Esta semana, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó que a mayo de 2014, los ingresos presupuestarios del sector publico sumaron 297 mil 665 millones. En otras palabras, esto equivale a una caída del 7 por ciento, como consecuencia de menores ingresos obtenidos por la vía petrolera y la condonación de impuestos “Ponte al Corriente” (2013). En tanto que en un entorno de inseguridad y debilidad del mercado interno, analistas consultados por el Banco de México bajaron una vez más el crecimiento del Producto Interno Bruto en el país, de 2.77 a 2.65 por ciento, colocándolo por debajo de la expectativa del Gobierno Federal, del 2.7% para el presente año. De acuerdo al economista Rubén Roa, ambos indicadores significan que “la macroeconomía no se está comportando respecto a las expectativas que el Presidente (Enrique Peña Nieto) tenía en base a las estimaciones que ellos establecieron en función de la llamada Reforma Hacendaria que se plantearon el año pasado, que fue más una miscelánea fiscal”. El especialista también señaló que la prueba “es que se cayó la recaudación por concepto de Impuesto Sobre la Renta, y no se recaudó lo que se esperaba por el concepto del Impuesto al Valor Agregado. Por tanto, tenemos estos resultados. En realidad la alza de impuestos, sumado a la baja de crecimiento de la economía internacional, no solo en Estados Unidos, propiciaron dichos resultados”. Roa agregó que si bien hay crecimiento, éste es mediocre y se tendría que analizar por sectores, para determinar cuáles de ellos han sido los más golpeados, dentro de los que se encuentra la construcción. En tanto que las exportaciones (manufactura) han empujado la incipiente economía de México que no termina de despuntar, con todo y las tan cacareadas reformas estructurales de Peña Nieto que el Congreso aprobó.
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