir, nos dijeron que todas pertenecían al grupo del ‘Simón” y que las operó ‘El Güero Rufles’, te estoy hablando de muchas”, reveló el consultado. Según estimaciones, se habla de entre 18 y 25 fosas clandestinas, algunas en el Kilómetro 10 a la carretera a Los Planes, sin embargo, también señalan el arroyo entre La Fuente y Tabachines, a solo cinco kilómetros más adentro de donde fueron localizadas, en junio de 2013, cinco fosas clandestinas, atribuidas a Simón Guillermo Hernández Peña “El Sepulturero”.
Personal de Servicios Periciales fueron vistos al menos una semana completa trabajando en la zona, sin embargo, “las lluvias no los dejaron trabajar, no se pudieron encontrar rastros de vestigios que dieran con los cuerpos, grasa y sangre que queda después del evento”; entonces se suspendió la búsqueda, ya que no pudieron localizar, pero todo fue con base de una denuncia formal anónima.
Pero todavía se esperan hechos violentos en la capital, ya que “los del sur (Cártel de Sinaloa) fueron derrocados, incluso por los mismos cuerpos policiacos entregados y detenidos, todo el poder se lo dieron a los del norte (Cártel Tijuana Nueva Generación o CTNG), que lo que sabemos también participa ‘El Mayo’ Zambada, siempre hemos sabido de Los Mayitos como operadores, pero estas alianzas estratégicas se dieron aquí, incluso con propios policías, lamentablemente”, citó una fuente policial.
La operación en Comondú
En Comondú hay rencillas entre células del Cártel de Sinaloa comandadas por Juan Murillo Avendaño “El Tomatito Cherry”, y por parte del Cártel Jalisco o Tijuana Nueva Generación, Rubén Omar Castañón Nicolat “El Cheyo”, también aliado con el grupo identificado como Los Palapas.
Sin embargo, una fuente militar adelantó que las investigaciones realizadas por parte de inteligencia destacan a “un actor escondido que no habíamos identificado, pero con base a las investigaciones que realizamos, los datos recabados con la PGR, pudimos constatar que ‘El Gordo Vega’ (Miguel Ángel Vega Ramírez) pudiera estar detrás de toda esta operación”.
La fuente amplió la información comentando que “El Tomatito” se encuentra escondido en Sinaloa, esto pudiera deberse a la detención de Martín Gaudencio Avendaño Ojeda, operador de Ismael “El Mayo” Zambada, detenido en Zapopan, Jalisco, por fuerzas federales.
“Esto nos da línea a pensar que los atentados en contra de Los Cheyos a las afueras de AutoZone, la quema de negocios y el rancho de los Avendaño Murillo, pudiera tratarse de una estrategia para lograr el control del Valle”.
Y es que según el militar, la estrategia que pudiera traer el líder criminal perteneciente a la célula de Los Dámaso va dirigida a crear una rencilla entre los dos grupos, ya que “había una tranquila operación de los dos bandos”, pero al crear inestabilidad pudiera significar una guerra como la ocurrida en La Paz, ya que a la llegada de un tercer grupo en el mes de julio de 2014, la plaza estaba dividida en Norte para la célula del “Compadrón”; mientras que el Sur para Los Pepillos, pero fueron Los Dámaso quienes desestabilizaron la distribución de terreno, estrategia ya reconocida para este grupo delictivo.
“Es precisamente la estrategia, buscar desestabilizar el control que se tiene, esta subdivisión y poder avanzar en el control. Si se llegara a adentrar la célula del ‘Gordo Vega’, lo que va a ocurrir es precisamente lo que pasó aquí. Ahorita se están declarando la guerra Los Tomateros y Los Cheyos, incluso en redes sociales, algunos miembros de la asociación lo mencionan (Gordo Vega); pero inmediatamente salen los contras a defender que no, que son Los Tomateros los encargados y viceversa”.
Incluso mencionan que el ataque asestado al rancho de los Avendaño camino a Puerto San Carlos, en el cual quemaron ganado y todo lo que se encontró, así como la colocación de mantas contra “El Tomatito Cherry” y la muerte de varios caballos purasangre escondidos en un rancho en Villa Morelos, poblado ubicado a la salida de Ciudad Constitución, también fueron hechos planeados por “El Gordo Vega”, logrando el cometido.
En redes sociales, como ZETA lo dio a conocer en la edición anterior, hay discusiones en publicaciones, donde se pensaba que eran grupos contrarios de Tomateros y Cheyos, pero salen al descubierto ante una justificación, al tratar de disuadir de la guerra que viene desde otro punto.
Aquí las intervenciones:
Nathanel Ramírez:
“Pero en si los cheyos andan muy mal creen traer guerra con los tomateros cuando no es asi ya que la guerra que traen los cheyos es con su propia organizacion pues no se dan cuenta que de ahi mismo de su equipo mediocre que traen lo mandaron a quebrar al cheyo…”.
“Los cheyos piensan que traeen guerra con los tomateros pero no es asi . ya que el ataque que recivieron en el autozzone vino de su propia organizacion mediocre que se cargan pues un integrante de ellos mismos kiere kedarse con la plaza y sacar asu patron cheyo…”.
Albertito Collins:
“Jajajajjaja estan vien pendejos jajajajajjajaa me dan risa jajajajjaa que listos son weeey jajajajjajajajajajajajaja”.
Todo indica que desde la captura y salida de Miguel Ángel Vega Ramírez del CERESO de La Paz, ha tenido la ambición del control absoluto de Comondú, anteriormente fue identificado en un mapa delictivo realizado por fuentes militares, como líder de plaza en Ciudad Insurgentes, pero señalan que la pelea va fuerte y dirigida por recuperar la plaza por completo; la situación tuvo origen a partir del hecho ocurrido el 31 de agosto a la altura del Kilómetro 210 +500 y Calle Pedro María Anaya, Colonia Renero de la carretera a Ciudad Constitución- Ciudad Insurgentes, a las afueras de la negociación conocida como AutoZone, lugar donde resultó lesionado “El Cheyo”, objetivo principal; allí también quedó el cuerpo sin vida de Rafael Arroyo Acosta “El Murciélago” de 25 años de edad, a bordo de un automóvil Kia de color gris; presuntamente fue contratado como sicario para ejecutar al “Gordo Vega”.
Esta fue la información que llegó a Miguel Ángel Vega, lo que se presume una traición dentro del propio grupo de Los Cheyos para entregar información a éste, lo cual libró el contraataque en AutoZone contra los rivales, pero solo quedó en la muerte del presunto sicario.
Asimismo, la fuente militar expresó que se tuvo conocimiento de un levantón en ese lugar, de Juan López “Juan Palapas”, el cual según la investigación, no se ha dado con su paradero.
La pugna
Mientras en La Paz y Comondú los hechos siguen, en Los Cabos una lucha que se veía venir por el control de la plaza tras la caída de Guadalupe Acosta López “El Javier” en Culiacán, Sinaloa, donde fuera ejecutado al dirigirse a la casa de familiares, “un reacomodo obligado que se tenía, era de esperarse”, comenta un experto en Seguridad Pública, ya que el interés por controlar Cabo San Lucas es la premisa de las células en la Zona Sur del Estado.
Precisamente ese 21 de septiembre por la tarde, en el camino a La Candelaria, poblado cercano a este destino turístico, se supo de un fuerte enfrentamiento armado, en la brecha se encontró a una camioneta de color blanco Toyota Tacoma con capota, con diversos impactos de bala, los vidrios de la capota destrozados a balazos, una de las llantas traseras ponchadas y manchas de sangre; en el sitio se dieron cita agentes de seguridad de los tres niveles de gobierno, Fuerzas Armadas y de Servicios Periciales, quienes aseguraron la evidencia.
En el lugar se encontraron dos armas largas y una corta, además de pertenencias de las personas que presuntamente viajaban en la unidad, como: tenis, bolsas, teléfonos celulares, llaves que pudieran significar pruebas para el esclarecimiento de los hechos; del mismo modo, momentos después, al oscurecer y cerca del lugar, fueron encontradas dos personas lesionadas por impactos de bala, mismas que fueron trasladadas al Hospital General de Cabo San Lucas con lesiones graves. Fue necesaria la intervención de dos ambulancias de IMR (International Medical Response), además de un fuerte dispositivo de seguridad, entre militares, Policía Ministerial y agentes municipales.
La Procuraduría General de Justicia del Estado dio a conocer que ambas personas fueron identificadas y son originarias de Culiacán, Sinaloa, de nombres de Óscar Iván y Pastor de Jesús, de 23 y 29 años, respectivamente.
Según indagaciones, solo dos personas fueron reconocidas oficialmente en el enfrentamientos, sin embargo, se sabe por testigos que vieron a la unidad, que al menos tres más viajaban a bordo.
Además del hallazgo del vehículo con impactos de bala y los heridos, fuerzas militares detectaron a unos metros del sitio del enfrentamiento, lo que parece ser una pista clandestina, donde se estima había circulación y trasiego de estupefacientes por medio de aeronaves, lo que indica que el grupo de presuntos narcomenudistas se dirigían al punto, ya sea a recolectar armas o droga. El cierre de información ha sido tal que este Semanario solo recibió declaraciones dirigidas a que “de momento no tenemos información, está fuerte el evento, pero conforme pase la semana vamos a dar con qué hay detrás del hecho y aún no se está viendo”.
Cabe señalar que la pugna apenas inicia, aunque era una sucesión esperada y todo apunta a “una restructuración, seguramente se estaban armando y buscaban ese punto de quiebre, ahora se tiene y solo queda seguir trabajando de manera coordinada aquí en Los Cabos”, dijo la fuente policial.
Pero no solo esta clase de eventos armados se han registrado en Los Cabos, apenas el 28 de agosto un comando armado levantó a Hilario Vargas Espinoza, de 64 años, hermano de la periodista Hermelinda Vargas, directora de Colectivo Pericú; y a su compañero José Flores Méndez.
Según los hechos relatados a ZETA, Vargas y dos de sus compañeros se encontraban en un predio de su propiedad en la colonia Santa Rosa en San José del cabo, municipio de Los Cabos, cuando un comando armado de entre cinco y seis personas ingresaron, golpearon y tiraron al suelo a un joven ayudante, manteniéndolo contra el piso en todo momento con el fin de que no viera los rostros de los plagiarios.
El reporte indica que a José Flores lo golpearon con brutalidad para “aflojar” a Hilario Vargas y llevárselo del sitio, en medio de golpes y empujones los hombres armados abordaron dos vehículos, el otro joven quedó tendido en el suelo después de la golpiza que le dieron, lo único que se supo esa noche fue que el hermano de la directora de Colectivo Pericú, su acompañante y las personas se fueron con rumbo desconocido, a dichos de los familiares es como “si se los hubiera tragado la tierra, no tenemos ningún dato, solo sabemos que las autoridades trabajan para localizarlos”.
Por otro lado, Hermelinda Vargas ha externado su sentir ante la desaparición de su hermano a través de Facebook, donde ha recibido el apoyo de sus seguidores y se han unido en la búsqueda de su familiar. La periodista solicitó a los captores respetar la integridad física de su hermano.
“Mi hermano Hilario Vargas Espinoza fue privado de su libertad ayer por la tarde noche por personas desconocidas que llegaron a una propiedad que tiene en la colonia Santa Rosa. Toda la familia nos hemos unido para su búsqueda al igual que grupos de amigos. Los hechos ya son del conocimiento de las autoridades. Pido a la ciudadanía si conoce o sabe de su paradero lo hagan del conocimiento inmediato al número de emergencias 066. Igual a las personas que se lo llevaron que respeten su integridad física. Mucho les agradecemos su colaboración”, externó.
La familia ya dio aviso a las autoridades, además de la denuncia correspondiente se trabaja directamente con agentes de investigación para lograr la localización de ambos, aunque una corazonada les ha dado fe en que se encuentran bien; sin embargo, las investigaciones no han dado los frutos esperados.
Hasta el cierre de esta edición de ZETA, Hilario y José siguen el calidad de desaparecidos, incluso no se ha tenido contacto alguno con sus captores.
“Sé que estás bien hermano. Tu vida es más valiosa que cualquier bien material. Te queremos pronto de regreso. Tu familia te extraña, te ama y te espera. Continuaremos buscándote hasta dar con tu paradero”.
Especialistas en delincuencia organizada han dado a conocer a este Semanario que desde un punto de vista sociológico, “la violencia ha llegado para quedarse, y no solo quedarse en las calles, sino que esto va más que nada en la conciencia de todos, lo que podría originar un recrudecimiento de los hechos y que poco a poco suba de tono, y, en el peor de los casos, sea esparcido en delincuentes que solo se dedicaban a robar”.