“López Obrador instruyó a su primera Secretaria de Gobernación, la Senadora Olga Sánchez Cordero, que atendiera a la familia de Mario Aburto y analizara la reapertura del caso, pero no hubo pruebas supervivientes y hasta ahí llegó el asunto”.
“Decirles que eso tiene qué ver con tribunales. Con el ministerio público, con juzgados, Nosotros no vamos a meternos en esas diferencias, no queremos participar en eso. Nosotros estamos dedicados de tiempo y alma a la transformación de México”.