Por Carlos Álvarez Acevedo.
El diario uruguayo El País informó que las autoridades de aquel país detuvieron a Gerardo González Valencia, segundo al mando del cártel mexicano de “Los Cuinis”, mismo que ayer rindió declaración en el el Juzgado de Crimen Organizado del país sudamericano.
De acuerdo con el diario, grupos de la Guardia Republicana custodiaron todo el tiempo la sede judicial, esto, según fuentes policiales uruguayas consultadas por ZETA, ante el temor de que el capo se les escapara.
El mexicano fue detenido junto a otras 10 personas en Punta del Este, una ciudad peninsular situada en el extremo meridional de Uruguay, en el departamento de Maldonado. Es uno de los balnearios más importantes, más caros y exclusivos de América Latina.
Allá, dicen las fuentes a este medio, el presunto narcotraficante se mantuvo ocupado viviendo “una vida de rey”, comprando mansiones y chalets por todo Uruguay.
Además, el nombre del mexicano detenido en aquel país, hermano del líder del cartel Abigael González Valencia, aparece en los documentos del caso conocido como los “Panama Papers”.
“En la tarde de ayer viernes, unos 30 policías de la Guardia Republicana y de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas, armados con subfusiles automáticos y chalecos antibalas, custodiaron al mexicano G.G.V. hasta su ingreso a la sede del Juzgado Especializado en Crimen Organizado. Allí fue interrogado por lavado de activos en Uruguay mediante la compra de propiedades inmobiliarias en Punta del Este”, señala El País.
Sobre el detenido pesa una requisitoria internacional de Estados Unidos por tráfico de drogas, indica el rotativo sudamericano.
El medio asegura que fuentes del caso le indicaron que el detenido era investigado desde 2015 por la jueza especializada en Crimen Organizado, Adriana de los Santos, y la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas, luego de que se constatara que había adquirido varios inmuebles en el Este a través de sociedades anónimas compradas a la firma panameña Mossack Fonseca.
Una investigación periodística internacional reveló que dicho despacho vendió miles de sociedades a gobernantes, políticos, empresarios y deportistas de varios países para guardar dinero en paraísos fiscales.
La publicación de los “Panama Papers” obligó a la jueza De los Santos y al comando de la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas a adelantar la operación para detener a este mexicano a fin de evitar que saliera del país, informó el diario.
En los últimos días el detenido había abandonado su residencia en Punta del Este y se estableció en Montevideo, dijeron a El País fuentes del caso.
El semanario local Búsqueda consignó, en base a documentos publicados por el diario alemán Süddeutsche Zeitung y compartidos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en inglés), que una de las sociedades anónimas panameñas creadas por Mossack Fonseca para este mexicano detenido en Montevideo es Montella Global.
Dicha sociedad es propietaria de inmuebles en Uruguay y realiza inversiones en ese rubro.
El semanario mexicano Proceso publicó que G.G.V., Gerardo González Valencia, detenido el jueves por orden de la Justicia especializada en Crimen Organizado, es acusado por los gobiernos de Estados Unidos y México como parte de los negocios ilícitos del cartel de Los Cuinis.
El gobierno de Estados Unidos considera que el cartel de Los Cuinis es la organización mexicana de tráfico de drogas con más poder económico en todo el mundo, incluso por encima del Cártel de Sinaloa.
El 28 de febrero pasado, las autoridades mexicanas arrestaron, de manera fortuita, en Puerto Vallarta, Jalisco a Abigael González Valencia, alias “El Cuini”.
Los Cuinis, organización fundada por Abigael, “son los dueños casi absolutos del mercado europeo y asiático de las drogas”, según análisis e investigaciones de inteligencia de varias dependencias federales estadounidenses, las cuales ubican a este grupo criminal como “asociado” al Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), en contra de las versiones de las autoridades mexicanas, que las identifican como una y la misma mafia.
“El Cuini y sus hermanos (cinco) son los narcotraficantes más ricos porque son quienes venden más cocaína y metanfetaminas en Europa y las autoridades europeas no han logrado confiscarles casi nada de dinero ni de droga. Es decir, sus ganancias se podría decir que son cercanas al cien por ciento”, dijo a Proceso un funcionario de la Administración Federal de Drogas (DEA por sus siglas en inglés).
De acuerdo con la DEA, Los Cuinis, con base en el estado de Jalisco, ganan más dinero que cualquier otro cartel de narcotráfico de México, pues exportan cocaína y marihuana a Europa, donde ganan en euros, moneda mejor cotizada que el dólar estadounidense.
Abigael González Valencia es un narcotraficante muy “peculiar” y así lo consideran y etiquetan algunos de los documentos de las investigaciones que realiza la DEA .
“Es un narcotraficante inteligente. Desde que se asoció con el Cartel de Jalisco diseñó una estrategia de tráfico de drogas diferente a las tradicionales, como la del Cartel de Sinaloa, por ejemplo”, dijo otro de los funcionarios de la DEA a la revista Proceso.
“El Cuini se concentró en asociarse con narcotraficantes y narcoinsurgentes de Colombia y otros países de Sudamérica para vender cocaína y otras drogas en Europa, sin fijarse en Estados Unidos. Eso marcó una gran diferencia en términos de las ganancias que ha obtenido”, explica el funcionario.
Conforme a los documentos oficiales revisados por Proceso, Los Cuinis y el Cartel de Jalisco desde hace casi ya una década optaron por no disputar con otros grupos las rutas hacia Estados Unidos, y, con muy poco esfuerzo, se apoderaron de los mercados europeo y asiático.
“Los Cuinis”, a diferencia de los otros carteles mexicanos, “no son violentos, no llaman la atención y son casi impenetrables en su estructura de mando”. Ello dificulta que la Policía logre colocar un infiltrado en sus filas, según informó un funcionario de la oficina antidroga de Estados Unidos a Proceso.