En repetidas ocasiones, mi papá me ha contado de esos tiempos pre 9/11 en que ingresar a Estados Unidos por la garita era mera cuestión de un permiso local, como paseos escolares o trabajo de chofer. También de que no todos los polleros era como se pinta en la actualidad, pues muchos de los que cruzaban ilegalmente era por la puerta principal, sólo que con camuflaje.
En redes sociales se publica el descontento para transitar por la zona del río en la estrategia presumida por la alcaldesa Montserrat Caballero y el secretario de Gobierno: Catalino Zavala.
A una semana que Estados Unidos abrió las garitas para cruces no esenciales, las cuales permanecieron cerradas por la pandemia del COVID-19, en Tijuana se ha detenido a personas que cobraban para dejar ingresar a conductores a las filas vehiculares.