Un hombre secuestró un avión Airbus 320 de la aerolínea egipcia EgyptAir, con 56 pasajeros a bordo, y amenazó a la tripulación con un supuesto cinturón de explosivos para forzarlos a cambiar la ruta de la aeronave que despegó de la ciudad de Alejandría con destino a El Cairo, en Egipto.
El secuestrador, identificado como Seif al Din Mustafa, ordenó a los pilotos redirigir la nave hacia el aeropuerto internacional de Larnaca, en Chipre. Poco después de aterrizar, el individuo accedió a liberar a la mayoría de pasajeros. Fue entonces que medios locales informaron que fuentes de seguridad negaron la presencia de explosivos en el avión.
Tres horas después, el secuestrador fue arrestado, de acuerdo con el gobierno chipriota, que había informado anteriormente que las motivaciones del secuestrador no eran de tipo político, sino personal, y que el hombre había solicitado asilo en la isla mediterránea que forma parte de la Unión Europea.
El secuestrador del avión solicitó a las autoridades poder hablar con su exmujer, de nacionalidad chipriota y que actualmente vive en un pueblo situado cerca del aeropuerto, según la agencia de noticias AFP.
Varios testimonios confirmaron que el secuestrador dejó caer una carta escrita en árabe dirigida a su ex esposa. De acuerdo con la televisión pública chipriota, Mustafa habría también solicitado la liberación de las presas políticas en Egipto.
Entre los pasajeros del avión secuestrado figuraban 21 extranjeros, de acuerdo con un comunicado del Ministerio de Aviación egipcio. De ellos, ocho eran estadounidense, cuatro británicos, otros cuatro holandeses, dos belgas y un francés.
En un primer momento, se temió que el secuestro fuera una acción perpetrada por un grupo yihadista. Desde el golpe de Estado de 2013, Egipto padece el terrorismo perpetrado por diversos grupos, entre ellos Wilaya Sina, la filial egipcia del autodenominado Estado Islámico, mismo que ha llevado a cabo decenas de atentados en el país.
Wilaya Sina fue el grupo que reivindicó el atentado contra un avión civil ruso el pasado mes de octubre en la península del Sinaí, en el que murieron las 224 personas a bordo, la gran mayoría turistas rusos.
