14.3 C
Tijuana
domingo, febrero 25, 2024
Publicidad

Cerrazón

La Universidad Autónoma de Baja California (UABC) vive y se desarrolla de los impuestos ciudadanos, y como entidad pública, los integrantes de su Consejo Universitario están obligados a rendir cuentas de su administración a quienes los mantienen. De quienes pagan sus sueldos, el panorama es claro. De los poco más de 3 mil 554 millones  de pesos que tiene de presupuesto para este 2014, un total 2 mil 550 millones son subsidios del estado y la federación, dinero que procede del bolsillo de los bajacalifornianos en particular y los mexicanos en general. Y otro medio millón proviene del pago de diversas cuotas de los educandos, por lo que también adquieren el derecho de saber y cuestionar la labor de sus autoridades administradoras. Sin embargo, la cúpula universitaria obligada por la naturaleza de casa de estudios de nivel superior “pública”, a promover la libertad de pensamiento, ha decidido comportarse cual pandilla, cuyo ideal es perseguir el poder, ese que se impone con argumentos de autoridad pisoteando los argumentos racionales. La cerrazón ha sido el principal síntoma público de esta voracidad por el dominio total de la vida universitaria, que ha caracterizado el presente cuatrienio encabezado por el rector Felipe Cuamea Velázquez (2010-2014).   Sin responder oficialmente, cada vez que se ha dado a conocer alguna irregularidad en la administración de la máxima casa de estudios, sus contra argumentos han sido referir que los consejeros no se van a poner al nivel de sus detractores, que no van a validar a sus contrarios respondiendo, o refiriendo que quienes están en su contra no están en sus cabales. Desde su arribo, Cuamea se negó a responderles a los alumnos y profesores pensantes –de los que deben existir en una universidad– que cuestionaron su llegada como rector porque no reunió los votos legales requeridos por reglamento del consejo. Entidad de gobierno educativo que después manipularon para sacar a quienes consideraban sus contarios y llenarlo de sus amigos pervirtiendo esta junta al anular la representatividad de todos los grupos universitarios y cancelar las posibilidades de un manejo y supervisión democrática. De estos cambios manipulados tampoco hubo argumento o justificación. El mismo silencio fue la respuesta de Cuamea cuando una parte de la comunidad universitaria lo cuestionó en 2013 por suplir el Examen de Habilidades y Conocimientos Básicos (EXHCOBA), creado por Eduardo Backoff Escudero y un grupo de colaboradores del Instituto de Investigaciones Educativas de la UABC para definir qué aspirante debían ser admitidos, por el examen del Consejo Nacional de Evaluación para la Educación Superior, A.C. (CENEVAL). Al final, el rector guardó silencio porque no tenía argumentos para refutar la calidad del trabajo de Backoff, quien por cierto fue designado miembro del Consejo Nacional de Evaluación Educativa. La misma estrategia desinformativa  está aplicando ahora, intentando desacreditar fuera de libreta a Rafael Reséndiz Ramírez, estudiante de doctorado en ingeniería con 19 años de estudios especializados, con maestría en educación y estudios de filosofía por la Universidad Pontificia de México, licenciatura en teología en la misma institución y especialización en teología bíblica. Este académico le está mostrando al rector con documentos, que el cuadernillo Modelo Educativo publicado el 15 de mayo de 2014 que presenta como autores a una docena de funcionarios universitarios, y al propio Felipe Cuamea, es un plagio de un texto que elaboró en 2012 siendo maestro dela UABC por orden del director de la Facultad de Pedagogía, Salvador Ponce Ceballos.  Ante la indignidad del presunto delito, de nuevo piensan que callar es la solución. Esperan que si no hablan la comunidad estudiantil olvidará, que si ellos no lo mencionan la irregularidad no existe, luego lejos de las grabadoras se dicen indignados para autoproclamarse víctimas de rumores mal intencionados e intentan desacreditar a su contrario etiquetándolos como locos o radicales, cuestionando sus motivos y finalmente invocando su autoridad. Sin embargo, en medio de una comunidad pensante, esta cerrazón es signo de debilidad, corrupción, e ignorancia, de ausencia de argumentos para defender su causa. Cierto, el grupo de académicos representados por Cuamea y encabezados por el ex rector y ex secretario de desarrollo Económico Alejandro Mungaray Lagarda llegó tras derrotar a aquel equipo de funcionarios universitarios que intentaron aniquilar a “varillazos y garrotazos” la libertad de opinar, de pensar y de educar a los alumnos para que se comprometieran con la sociedad,  generada por el movimiento sindical estudiantil de 1980-1981 en la UABC. El problema es que en poco tiempo están convirtiéndose en lo mismo que combatieron, otra entidad antidemocrática que se niega a dar cuentas, a responder por sus fallas y corregirlas, y que también intenta reprimir toda opinión o pensamiento que difiera al de la cúpula, la única diferencia es que ellos no usan garrotes, varillas y esquiroles… todavía.     Keywords: ZETA, Para Empezar, Cerrazón, UABC Felpe Cuamea, Backoff , EXHCOBA, CENEVAL, Rafael Reséndiz


Publicidad


Autor(a)

- Publicidad -spot_img

Puede interesarte

-Publicidad -

Notas recientes

-Publicidad -

Destacadas