Quiero expresar mi opinión respecto al invento más sangriento y torpe que se tenga memoria en la vida pública de este país. Me refiero al que inventó el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, que, en su afán de prevalecer, manejando títeres, como es su costumbre, inventó un programa llamado Solidaridad, para lanzar a la presidencia a don Luis Donaldo Colosio, pero todo le falló. No solo fracasó el invento sino que culminó con la tragedia del asesinato del candidato presidencial del PRI, un hecho al cual nunca aceptaremos los políticos de buena fe, que los hay y en todos los partidos, sin embargo sembró la semilla sangrienta de los presupuestiveros, que hay muchos por cierto. De lo que hoy es la Secretaría de Desarrollo Social, que francamente ni combate la pobreza, como debiera ser todo el gobierno, ni desarrolla maldita la cosa, y se ha vuelto una verdadera oportunidad para vivales, pseudo líderes, falsos candidatos, ciudadanos fracasados transformándose en un rin político de la Cámara de Diputados por el manejo estúpido de la ignorancia y pobreza de nuestros ciudadanos, obvio para ver quien maneja más presupuesto de los que menos ganan. De los Juan sin tierra, de los obreros que deben remar contra corriente, me refiero a los que ganan el mínimo, no los que no son hijos predilectos del Tata Lázaro; nuestros sufridos ejidatarios cuyo cobijo irresponsable con el Procampo ha costado a la nación ser dependientes hasta de lo que a diario comemos. Me refiero a los obreros que cargan en sus espaldas todos estos pseudo ciudadanos con poder que sirven para maldita la cosa, esos que se reparten la miseria con jugoso salario mensual que no están dispuestos al sacrificio por su pueblo, que ven en la política una forma de vida de primer mundo, no importando que el trabajador sufra hambre y sed de justicia, así decía Colosio. ¿Cuántos diputados y senadores han pasado por la Cámara alta y baja? ¿Cuántos años desde aquel trágico marzo de 1994? No se dieron cuenta del engaño o le entraron al negocito, que estuvo Peña Nieto haber nombrado a la señora Robles –dizque de izquierda– en este invento que solo descubre el tamaño de nuestros políticos. Es urgente terminar con esta farsa, ¿o creerán nuestros gobernantes que el pacto político evitará un levantamiento social de tal magnitud que puede ser incontrolable? Deben los partidos políticos no olvidar el papel protagónico que les corresponde por derecho, deben los partidos ser escuela de democracia, pésele a quien le pese, no importando las victorias o derrotas, éstas son circunstanciales y temporales. Devuelvan la fe al ciudadano, devuélvanle un salario justo como política de estado, así se forman las naciones desarrolladas tomando conciencia de la dignidad del ciudadano, no con inventos torpes. Francisco Javier Medina Velasco Mexicali B.C. Correo: f_medina_v22@hotmail.com
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