Permaneció más de dos años preso sin que la Fiscalía General del Estado (FGR) pudiera encuadrarle una responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada que se le imputaban.
Andrés Rubio Ronderos, conocido en el puerto de San Felipe como “El Gallo Manchas”, fue acribillado cuando se encontraba a las afueras de su domicilio, por un grupo de matones que abrió fuego con armas de alto poder.