La Policía Federal faltó a la verdad en su informe sobre los hechos ocurridos en Tanhuato el 22 de mayo de 2015, aseveró la CNDH en un informe presentado hoy, en el que detalló que 22 de los 42 civiles fueron ejecutados de forma arbitraria y que la mayoría de los decesos se debieron por disparos efectuados a menos de 90 centímetros. Armas sembradas, disparos desde helicópteros a personas desarmadas, tortura a los testigos con vida, así como falta “de dignidad” en el manejo de los cadáveres, fueron algunos de los resolutivos que llevaron a la Comisión a emitir una recomendación por las “graves violaciones” a los derechos humanos, efectuadas por la PF, además de que la institución repare los daños a los familiares de las víctimas.
Ciudad de México.- La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) presentó los resultados de la investigación que realizó sobre los hechos ocurridos el 22 de mayo del 2015, en el rancho El Sol, ubicado en el municipio de Tanhuato, Michoacán, que derivaron en la muerte de 43 personas, entre ellos un policía Federal y 42 presuntos integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), además de un elemento de la PF herido y tres civiles detenidos.
En el caso de 22 de los 42 civiles, estos fueron ejecutados extrajudicialmente por los elementos de la PF, aseguró el titular de la CNDH, Luis Raúl González Pérez.
Además, informó que se emitió la recomendación 4DG/2016, con base a pruebas científicas y técnicas, por “graves violaciones a los derechos humanos”, lo que incluye tortura y posibles ejecuciones, además de falsedad de informes y manipulación de evidencias, presentadas por la PF y la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán, ya que la Semefo “faltó a la dignidad en el manejo de los cadáveres”.
Sin embargo, el titular de la CNDH enfatizó que este informe sobre violaciones a Derechos Humanos en Tanhuato, no pretende desacreditar a ninguna institución, por lo que el organismo se ha pronunciado por el cumplimiento de las normas para la convivencia pacífica.
En el caso de 15 personas fallecidas la CNDH no contó con los elementos para determinar como perdieron la vida, por que resulta difícil obtener los resultados de la investigación de los hechos acontecidos en Tanhuato.
“La CNDH enfatiza la necesidad de que la muerte de un policía federal, así como las lesiones de otro deben ser también esclarecidas”, dijo González Pérez.
Durante su intervención, el primer visitador de la CNDH, Ismael Eslava Pérez, informó que realizó una investigación de campo, valoraciones medicas e intervenciones periciales, lo que consta en el expediente.
Detalló que después de las diligencias encontraron que en Tanhuato, 40 de las 42 personas que fallecieron murieron por impacto de arma de fuego, y de estos, la mayoría de los decesos por disparos a menos de 90 centímetros.
Además, a una persona le dispararon desde un helicóptero, mientras se encontraba desarmada, y después le sembraron un arma, al igual que a 10 civiles más, para aparentar que estaban armados. Por otra parte, una persona fue torturada, interrogada y amenazada de muerte por elementos de la PF.
La Policía Federal contó en total con más de 4 horas para manipular evidencias y la escena del crimen. Todo lo que dijo la corporación en sus informes resultó ser falso, por lo que faltaron a la verdad.
De acuerdo con los reportes oficiales, el rancho El Sol era utilizado por el CNGj y fue descubierto por la Policía Federal (PF) tras la persecución de una camioneta con hombres armados, quienes intentaron resguardarse en esa propiedad. Según el entonces titular de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), Monte Alejandro Rubido, el enfrentamiento inició alrededor de las 7:00 horas y se prolongó por más de 3 horas.
Al menos 39 de las personas que murieron en el predio de 112 hectáreas eran originarios de Ocotlán, Jalisco, uno del municipio de Tala y dos de Michoacán, luego de que el lugar fuera el escenario de un fuerte enfrentamiento, en el que, incluso, recibió tiros desde un helicóptero Black Hawk de la PF, el cual también recibió impactos de fusiles, pero no cayó.
Las autoridades federales afirmaron que no hubo ejecuciones extrajudiciales, que todos los delincuentes habían muerto combatiendo. En un reporte posterior recontaron que en el lugar habían sido aseguradas 42 armas, entre fusiles y pistolas.
Días después, un reportaje publicado por el diario El Universal, señaló que los peritajes realizados en la escena concluyeron que las armas fueron “sembradas” por la PF y que el 70 por ciento de los cadáveres presentó “el tiro de gracia”, algunos con balazos en la nuca.
Semanas después, el 19 de marzo, en Ocotlán, Jalisco, a tan solo 86 kilómetros de Guadalajara, sicarios del CJNG emboscaron a decenas de policías federales. Ejecutaron a cinco elementos de la Gendarmería y mataron a cuatro civiles.
Antes, el 1 de mayo del mismo año, sicarios del CJNG derribaron con un misil ruso un helicóptero Cougar de la Fuerza Aérea Mexicana en Villa Purificación, Jalisco, que provocó que murieran nueve militares y una policía federal, además de que hubo varios heridos.