Versiones de testigos, que aún no han sido confirmadas oficialmente, señalan que el gerente nocturno del establecimiento disparó a una mujer en la cabeza, mató a varios empleados en la sala de descanso, realizó más disparos en el área de comestibles y luego se suicidó.
A 20 años de que fue capturado en Puebla y con una sentencia de 25 años de prisión a cuestas en los Estados Unidos, de la que todavía le falta compurgar 11 años, el narcotraficante Benjamín Arellano Félix, caracterizado por su crueldad y sangre fría para ordenar la muerte de policías y enemigos, ahora pide piedad a la justicia norteamericana, porque ya no puede resistir el encarcelamiento debido a su senilidad y una presunta enfermedad grave.