Cecilia Romero, segunda de a bordo del PAN nacional, se reunió casi en secreto con los panistas “disidentes” en Baja California. De hecho, la secretaria general del CEN del PAN no tuvo agenda en el país; viajó a San Diego pero no pudo rechazar la invitación que, de inicio, le hizo el grupo “de los viejitos”, como llaman sus compañeros de partido para que escucharan sus clamores. Pero la reunión la terminó dirigiendo ni más ni menos que Héctor Osuna Jaime. La encerrona con Romero fue en la casa de Bertha Padilla el miércoles 21 de agosto al mediodía. Don Héctor Castellanos, Don Salvador Villaseñor, Don Ceferino Sánchez y Rafaela Martínez, presentes. Esta última echando rabia contra Sócrates Bastida, Kiko Vega y los controladores del panismo. Tres cosas petitorias se llevó Romero: una, que creara una delegación -pero ya- para que se escoja una nueva dirigencia en el estado. Desde luego que propusieron a Ruth Hernández, quien intenta sacudirse las acusaciones de traición al partido. La otra fue para que el padrón del partido fuera depurado, puesto que los Chuy González y los Bastidas, solo lo usan para beneficiar a sus candidatos, entre ellos, el actual gobernador y, por último, que se le exigieran “cuentas” a Bastida, pues sospechan que los recursos y el dinero se mal acomodó. Bravos los “viejitos”, quieren retomar el partido que simplemente los excluye y los tacha de “rijosos”.