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martes, febrero 20, 2024
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Un adiós prematuro

Ignacio Padilla entregó en 2014 a Océano “Las fauces del abismo”, el cuarto título de su saga de cuentos que tituló “Micropedia”: “Es mi proyecto de vida, es lo que quisiera que fuera mi legado literario”, dijo a ZETA. Este año Tusquets publicó “Cervantes & compañía” y próximamente Océano editará “Inéditos y extraviados”

Fue un adiós prematuro el de Ignacio Padilla. No alcanzó a concluir su obra literaria que tenía proyectada. El escritor falleció el viernes 19 de agosto de 2016 por la noche, tras un accidente vehicular en Querétaro, mientras se dirigía a Guadalajara. Apenas contaba con 47 años de edad (Ciudad de México, 7 de noviembre de 1968).


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Autor de cuento, ensayo, novela, crónica, literatura para niños y teatro, Ignacio Padilla fue el escritor más laureado de su generación, traducido por cierto a más de 20 idiomas, entre ellos al inglés, francés, italiano, alemán, ruso, griego, coreano y hebreo.

“Ignacio Padilla representa la continuidad y el refortalecimiento de la literatura en nuestro país”, reconoció en su momento Carlos Fuentes.

Tusquets publicó este año “Cervantes & compañía”, la tercera parte de la saga cervantina que “Nacho” inició con “El diablo y Cervantes” (Premio Guillermo Rousset Banda) y “Cervantes en los infiernos” (Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos).


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Padilla alcanzó a entregar a Océano “Inéditos y extraviados”, título inédito que la editorial publicará en la colección “Hotel de las Letras”, en la primera quincena de septiembre de 2016.

Editorial Océano informó a ZETA que “Inéditos y extraviados” incluye algunos textos escritos durante su trayectoria, mismos que fueron publicados originalmente en revistas o en alguna antología, pero nunca habían aparecido en algún libro suyo. Fue Padilla quien por supuesto hizo la recopilación que entregó a Océano y fue él mismo quien tituló “Inéditos y extraviados” a su nuevo libro.

En el siguiente link, el lector puede acceder a un “fragmento publicado con autorización de Editorial Océano de México” en coordinación con ZETA, del libro “Inéditos y extraviados”, del maestro del cuento contemporáneo latinoamericano Ignacio Padilla: http://zetatijuana.com/2016/08/24/lee-aqui-un-adelanto-del-libro-inedito-de-ignacio-padilla/

Tras la muerte de Ignacio Padilla, María Cristina García Cepeda, directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), expresó: “En la Secretaría de Cultura, a través de la Dirección General de Publicaciones, hay un proyecto de reedición de algunos de sus títulos. La mejor manera de recordarlo es precisamente impulsando que se lea su gran obra”.

Finalmente, Francisco Padilla, papá de “Nacho”, dejó entrever la posibilidad de conocer libros inéditos del autor “que ya irán saliendo y los daremos a conocer, porque sus hijos encontrarán muchas cosas”.

 

“El cuento es el género que me eligió”

Esencialmente, Ignacio Padilla apostó por el cuento. Es en su “Micropedia” donde el narrador congrega la saga de cuatro títulos de cuento, misma que inició con “Las antípodas y el siglo” (Espasa, 2001), le siguió “El androide y las quimeras” (Páginas de espuma, 2004), después “Los reflejos y la escarcha” (Páginas de espuma, 2014) y “Las fauces del abismo” (Océano, 2014).

Generoso y siempre accesible al diálogo, “Nacho” Padilla concedió diversas entrevistas a ZETA durante su fructífera trayectoria; a continuación la charla más reciente que el autor concedió a este Semanario a propósito de “Las fauces del abismo”.

ignacio "nacho" padilla ¿Desde cuándo tenías guardados estos cuentos?

“Es una pregunta interesante, claro, en realidad uno siempre tiene sus historias guardadas en algún momento; en mi caso, porque soy ante todo un cuentista, un cuentista que a veces le da por la novela, yo creo que estos cuentos están sembrados en mí desde hace veinte años, cuando inicié este proyecto de volúmenes cuentísticos que se llama ‘Micropedia’, del que ‘Las fauces del abismo’ es la primera parte de la cuarta entrega.

“Llevo 20 años proponiendo una serie de libros de cuentos con distintos temas y quizá desde el principio supe que en algún momento tendría que llegar al tema animal, a un bestiario, que forma parte de los códigos y reglamentos de los cuentistas, sobre todo si son latinoamericanos”.

¿Qué características quisiste destacar en estos nueve cuentos, suponiendo que hubo otros que no encontraron un lugar en “Las fauces del abismo”?

“Al mismo tiempo que un muy minucioso redactor de los cuentos, uno tiene que ser un muy valiente seleccionador, los cuentos mismos una vez que existen y cuando los vas trabajando empiezan a decir si pertenecen o no a un volumen; creo que uno debe ser sumamente cuidadoso de no introducir arbitrariamente cualquier cantidad de cuentos, creo que los libros de cuentos también tienen que ser parcos en el número de textos incluidos.

“Hay algunos textos que se excluyen por sí mismos, porque no están trabajados, porque necesitan otro tipo de espacio o porque ellos mismos te dicen si pertenecen o no a otro volumen.

“Los cuentos que quedaron en ‘Las fauces el abismo’ son los que pertenecían al bestiario de tierra según mi lectura; y hay otros que probablemente sean incorporados dentro unos años al bestiario de aire o del fuego, o que se vayan a la basura”.

¿Cuál es tu reflexión sobre la colección “Hotel de las Letras” de Océano, dedicada a la narrativa?

“‘Hotel de Letras’ es un proyecto sumamente interesante que vale la pena seguir, desde luego es finalmente una editorial que está apostando por literatura, con libros de complejidad literaria, con la colección ‘Hotel de Letras’; detrás de la cola hubo un escritor y editor que hizo su propuesta estética, que es Martín Solares, que trabajó antes en Almadía y además muy buen novelista, que encontró en Océano la voluntad suficiente para que lo dejaran formar un proyecto literario.

“Entonces, publicaron ‘La fila india’ de Antonio Ortuño, publican un libro de cuentos mío, ‘Las fauces del abismo’, yo creo que para darle a la editorial y para darle a los lectores de la editorial un prestigio literario y un voto de confianza al lector; ‘hay más lectores inteligentes que los editores piensan y vamos a darle literatura compleja’; me parece que es un proyecto valioso, valiente y arriesgado”.

¿Cómo fue el proceso de creación o edición de este bestiario, considerando que estos cuentos los tenías “sembrados” desde hace 20 años?

“Siempre los reescribo 20, 30 veces, soy muy neurótico, muy minucioso y exigente en la escritura de mis textos, por eso seguramente es que me inclino por el cuento, porque el cuento exige perfección y exige un trabajo moroso, un trabajo delicado, puntilloso, que una novela no puede permitirse.

“El cuentista tiene que tomarse su tiempo, dejar que una idea desde luego madure, cultivarse en lecturas; en mi caso pues he leído bestiarios medievales, bestiarios renacentales, bestiarios latinoamericanos, tradiciones orales como la Biblia, los cuentos zen, todo buscando la animalidad literaria para yo desembocar en un bestiario de tierra.

“‘Fauces del abismo’ es un bestiario de tierra y probablemente vengan después, al cabo de varios años, un bestiario de aire, uno de agua y uno de fuego, no lo sé. ‘Fauces del abismo’ es el primero de cuatro entregas y a la vez forma parte de un proyecto más amplio que ya lleva tres entregas”.

Tus cuentos de “Las fauces del abismo” reflejan el tono de una oralidad de otro tiempo y otras culturas. ¿Implicó algún tipo de reto literario este libro, tomando en cuenta la tradición cuentística latinoamericana o tus anteriores cuentos?

“En este caso es la primera vez que trabajo sobre tradiciones literarias preexistentes, del orden religioso y del orden moral; suelo trabajar, desde luego, con lecturas, con estilos y tonos que me inspiran un cierto ambiente, pero en este caso el trabajo ha sido sobre todo basado en cómo los seres humanos a lo largo de la historia han escrito sobre animales.

ignacio "nacho" padilla“Este libro es sumergible en muchísimas tradiciones y el reto ha sido reproducir estos estilos literarios sin dejar de tener una estilística personal; es decir, que no parecieran textos dispersos de tradiciones orales distintas, sino que fueran mis lecturas personales de distintas tradiciones orales y tradiciones escritas”.

¿Por qué concibes tus cuentos como parte de un proyecto unitario, en este caso “Micropedia”, y no como obras aisladas?

“Mira, yo echo de menos como lector y autor de cuentos, aquellos tiempos gloriosos especialmente de la literatura latinoamericana, en las que podíamos hablar de libros de cuentos reconocibles, escritos como proyecto literario, no cajones de sastre donde un novelista que había escrito cuentos después de 10 años los metía en un libro que se te desparramaba.

“Echo de menos la época en que podíamos hablar de los cuentos de ‘El llano en llamas’ (de Juan Rulfo de 1953), los cuentos de ‘Historia universal de la infamia’ (de Jorge Luis Borges, de 1935), el ‘Bestiario’ (de Juan José Arreola de 1972).

“Entonces, un poco para reproponer y reconsiderar la labor del cuentista latinoamericano, es que he decidido proponer libros de cuentos proyectados, trabajados con mucho tiempo, que a su vez formen parte de un gran proyecto unitario, para que la gente se tome más en serio la labor del cuento, la escritura y la lectura del cuento”.

En relación con la poesía o la novela, ¿se ha dejado de tomar en serio al cuento entonces a diferencia de otras épocas, considerando los títulos que mencionas?

“Yo creo que el cuento comparte con la poesía el ser de culto, y si bien me encantaría pensar que en el futuro no muy lejano el cuento y la poesía se convertirían en textos de lectura masiva, creo que eso no va a suceder, creo que la naturaleza misma del cuento, en este caso como el de la poesía, es la de ser muy selectivo, sectario casi.

“La escritura y la lectura del cuento exigen mucho trabajo, no son textos para pasar el rato, no son o no deben ser textos para entretenerse y distraerse; son textos que deben invitar al lector a contribuir con su trabajo a rellenar todas las omisiones que necesariamente tiene que dejar el cuento.

“El cuento exige mucho esfuerzo, por lo tanto, hay poca gente y habrá siempre poca gente dispuesta a entrarle al toro por los cuernos de la poesía o del cuento; entonces, está bien que así sea. El cuento es el rey secreto de la narrativa, pero tiene que mantenerse en secreto”.

Considerando tu faceta de ensayista, dramaturgo, novelista y cuentista, ¿tú eliges qué escribir?

“Mira, uno no elige el género en el que escribe, el género lo elige a uno. Uno suele transitar en distintos géneros como los músicos pueden intentar y pueden conseguir interpretar un instrumento dado; pero después de la búsqueda del artista de su propio estilo, también el artista debe buscar su propio ámbito óptimo.

“En mi caso pues he transitado por el teatro, el ensayo, la novela, sin embargo, es en el cuento donde mejor me expreso, es en el cuento donde mi espíritu neurótico, perfeccionista, quijotesco, la búsqueda de la perfección, donde mejor se encarna; eso no obsta para que yo escriba ensayos, novelas desde luego, pero siempre son las novelas de un cuentista; el cuento es el género que me eligió para mejor expresarme, no sé si el lector compartiera mi opinión, eso lo decide cada uno”.

A propósito de que en la FIL de Guadalajara coordinas el Encuentro Internacional de cuentistas, ¿cómo percibes al público y a los autores de cuento?

“Procuro que asistan los autores de cuentos más importantes de México, América Latina y en ocasiones del mundo; tiene un público muy amplio, un público muy entusiasta al que le gusta escuchar a sus autores leer sus propios textos.

Inéditos y extraviados; Ignacio Padilla“Lo que percibo es variedad, lo que percibo es interés, lo que percibo es que es un género de culto, es gente muy fanática, es gente muy devota, gente muy audaz y muy dispuesta a involucrarse con el texto literario, eso es lo que encuentro en los lectores de cuentos.

“En cuanto a los autores de cuentos creo que, a raíz sobre todo del Premio Nobel de Literatura 2013 a una cuentista, Alice Munro, pues hay una reivindicación importante.

“Sigo pensando que el cuento nunca será un género masivo y espero que nunca llegue a ser un género masivo, pero que en este momento, como en cualquier momento de la historia, se están escribiendo magníficos cuentos; son quizá los agentes y los editores a quienes todavía les falta cierto valor para apostar por volúmenes de cuento; afortunadamente, Océano lo ha hecho con ‘Fauces del abismo’, un volumen de cuentos que yo confío encontrará sus lectores”.

Finalmente, luego de los bichos de la tierra, ¿cómo vas con los otros bestiarios sobre el agua, el aire y el fuego?

“Buena pregunta. Yo calculo, no lo sé, puesto que soy sumamente lento, despacioso, yo creo que en unos tres o cuatro años. Es decir, podría aparecer una novela, una obra de teatro, digamos que el texto mismo lo determinará, pero soy sumamente lento, y creo que está bien.

“Yo creo que los volúmenes de la ‘Micropedia’, que en principio son cuatro, que en realidad son siete, yo creo que podrían ampliarse, uno no tiene la vida comprada y yo no sé si en un futuro me dará tiempo y vida para escribir el bestiario de agua o de fuego; ya veremos.

“Digamos que finalmente la ‘Micropedia’ de estos volúmenes de cuentos es mi proyecto de vida, es lo que quisiera que fuera mi legado literario; entonces, puede ser que, si puedo, aparecerá el bestiario completo y más adelante quizá aparezca un quinto volumen, no lo sé”.

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Autor(a)

Redacción Zeta
Redacción Zeta
Redacción de www.zetatijuana.com
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