En estos días hay dos eventos que a millones de mexicanos tienen muy inquietos e interesados. Primero lo que se veía distante, finalmente llegaron las Olimpiadas de París. Lo segundo no menos importante, las elecciones venezolanas, que ni siquiera se imaginaban verlas realizadas tranquilamente. Pero menos ver que están resultando tan dolorosas.
Y aunque no se quisiera mortificar en México con actividades políticas que el partido hegemónico gubernamental amenaza con destruir lo que muchos años costó reunir en esa palabra que es acción-mortificación-amenaza, “sobrerrepresentación”, a muchos no les cae el veinte de lo que significa. En el pasado, dicen, se practicó sin problema. Hoy los ganadores quieren más curules de las que el voto directo les concedió.
Pero regresando al inicio de este comentario, como en toda competencia los deportistas llegan sabiendo que pueden ganar o perder. Su sola presencia en París ya es un triunfo individual o de equipo. En los primeros días están surgiendo accidentes, sorpresas entre los competidores, sufriendo lo impensable entre ellos. Disfrutar con los éxitos es maravilloso. Denigrar por las fallas es injusto.
Sobre Venezuela, pidamos que al final se imponga la razón, justicia y el amor a la patria. Que no lamentemos las pérdidas humanas, que son irreparables. Ya se ha sufrido la separación de sus raíces, familias e historias. El pueblo venezolano merece rescatar la sana convivencia y tener gobernantes comprometidos con su patria y su gente. Gobernantes honestos de palabra y conducta, que ya trabajen por el bien de todos, coincidan o no en las posturas políticas.
Nota 1. Competir como integrantes de un partido y después de la elección, saltar a otro para contribuir a pisotear la Constitución, es de sinvergüenzas… por decir lo menos.
Nota 2. Llegar a una Olimpiada es el producto de un esfuerzo personal que les hizo ganar ese lugar como representantes de sus países. Y ese honor ahí queda en su historia; no debe ser ignorado, menos perder ese logro.
Nota 3. Si usted ve mucha basura regada en las calles de su ciudad, culpe a esa horda de necesitados que llegan rompiendo las bolsas y desparramando lo que no pueden aprovechar.
Se les debe llamar la atención.
Luz Elena Picos es directora de Red Social de Tijuana.
Correo electrónico: redsocialtijuana@hotmail.com www.lagacetaredsocial.com
